Un Servidor EjemplarMuestra

La Iglesia logró resolver sus problemas internos con gente apasionada por el servicio, pero ocurre algo inesperado: surgen problemas externos. Comienza la primera persecución contra la iglesia.

A pesar de que muchos se levantaron para destruir el legado de Jesús, Dios estuvo al tanto de la situación y estuvo llevando a cabo un plan. Hoy en día, Dios sigue llevando a cabo sus planes y, a pesar de todo, la iglesia sigue en pie y sigue expandiéndose.

Hoy hablaremos sobre como una tragedia personal y comunitaria produjo una expansión de la fe y como el servicio sigue siendo la clave para que la Iglesia avance.

El servicio no sólo se produce dentro de las cuatro paredes del templo, sino que también se produce afuera. En medio de la persecución y dispersión de los cristianos, Felipe aparece como protagonista y su forma de servir cambia para adaptarse a lo que Dios necesitaba hacer.

Predicar con la Palabra

Predicar es servicio. Felipe no se quedó en Jerusalén ni se guardó para sí mismo todo lo que Dios le dio, sino que fue y comenzó a predicar. ¿De qué hablaba? Hablaba sobre el Reino de Dios. Jesús inició su ministerio diciendo: «Arrepiéntanse, porque el reino de los cielos se ha acercado». Nuestro mensaje habla de que hay un rey llamado Dios y que en él encontramos salvación. Nuestro mensaje no se trata de la iglesia, se trata de Dios y su gracia con cada uno de nosotros.

En los momentos de urgencia, nuestra misión es hablar de Dios. En los momentos de urgencia, no nos tenemos que quedar en Jerusalén, en nuestro lugar de comodidad, sino que hay que ir y predicar.

Obrar de acuerdo a la Palabra

Manifestar el poder de Dios es servicio. Felipe no sólo predicaba, sino que también obraba. Ambas cosas iban de la mano. Felipe era un hombre lleno del Espíritu Santo y eso lo demostraba cuando ponía por obra lo que creía, cuando tuvo que demostrar el poder de Dios en las calles y en los pueblos adonde iba.

Dios respalda a la persona que predica, pero también a la persona que hace descender Su poder. Cuando nos animamos a hablar del Reino, Dios confirma nuestro mensaje mediante señales y prodigios.

Resultados

A un servidor lo acompañan los resultados. Dios no solo respaldó a Felipe en la predicación y en la obra, sino también en los resultados. La ciudad se alegró porque el evangelismo trajo alegría. El que sirve al prójimo entiende que también debe llevar las buenas nuevas del Evangelio y generar frutos con ellas.

Oración:

Padre, ayúdanos a ir y predicar tu Palabra. Ayúdanos a dejar nuestros lugares de comodidad y superioridad, y permítenos descender y encontrar a la gente que necesita de ti. Ayúdanos a llenar las calles con tu Palabra y no permitas que nos quedemos callados. Entendemos que predicar tu Palabra y ponerla por obra también es servicio. Llénanos de tu Espíritu para que seamos evangelistas y para que no nos detengamos hasta que todo el mundo crea. En tu nombre, amén.