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La Biblia con Nicky y Pippa Gumbel 2022

DÍA 279 DE 365

¿Puede el leopardo quitarse sus manchas?



Darrell Tunningley [\[JW1\]](#_msocom_1) empezó a consumir drogas a la edad de once años. Para cuando tenía dieciséis, vendía grandes cantidades y se hizo «cobrador de deudas». En cierta ocasión, hirió con un cortacésped la planta de los pies de alguien que le debía 300 libras esterlinas.

A los diecisiete años, Darrell participó en un robo armado por el que fue arrestado y condenado a cinco años y medio en prisión. Estando en la cárcel, hizo Alpha. Oró así: «Señor, si eres real, pruébalo. Quítame mi adicción y quita toda la ira que hay dentro de mí. Si haces eso por mí, viviré el resto de mi vida para Ti».

Cuando se levantó a la mañana siguiente, tomó un cigarro como era habitual, pero el solo pensamiento de tocarlo le hizo sentir náuseas físicamente. Lo tiró por la ventana de la celda, junto con todo su tabaco. Lo mismo hizo con sus drogas, las cuales tiró también por la ventana. Solo entonces dejó de sentir las náuseas.

Cuando se miró en el espejo no reconoció el reflejo, pues estaba sonriendo. Y no solo sonreía, estaba radiante. Desde aquel día no ha probado una droga, no ha fumado, no se ha emborrachado y no se ha metido en una sola pelea.

Empezó a dirigir Alpha dentro de la prisión y cientos de personas asistieron. Los guardianes de la prisión acudían a él pidiéndole consejo y dirección. Cuando dejó la prisión, se hizo asistente de una iglesia local dirigida por Mark Finch, pastor y magistrado local,. Se casó con la hija de Mark —Rebeca— y ahora tienen dos hijos.

Cuando entrevisté a Darrel, le pregunté qué había cambiado Jesús en su vida. Respondió: «No digo esto a la ligera, de verdad lo creo: Jesús es más importante que el aire que respiro» —y añadió—: «Él es mi cuerda de salvación, él es mi fortaleza. Él es todo; no podría vivir sin él y todo lo que hago es por medio de él y por él. Mi vida no sería como es, si él no fuera exactamente quien dijo ser». La vida de Darrell fue cambiada totalmente porque Jesús lo liberó de sus adicciones; su ira y pecado estaban destruyendo su vida.

¿Es posible para ti cambiar? Una de las cosas más difíciles en el mundo es romper con un mal hábito o dejar el pecado. En uno de los pasajes de hoy, Jeremías pregunta: «¿*Puede el leopardo quitarse sus manchas*?» (Jeremías 13:23).

Salmos 118:1-16



1. Cambiado por la ayuda de Dios



¿Tienes miedo de lo que la otra gente diga o piense de ti? ¿Estás preocupado por lo que te hagan, porque te traten injustamente o te rechacen?


Date cuenta de lo grande que es Dios y lo pequeños que son nuestros problemas en comparación con Su poder. El salmista da gracias al Señor por Su gran amor (vv.1–4). Escribe: «Desde mi angustia clamé al Señor, y él respondió dándome libertad» (v.5).


La libertad nos da una nueva perspectiva en la vida. El salmista se vuelve a Dios, sabiendo que se puede confiar en Él pase lo que pase: «El Señor está conmigo, y no tengo miedo; ¿qué me puede hacer un simple mortal? El Señor está conmigo, él es mi ayuda; ¡ya veré por los suelos a los que me odian!» (vv.6–7).


Alaba a Dios hoy para que, como el salmista, puedas decir: «El Señor es mi fuerza y mi canto; ¡él es mi salvación!» (v.14).



Señor, gracias porque siempre estás conmigo, y porque eres quien me ayuda, me fortalece y eres mi salvación y mi canción.


Colosenses 2:6-23



2. Cambiado por Jesús



A veces complicamos nuestra fe en exceso. Puede parecer que si quieres ser parte de la «elite espiritual», hay varias cosas extra que has de comprender o hacer. Pablo cuestiona abiertamente este tipo de falsa enseñanza.


Todo lo que necesitas es Jesús. No es cuestión de añadir nada a Jesús, sino de vivir lo que ya tienes en él: «Por eso, de la manera que recibieron a Cristo Jesús como Señor, vivan ahora en él, arraigados y edificados en él, confirmados en la fe como se les enseñó» (vv.6–7a).


Pablo advierte a los colosenses contra los falsos maestros que intentan embelesarlos con «la vana y engañosa filosofía» (v.8). «Toda la plenitud de la divinidad habita en forma corporal en Cristo; y en él, que es la cabeza de todo poder y autoridad, ustedes han recibido esa plenitud» (vv.9–10).


En su inmediato contexto, Pablo estaba diciendo a sus lectores que no tenían que ser circuncidados. Les explica que ya han sido circuncidados «no por mano humana», sino con la circuncisión que «efectuó Cristo» (v.11). Aquellos que han sido bautizados, no necesitan ser circuncidados (v.12). El bautismo simboliza algo incluso más extraordinario que la circuncisión: la muerte y resurrección.


