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¿Qué Quieres Que Haga?Muestra

¿Qué Quieres Que Haga?

DÍA 2 DE 7

Hijo de David

Esta declaración es hermosa, "Jesús, Hijo de David"; la promesa cumplida, el Mesías prometido. Me embarga una intrañable admiración por Bartimeo o más bien por el entendimiento que Dios le dió al permitirle ver a Jesús aún siendo ciego. Me explico mejor; Bartimeo era ciego, sí, pero los versículos 47 y 48 del capítulo 10 de Marcos, nos describen que una vez Bartimeo escuchó que Jesús se acercaba en el camino, el inmediatamente empezó a gritar ¡Jesús, Hijo de David, ten compasión de mí! Bartimeo aunque era ciego, vió a Jesús; lo reconoció como el Mesías, como la promesa esperada. Quizá lo vió como no lo pudieron ver muchos que estuvieron cerca de Él, ejemplo, los fariseos.

El hecho de que podamos ver a Jesús, es el milagro más maravilloso del que podemos gozarnos; el hecho de que podamos verlo por la gracia y la fe que Dios, nuestro Padre, nos ha concedido, ¡wooo! es el regalo y la riqueza más grande que hayamos podido recibir.

Bartimeo tenía tal convicción de saber quién era Jesús que no le importó aquellas voces que intentaron callarlo; cuando le gritaban ¡cállate! él empezó a gritar con más fuerza: "¡Jesús, Hijo de David, ten compasión de mí!"

Es extraordinario confirmar que a nosotros también se nos concedió el privilegio y el honor de reconocer a Jesús; de verlo, de que nuestros ojos se abrieran a Su revelación. Bartimeo estaba ciego, pero una vez que escuchó a Jesús, reconoció Su voz y reconoció de parte de quién venía; reconoció Su Señorío, Su Realeza; lo pudo ver aún sin verlo, reconoció el milagro aún sin recibir su milagro. Como lo mencioné antes, Él es el milagro y Bartimeo lo recibió.

Nosotros estábamos ciegos, en oscuridad y se nos concedió la gracia para poder escuchar y ver a Jesús, para que su Luz nos alumbrara y nos sacara de las tinieblas; sin siquiera saber lo que sabía Bartimeo, sin tener el conocimiento que tenía respecto a la venida del Hijo de David, del Mesías, el Salvador; se nos fue revelado por gracia y por fe la bendita necesidad que pudimos reconocer de ser perdonados y salvos. Se nos dió la gracia y la fe para reconocer a Jesús como el enviado de Dios, su Hijo, nuestro Rendentor y Salvador; cuán hermoso milagro, bendito milagro.

Bartimeo reconoció su condición, la necesidad que tenía del Mesías, del Hijo de David, del Libertador; de quien lo podía librar de su miseria, de sus temores, de su aflicción. ¡Oh! cuán poderosa manifestacioń de libertad, tener un encuentro con el Mesías esperado. Cuán gloriosa manifestación de misericordia tuvo también el Eterno con nosotros al permitirnos entender que el Gran Mesías, también venía en nuestro rescate, que también fuimos parte de Su plan de salvación.

Siéntete tranquilo y reposa en la verdad que por gracia nos ha sido revelada para perdón de pecados, para salvación y vida eterna a través del Redentor; el Espíritu de Dios, es la garantía que tenemos al poder comprender esta verdad revelada por medio de Jesús, el Hijo de David, nuestro Libertador, nuestro Milagro Eterno.

Día 1Día 3

Acerca de este Plan

¿Qué Quieres Que Haga?

Si Jesús te preguntara en este momento ¿Qué quieres que haga? ¿Qué le dirías? Un hombre ciego tuvo esta oportunidad; y por supuesto, la respuesta hizo alusión a la necesidad que tenía de ver; y pudo ver más allá de lo na...

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Nos gustaría agradecer a Marysela Ocampo O. por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://www.facebook.com/confiadosenJesucristo

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