La Biblia con Nicky y Pippa Gumbel 2022Muestra

Veinticinco maneras de ser útil para Dios

Es uno de mis mayores héroes de la fe. Fue un modelo de piedad, fe y humildad, y Dios lo usó grandemente. Cuando murió en 1982, sus albaceas fueron incapaces de rastrear ni un solo miembro de su familia que aún viviera. Ni una sola persona dio un paso al frente afirmando tener ni siquiera una relación distante con él.

Aun así, su obituario en la revista *The* *Times* acertó en subrayar que su influencia en la Iglesia de Inglaterra durante los anteriores cincuenta años, probablemente fue mayor que la de ninguno de sus contemporáneos. John Stott —quien fue uno de los numerosos líderes cristianos influyentes a quienes él llevó a la fe— dijo de él: «Aquellos que lo conocieron bien y quienes trabajaron con él no esperan volver a ver uno como él, pues es muy infrecuente que una persona pueda haber significado tanto para tantísima gente siendo alguien tan callado, modesto y profundamente espiritual».

¿Por qué aquel hombre —el reverendo E.J.H. Nash— fue tan útil para Dios? ¿Cómo puedes ser tú útil para Dios?

San Pablo desea que llegues «a ser un *vaso* noble, santificado, útil para el Señor y preparado para toda obra buena» (2 Timoteo 2:20-21).

John Stott escribe: «No se puede imaginar honor más grande que ser instrumento en las manos de Jesucristo, estar a su disposición para el avance de sus propósitos, estar disponible en todo momento cuando seas requerido para su servicio». Para ser «útil para el Señor» y «vaso noble \[…\] para toda obra buena» (v.21), empieza por *dedicar* tu vida a Él y volver a dedicarla regularmente a Su servicio*.*

Proverbios 25:21-26:2

1. Ama a tu enemigo

«Si tu enemigo tiene hambre, dale de comer; si tiene sed, dale de beber. Actuando así, harás que se avergüence de su conducta, y el Señor te lo recompensará» (25:21-22; ver también Romanos 12:20).

2. Vigila tu lengua

«Con el viento del norte vienen las lluvias; con la lengua viperina, las malas caras» (Proverbios 25:23).

Si quieres cambiar tus acciones, empieza por tus pensamientos y tus palabras. «Evita las palabrerías profanas, porque los que se dan a ellas se alejan cada vez más de la vida piadosa» (2 Timoteo 2:16).

3. Evita las disputas

«Más vale habitar en un rincón de la azotea que compartir el techo con mujer pendenciera» (Proverbios 25:24).

Pablo escribe acerca del mismo tema: «No dejes de recordarles esto. Adviérteles delante de Dios que eviten las discusiones inútiles, pues no sirven nada más que para destruir a los oyentes» (2 Timoteo 2:14). Prosigue diciendo: «No tengas nada que ver con discusiones necias y sin sentido, pues ya sabes que terminan en pleitos. Y un siervo del Señor no debe andar peleando» (vv.23-24).

4. Lleva las buenas noticias

«Como el agua fresca a la garganta reseca son las buenas noticias desde lejanas tierras» (Proverbios 25:25). Tenemos el inmenso privilegio de poder llevar la buenas nuevas de Jesús. Es como «agua fresca para el alma reseca».

5. Mantén tu posición

«Manantial turbio, contaminado pozo, es el justo que flaquea ante el impío» (v.26). A veces es importante mantenerte firme en tu posición.

6. No busques honores

Si buscas tu propia honra, te encontrarás con que la verdadera honra te evitará: «No hace bien comer mucha miel, ni es honroso buscar la propia gloria» (v.27).

7. Ten autocontrol

«Como ciudad sin defensa y sin murallas es quien no sabe dominarse» (v.28). No intentes controlar a los demás; la única persona que deberías tratar de controlar eres tú mismo. El autocontrol o templanza es una de las características del fruto del Espíritu (Gálatas 5:22-23).

8. No te preocupes de lo que digan los demás

No tienes que temer la mala prensa o las difamaciones: «Como el gorrión sin rumbo o la golondrina sin nido, la maldición sin motivo jamás llega a su destino» (Proverbios 26:2).

2 Timoteo 2:1-26

9. Transmítelo

Es muy importante transmitir el mensaje e invertir en otras personas. En Timoteo 2:2 hay cuatro pasos sobre cómo invertir en otros:

• Lo que me has oído decir


• y escuchaste


• encomiéndalo a creyentes dignos de confianza


• capacitados para enseñar a otros.

10. Sobrelleva los sufrimientos

Pablo usa la analogía de ser un soldado (v.4), pues estos deben sobrellevar las privaciones y sufrimientos, y sigue diciendo: «Todo lo soporto por el bien de los elegidos, para que también ellos alcancen la gloriosa y eterna salvación que tenemos en Cristo Jesús» (v.10). Pablo continua diciendo que «si perseveramos, también reinaremos con él» (v.12, RVA-2015).

11. Evita las distracciones

«Ningún soldado que quiera agradar a su superior se enreda en cuestiones civiles» (v.4a). Mantente enfocado con claridad y evita las distracciones que son una pérdida de tiempo. Como soldado, tienes que mantenerte centrado y buscar complacer a tu comandante (v.4b).

12. Observa las reglas

Pablo pasa de la analogía del soldado a la del atleta: «El atleta no recibe la corona de vencedor si no compite según el reglamento» (v.5).

