Cuatro Metas Para El Nuevo Año - Un Mensaje De Motivación Desde La Prisión De RomaMuestra

Quiero comenzar con algunas preguntas: ¿Qué metas te propusiste para este año? ¿Cómo te acercan esas metas al propósito de Dios para tu vida?

Te lo pregunto porque nuestra cultura moderna celebra y se pone por delante metas centradas en el desarrollo propio y planificamos metas que tienen que ver con el éxito profesional, con la salud perfecta, con la felicidad inmediata. Puede que también nos leamos un buen libro de autoayuda para comenzar motivados este año. No llegamos a las 15 páginas, pero al menos se intentó.

No está mal todo esto que menciono, pero si me permites tener un mejor deseo hacia tu vida para este nuevo año, quisiera que la vida de Cristo crezca cada vez más en ti y puedas expresar una fe madura en tu familia, en tu lugar de estudio, en tu lugar de trabajo, en el círculo que te rodea, y que los que te vean digan:TIENES ALGO DISTINTO EN TU MIRADA ESTE AÑO, HAY ALGO DIFERENTE EN TI... y puedas decirle: Es Jesús, que vive en mí.

En este plan de lectura quiero que veas a través de la 2da epístola que escribe el apóstol Pablo a su discípulo Timoteo, que encontramos una diferencia radical en cuanto a las metas que debería aspirar un creyente. Le define las metas verdaderas para quienes desean vivir en fidelidad a Cristo, no para ganar méritos, o para ser más felices, sino como respuesta al evangelio.

Esta es una carta para dar ánimo a su discípulo, pero enviada desde una prisión oscura en Roma, sabiendo que su ejecución es inminente (2 Timoteo 4). Pablo lo escribe en una celda y se siente abandonado por muchos compañeros, pero sin embargo deja en claro que su fe sigue inquebrantable. Esta carta no es solamente un legado personal para su hijo en la fe, sino una exhortación para todos nosotros los creyentes llamados a una vida de fidelidad a Cristo.

Las últimas palabras que le deja a su hijo espiritual Timoteo, también son para nosotros hoy.