Tú estás en Cristo. Por lo tanto, cuando Jesús murió, tú moriste en él. Cuando Jesús fue enterrado, en él fuiste sepultado, y cuando resucitó de entre los muertos, resucitaste con él (v.12). Así es como te liberaste de tu naturaleza pecadora, al «despojarte del cuerpo pecaminoso » (v.11) el cual murió con Cristo y fue sepultado con él. «Antes de recibir esa circuncisión, ustedes estaban muertos en sus pecados. Sin embargo, Dios nos dio vida en unión con Cristo» (v.13).


Comprende la extraordinaria victoria de Jesús y piensa en ella: «Al perdonarnos todos los pecados y anular la deuda que teníamos pendiente por los requisitos de la ley. Él anuló esa deuda que nos era adversa, clavándola en la cruz. Desarmó a los poderes y a las potestades, y por medio de Cristo los humilló en público al exhibirlos en su desfile triunfal» (vv.13–15).


En el mundo antiguo, los triunfos sobre los enemigos más odiados eran celebrados con espectáculos públicos (v.15). Se traían los botines de guerra, los cuales solían consistir en una larga cadena de prisioneros que habían desarmado.


Jesús lo ha hecho todo y, por tanto, no necesitas añadir nada: «Así que nadie los juzgue a ustedes por lo que comen o beben, o con respecto a días de fiesta religiosa, de luna nueva o de reposo» (v.16). Todo lo que necesitas es a Cristo, por cuya «acción […] todo el cuerpo, sostenido y ajustado mediante las articulaciones y ligamentos, va creciendo como Dios quiere» (v.19).



Señor Jesús, gracias porque con tu aparente derrota al ser colgado en la cruz por mí y por toda la raza humana, en realidad triunfaste sobre todos los poderes y autoridades de este oscuro mundo. Gracias porque me liberas del pecado, la adicción y la muerte. Ayúdame a no permitir nunca más que nadie ni nada me apresen.


Jeremías 11:18-13:27



3. Cambiado por las pruebas



No tengas miedo a la presión. La presión es lo que transforma un pedazo de carbón en un diamante. La vida puede ser vista como una serie de pruebas. Para probar las cosas, las sometemos a presión. A Dios le interesa más cómo crecen tu corazón y tu mente cuando son probados; Él prueba «los sentimientos y la mente» (11:20).


A Dios no le impresiona lo que digamos que vamos a hacer en el futuro; le impresiona lo que hacemos cuando estamos sometidos a presión. El progreso en la vida y en el ministerio sucede cuando eres probado y superas la prueba. Jeremías fue probado, tenía la nada envidiable tarea de avisar al pueblo de que estaban a punto de partir al exilio, de que «el rebaño del Señor será llevado al cautiverio» (13:17).


Como consecuencia, fue muy poco popular y recibió constantes ataques. Dios le reveló uno de los complots contra él: «El Señor me lo hizo saber y lo comprendí. Me mostró las maldades que habían cometido El Señor me lo hizo saber y lo comprendí. Me mostró las maldades que habían cometido» (11:18). Se volvió a Dios en petición de ayuda: «…en tus manos he puesto mi causa […] quisiera exponerte algunas cuestiones de justicia» (11:20; 12:1). [TB1]


Dios le avisó de que vendrían cosas todavía peores: «Si los que corren a pie han hecho que te canses, ¿cómo competirás con los caballos?» (v.5).


Jeremías exhorta al pueblo a que enderece sus caminos, diciéndoles: «¿Puede el leopardo quitarse sus manchas? ¡Pues tampoco ustedes pueden hacer el bien, acostumbrados como están a hacer el mal!» (13:23).


Es difícil cambiar; es difícil pasar la prueba. Pero el Nuevo Testamento nos dice que cambiar es posible por medio de Jesús. La vida de Darrell Tunningley es solo un ejemplo de cómo esto es algo que sigue sucediendo hoy en día. Un leopardo puede quitarse sus manchas.



Señor, ayúdame cuando sea probado e intente estar a la altura de la prueba. Gracias porque es posible cambiar con Tu ayuda y por el poder de la victoria de Jesús en la cruz. Oro para que mi vida sea transformada y continúe proclamando a Jesús y su poder de cambiarme.


Pippa Adds



Pippa añade


Salmo 118:7


«El Señor está conmigo, él es mi ayuda».


Hoy es un día con muchas ocupaciones. Dependo de Su ayuda y Su presencia conmigo durante todo el día.



References



Unless otherwise stated, Scripture quotations taken from the Holy Bible, New International Version Anglicised, Copyright © 1979, 1984, 2011 Biblica, formerly International Bible Society. Used by permission of Hodder & Stoughton Publishers, an Hachette UK company. All rights reserved. «NIV» is a registered trademark of Biblica. UK trademark number 1448790.

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Acerca de este Plan

La Biblia con Nicky y Pippa Gumbel 2022

¿Abrumado por la idea de leer la Biblia? Dedique un tiempo cada día a escuchar a Nicky y Pippa Gumbel mientras le explican toda la Biblia en 365 días. Cada día, se explora un tema diferente a través de una selecció...

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Nos gustaría agradecer a Nicky Gumbel por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://alpha.org

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