Identificando las raíces.

Hola, Dios te bendiga; sí estás aquí, es porque te puedes sentir identificado con el título o hasta con la portada de este devocional. Quiero que, juntos, en este primer capítulo, exploremos por qué se nos hace tan difícil aceptar el perdón de Dios después de equivocarnos.

PRIMERA RAÍZ (El interior)

Quiero empezar contándote la historia de Adán y Eva, resaltando el orden de forma resumida.

Primero Dios los tenía en mente y posterior los crea con su aliento de vida, los dota de sus atributos, les da una regla, ellos desobedecen, se esconden y por último se culpan el uno al otro, finalmente culpan a la serpiente, Dios extiende misericordia y los cubre con un sacrificio de un animal.

Identifico 4 cosas principales de esta historia:

1. Dios sopló aliento de vida en ellos: “Hagamos al ser humano a nuestra imagen y semejanza” – Génesis 1:26. Así como fue con ellos, fue en ti, esto significa que en ti está el atributo del perdón, trataremos esto más adelante.

2. La desobediencia: El haber incumplido el compromiso que tenían con Dios, los hizo esconderse… ¿no te suena que se repite este ciclo contigo? Después de desobedecer a Dios, no podemos reconocer que en Él está el querer perdonarnos y extendernos misericordia, porque nuestro Dios es el mismo, no puede contradecir Su naturaleza, quien es Él.

3. No reconocieron su error, se culparon entre ellos y últimamente a Dios mismo: Al no reconocer su error, Adán culpó a su esposa, su esposa culpó a la serpiente, pero ambos estaban indirectamente culpando a Dios, por lo cual estaban ciegos a la verdad de que necesitaban pedir perdón.

4. Recibieron el perdón que no merecían: Jehová Dios les hizo túnicas de pieles; esto para cubrir su vergüenza, pero también para que vieran que por su desobediencia tuvo que acontecer un sacrificio de sangre y de esta forma que reconocieran que necesitaban ser perdonados. Este acto fue el primer sacrificio registrado en la Biblia. Me gusta pensar que este sacrificio para cubrirlos con estas túnicas eran hechas de piel de cordero, porque en el futuro, el humano seria cubierto totalmente nuevamente por una túnica Espiritual, (La sangre del Cordero de Dios).

SEGUNDA RAÍZ (Heridas emocionales)

Muchas de nuestras dificultades para aceptar el perdón y amor de Dios son porque de pequeños fuimos condicionados o vivimos momentos dolorosos con nuestros padres. Un ejemplo de esto puede ser que hubieras pedido perdón a papá o mamá, pero tardaron en hacerlo o te ignoraron, puede ser que te respondieron con rabia, por lo tanto, inconscientemente ves a Dios de la misma forma… lo ves como un Dios que te ignora, que se enoja, que no le importan tus sentimientos.

Evalúa esta raíz.

Hazte preguntas como:

¿Dios sería alguien que al igual que mi papá en mi infancia me abandonara?

¿A Dios le importa lo que siento?

¿Dios elegiría a alguien más porque es “mejor”?

¿Siento que Dios me ignora?

¿Él quiere que yo sea pobre?

Estas preguntas te van a llevar tiempo hablando con el Espíritu Santo y alguna de ellas te llevarán a la raíz del dolor, cuando este dolor sea revelado, ora para que Dios entre a ese cuadro de doloroso y lo sane.

Reconoce que entramos en un ciclo cuando no podemos aceptar el perdón de Dios, nos vemos afectados Espiritual, Emocional y físicamente, por lo tanto eso mismo pensamos y entregamos a los demás.

Por último, quisiera mencionarte de esta raíz específicamente que, tenemos que conocer primero el corazón de Dios. Su corazón NO está condicionado como el de nuestros padres, el amor de Dios es un amor ÁGAPE (Amor eterno, sin condiciones).

TERCERA RAÍZ (No conocer cómo es Dios)

Como te mencionaba en la ultima parte de la segunda raíz, no conocer a Dios es un problema, ya que limitamos su amor perdonador en nuestras vidas.

Evalúa esta raíz.

Hazte preguntas como:

¿Quién es Dios?

¿Cómo es su carácter?

¿Dios ha sido bueno?

¿Dios no se cansa?

Es esencial saber cómo ves a Dios, porque esto determinará cómo actúas frente a la vida.

El problema de no saber quien es Dios es que vas a terminar creyéndole a Satanás...

Cuando dudamos y aún tal vez no sabemos quién es Dios, porque no hemos leído en su palabra como Él es, lo más común es que empecemos a creer en mentiras, del padre de toda mentira… Tu adversario satanás.

Algunas mentiras que te puede decir son:

• Te dice apártate
• Escóndete
• Nunca vas a ser suficiente
• Eres un esclavo
• No puedes ser libre
• Dios ya se está aburriendo contigo
• Siempre haces lo mismo, nunca cambiarás
• Estás desnudo
• Ya, este pecado fue muy grave
• ¿Para qué pedir perdón por algo que Dios no puede perdonarte?

Ten mucho cuidado con estos sutiles pensamientos que tenemos cuando le fallamos a Dios, porque creerlos en verdad podría matarnos, ¡no hay pecado que Dios no pueda cubrir, ¡JESÚS EN LA CRUZ VENCIÓ AL MENTIROSO Y TODAS SUS MENTIRAS!

Una ayuda del cielo a mi corazón que Dios proveyó, fue haber leído un pasaje que se encuentra en el libro de Job, en donde el sacrificaba ovejas para sus hijos.

“Cuando las fiestas terminaban—a veces después de varios días—Job purificaba a sus hijos. Se levantaba temprano por la mañana y ofrecía una ofrenda quemada por cada uno de ellos, porque pensaba: «Quizá mis hijos hayan pecado y maldecido a Dios en el corazón». Esta era una práctica habitual de Job" Job 1:4-6.

Para mí este pasaje no está de casualidad en nuestras Biblias, para mí revela el corazón de Padre que tiene Dios, Él ya hizo esto y sólo bastó 1 solo sacrificio, no son necesarias más ofrendas, Su Hijo fue entregado por todos nosotros para cubrirnos todas las mañanas de nuestras vidas.

¿Pero que hacer con este sentimiento de indignidad? En el próximo capítulo de este devocional veremos como Jesús recibe tu peor versión.