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Día 6: La gracia de Dios trae propósito

Uno de los mayores regalos que Dios nos ha dado es el propósito. Desde la época de Adán, Dios siempre ha dejado claro los propósitos para los que fuimos creados. En Génesis 1:28 Dios dice: “Fructificad y multiplicaos, y llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra”. A lo largo del tiempo, nuestros propósitos han cambiado, pero Dios ha dejado claro que todos debemos tener una vida valiosa y eficaz. ¿Has vivido días en los que simplemente estás siguiendo los movimientos? ¿Has tenido días en los que sientes que lo que haces no importa? Esos días en mi vida son absolutamente los peores. Prefiero pasar por pruebas y persecuciones con un propósito que vivir un día sin sentido. Es en el propósito que encontramos satisfacción. En propósito, descubrimos que nuestras vidas importan. Y en el propósito descubrimos la razón por la que fuimos creados.

2 Timoteo 1:9 dice: “[Dios] nos salvó y llamó con llamamiento santo, no conforme a nuestras obras, sino según el propósito suyo y la gracia que nos dio en Cristo Jesús antes de los siglos de los siglos”. Por la gracia y el propósito de Dios, hemos sido llamados a una vida de obras maravillosas y satisfactorias. La Biblia nos enseña una verdad en oposición a las enseñanzas del mundo. El mundo dice que trabaje lo suficiente para vivir una vida cómoda y fácil. El trabajo se realiza con el propósito de relajación y comodidad. Dios dice que somos creados para una vida de valor eterno en la que todo lo que hacemos tiene un propósito superior a nuestra propia comodidad y relajación. Dios ha puesto valor y valor en tu vida hasta un punto que aún no has descubierto. Él tiene un plan y un propósito para tu vida que no le ha asignado a nadie más. Tu vida está destinada a tener un impacto eterno para su reino que reinará para siempre. Pero en su gracia también te ha dado el control de tu propia vida. Puede elegir vivir su vida de acuerdo a sus propósitos oa los suyos propios. Y puedes elegir buscar la comodidad y la relajación sin sentido o una vida de verdadero descanso y satisfacción que proviene solo de vivir completamente para Dios. Mi esperanza es que al ver los dos propósitos que Dios tiene para tu vida, elijas vivir tu vida completamente con y para tu Padre celestial. Y al hacerlo, descubrirás la increíble alegría y pasión que el Espíritu anhela hacer nacer en ti.

El primer propósito por el cual fuiste creado es la relación con Dios. Jesús dice en Marcos 12:30: “Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con toda tu mente y con todas tus fuerzas”. El Catecismo Menor de Westminster lo dice de esta manera: “El fin principal del hombre es glorificar a Dios y disfrutar de Él para siempre”. Amar a Dios es su vocación más alta, y al amar a Dios experimentará el mayor gozo y satisfacción disponibles. Cuando comparezcas ante Dios en el juicio, él no buscará posesiones, ascensos o estatus social, sino el fervor con el que lo amaste. Serás recompensado por actos de amor, no por glorificación egoísta. Y este propósito principal de amar a Dios es el único camino hacia la vida abundante que Él tiene reservada para ti aquí.

El segundo propósito por el cual fuiste creado es amar a los demás en respuesta a tu amor por Dios. Marcos 12:31 dice: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”. Efesios 5:1-2 dice: “Sed, pues, imitadores de Dios como hijos amados. Y andad en amor, como Cristo nos amó y se entregó a sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio de olor fragante para Dios.” Hechos 26:16 dice: “Pero levántate y ponte sobre tus pies, porque para esto me he aparecido a ti, para nombrarte siervo y testigo de las cosas en las que me has visto y en las que apareceré. A usted." Estamos llamados a amar a los demás por el maravilloso amor que se nos ha mostrado. A medida que nuestros corazones se llenen de amor por Dios al encontrarlo en el lugar secreto, seremos llenos de un anhelo de ver que sus deseos para los que nos rodean se hagan realidad. El mayor anhelo de Dios es la relación con su corona de la creación, y quiere usarnos para guiar a otros hacia Él. Al amar a los demás, descubriremos la increíble satisfacción de ver a los perdidos y heridos ser encontrados y sanados. Increíble pasión y gozo viene de ver una vida transformada a través del Espíritu obrando en nosotros.

Cuán increíble es la gracia de nuestro Dios que sus propósitos estén enteramente enraizados en el amor. Estamos llamados a simplemente amarlo a él y a los demás con el mismo amor que se nos ha mostrado. Es como un padre que da dinero a sus hijos para comprarle un regalo. Él nos llena con el amor y el gozo que siente por nosotros, y luego, en respuesta, podemos amarlo a Él y a los demás. Él te llena con el aliento de vida y luego espera pacientemente que vivas tu vida como un hermoso canto de adoración a él. Que experimentes hoy todo lo que la gracia de Dios te ha brindado. Que elijas vivir tu vida con propósito y pasión que solo proviene de amarlo a él y a los demás.

Guía de Oración

1. Medita en el deseo de Dios de guiarte a una vida de propósito abundante.

“[Dios] nos salvó y llamó con llamamiento santo, no conforme a nuestras obras, sino según el propósito suyo y la gracia que nos dio en Cristo Jesús antes de los siglos de los siglos”. 2 Timoteo 1:9

“Tú no me elegiste a mí, sino que yo te elegí a ti y te designé para que vayas y des fruto, y tu fruto permanezca”. Juan 15:16

2. Reflexiona sobre tu propia vida. ¿Dónde has estado viviendo con los propósitos del mundo en lugar de Dios? ¿En qué áreas estás viviendo para ti mismo en lugar de Él y los demás? ¿Y en qué áreas de tu vida te sientes sin sentido y sin pasión?

3. Recibe el rejuvenecimiento que viene de vivir con sus propósitos como tus metas principales. Permita que Dios reviva las relaciones que parecen cansadas y sin pasión. Permite que Dios te llene de deseo por tu trabajo, amistades o matrimonio. Pídele al Espíritu que te revele formas específicas en las que desea usarte hoy.