Inteligencia EspiritualMuestra

Hablar lo que Dios habla.

Como hemos estado viendo, lo que pensamos es muy importante, pues tarde o temprano estará en nuestra boca. Recuerdo que mis abuelos alguna vez me platicaron una anécdota en la que su pastor les dijo: “¿Quieren saber por qué su vida está como está? Cuando amanezca cuelguen una grabadora a su cuello, graben todo lo que hablan durante el día y en la noche revisen su contenido, ahí encontrarán su respuesta”. ¡Qué fuerte! Lo que vives es resultado de lo que hablas, y no tiene que ver solo con ser positivos, sino que nuestra boca necesita hablar la herencia y la victoria que en Cristo hemos recibido.

Jesús realmente nos enseña esto, pues Él básicamente dijo, si quieren que cambie lo de afuera necesitan cambiar lo de adentro. Es por eso que mi alma necesita reformarse todo el tiempo, y tal como lo vimos, es a través de Su Palabra. Pero mi boca me permite conocer el estado de mi corazón y darme cuenta lo que realmente estoy creyendo. Mateo 12:34 nos dice: “Porque de la abundancia del corazón habla la boca”.

¿Qué has estado hablando a tus negocios, familia, a tu nación o a tu propia persona? Profetiza a cada una de las áreas de tu vida, ponte de acuerdo con Dios y habla la victoria que ya te pertenece. Recuerda este principio: “La vida y la muerte están en poder de la lengua” (Proverbios 18:21 "La muerte y la vida están en poder de la lengua, y el que la ama comerá de sus frutos").