13. Trabaja duro

Del soldado y el atleta, Pablo pasa a la analogía del granjero: «El labrador que trabaja duro tiene derecho a recibir primero parte de la cosecha» (v.6).

14. Medita las palabras de Dios

Solo Dios puede dar la comprensión, pero te corresponde hacer algo de tu parte. Pablo escribe: «Reflexiona en lo que te digo, y el Señor te dará una mayor comprensión de todo esto» (v.7).

15. Céntrate en Jesús

«No dejes de recordar a Jesucristo, descendiente de David, levantado de entre los muertos. Este es mi evangelio» (v.8). El evangelio trata en su totalidad acerca de Jesús y de la salvación «en Cristo Jesús» (v.10).

16. Interpreta rectamente la palabra de Dios

«Esfuérzate por presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse y que interpreta rectamente la palabra de verdad» (v.15).

17. Apártate del mal

«Que se aparte de la maldad todo el que invoca el nombre del Señor» (v.19). El arrepentimiento no es un acto puntual que se dé una sola vez, es una actitud continuada que conlleva que te apartes de la maldad (v.19) huyendo de «las malas pasiones de la juventud» (v.22a).

18. Sé un pacificador

Entre otras cosas, Pablo insta a Timoteo así: «Esmérate [...] en la paz» (v.22). «No tengas nada que ver con discusiones necias y sin sentido, pues ya sabes que terminan en pleitos. Un siervo del Señor no debe andar peleando» (v.23-24).

Joyce Meyer escribe: «El conflicto consiste en quejarse del otro, en las discusiones, los desacuerdos acalorados y los enfados sordos. Las peleas son peligrosas y destructivas»; mantenerlas alejadas de nuestra vida requiere la voluntad de comunicarse constantemente y enfrentarse a los problemas […] pide la ayuda del Espíritu Santo para ser una persona que evite las peleas y restaure la paz allá por donde va».

19. Sé amable con todos

«Un siervo del Señor […] debe ser amable con todos» (v.24). Todos incluye a todo el mundo, no solo los amigos o la gente que te cae bien, sino toda la gente con la que entras en contacto a lo largo del día (especialmente aquellos que no reciben aprecio, como la cajera del supermercado, el conductor del autobús, la recepcionista o quien te ayuda al otro lado del teléfono…).

20. Aprende a enseñar

«Un siervo del Señor […] es capaz de enseñar» y «debe corregir a los adversarios» (vv.24-25). La enseñanza es un ministerio especializado pero también es tarea de todo cristiano. Una característica clave es la amabilidad. «Un siervo del Señor [...], debe ser amable […]. Así, humildemente, debe corregir a los adversarios, con la esperanza de que Dios les conceda el arrepentimiento para conocer la verdad» (vv.24-25).

21. No seas resentido

«Un siervo del Señor no debe ser […] propenso a irritarse» (v.24). El resentimiento envenena las relaciones.

Jeremías 49:7-50:10

22. Escucha la palabra del Señor

Jeremías fue usado grandemente por el Señor porque como él mismo dijo, «he oído un mensaje del Señor» (49:14).

23. Permítele a Dios hablar por medio de ti

Jeremías no solo escuchó la palabra del Señor; estaba preparado para anunciarla y Dios habló por medio de él. «La palabra del Señor vino al profeta Jeremías…» (50:1).

24. Camina estrechamente junto al Señor

Jeremías predijo los días en los que «la gente de Israel y de Judá irá llorando en busca del Señor, su Dios» (v.4).

Ese es el tipo de relación que Dios quiere que tengamos con Él, unidos a Él caminando, aferrados a Él todo el tiempo (Jeremías 50:5). Como dice The Message: «Aférrate con todas tus fuerzas al Señor» (v.5, MSG).

25. Encuentra reposo en el Señor

«Mi pueblo ha sido como un rebaño perdido; sus pastores lo han descarriado, lo han hecho vagar por las montañas. Ha ido de colina en colina, y se ha olvidado de su redil» (v.6). El Señor es descrito como tu «verdadero lugar de descanso» (v.7, NTV), el lugar donde hallas reposo para tu alma (ver también 6:16).

Señor, quiero serte útil a Ti, el Maestro; instrumento para nobles propósitos, preparado para hacer toda obra buena. Quiero buscar tu rostro y atarme a Ti. Hoy me dedico a Ti una vez más.

Oro para que como iglesia te seamos útiles Señor. Que seamos una comunidad donde la gente encuentra fe, amor, paz y amabilidad. Que llevemos la buena noticia de Jesús a todos los que nos rodean, transformando nuestra sociedad y cambiando nuestro mundo en el poder del Espíritu Santo.

Pippa Adds

Pippa añade

Proverbios 25:21–22

«Si tu enemigo tiene hambre, dale de comer; si tiene sed, dale de beber. Actuando así, harás que se avergüence de su conducta, y el Señor te lo recompensará».

No siempre es fácil responder con generosidad y amabilidad cuando alguien te ha herido o te ha ofendido. Saber que es el Señor quien nos recompensará nos ayuda, ¡y también lo hace el pensar en que «así, harás que se avergüence de su conducta» (Romanos 12:20)!

References

Notas:

Escritura marcada (MSG) es tomada de la traducción bíblica The Message, no está traducida al español, se parafrasea.

John Eddison, *A Study in Spiritual Power* (Highland,1982). No disponible en español.

Joyce Meyer, *La Biblia de la vida diaria*, (Casa creación 2010).

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