¿Quién Me Ayuda Con Mi Pecado?Muestra

¿Con un beso me traicionas?

En el relato de Marcos 14:32-42 encontramos las palabras previas al arresto. Jesús estaba explicando a Sus discípulos que había llegado la hora de ser entregado a los pecadores, pero mientras aún hablaba, llegaron los esbirros del sanedrín.

Jesús aprovechaba toda ocasión y momento para dar lecciones valiosas, perlas de sabiduría a Sus discípulos. En esta ocasión, explicaba los detalles de lo que ocurriría muy pronto con Él y la actitud que deberían tener ante lo que vendría.

Pero mientras hablaba con ellos...

Llegó Judas

El texto nos relata que Judas en persona se acercó aquella madrugada hasta el lugar dónde estaban Jesús y los discípulos. Judas había estado muchas veces en ese lugar de reunión. Era un lugar que otras personas no conocían, solo los discípulos. Por lo tanto, debía ir Judas hasta allí, para explicar a los soldados la dirección, porque en la oscuridad de la noche no lo encontrarían.

Con una multitud de hombres

Marcos relata que muchos hombres llegaron con palos y espadas.

El traidor Judas y la señal de la traición

Ya mencioné anteriormente que Judas había llegado junto al Mesías en un determinado momento de la madrugada, pero, ¿de dónde venía? Pues de haber estado finalizando su negocio con el sanedrín.

El negocio consistía en una cifra monetaria; se trataba de treinta monedas. Lo que Judas pretendía con esto era comprar un campo para su propiedad.

“El beso de Judas".

Históricamente, el beso de Judas es una expresión que ha sido asociada con una señal de traición.

Judas se acercó a Su maestro como un amigo. Muchas veces durante esos años habían caminado juntos, compartieron momentos inolvidables y alegres. Jesús le mostró lo que nunca imaginó ver, el obrar del reino de Dios haciendo milagros incontables, pero, a pesar de todo, Judas le dio un beso que no era una señal de su cariño, respeto ni honra sino una señal para que los soldados identifiquen al Mesías y lo arresten. La traición había cobrado a su víctima, al inocente.

Momento de acercarnos a Dios por medio de una sincera oración.

Señor, al leer acerca de Judas y la forma en que traicionó a Jesús pienso en todas las veces que yo te he traicionado. Judas lo hizo con un beso en la mejilla, yo lo hice muchas veces de diferentes maneras. Señor, quiero confesarte en este momento el dolor que me causa recordar las veces que no he honrado tu presencia. Gracias por ayudarme a mejorar, quiero ser cada vez más leal a ti.

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Nos gustaría dar las gracias a Cristhian López por escribir este plan para nosotros.