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La Biblia con Nicky y Pippa Gumbel 2022

DÍA 199 DE 365

Cómo sentir el amor de Dios



«*Feel*» (Sentir) es una canción de Robbie Williams en la que escribe: «Solo quiero sentir amor verdadero». Dios quiere que *sientas* Su amor, quiere que aceptes Su amor en tu corazón; hoy puedes recibir Su amor de una nueva forma.

Recuerdo una ocasión en que nuestro nieto de dos años quería sentir el amor de su padre. Levantó ambas manos y dijo algo como: «Hugga Dadda». Mi hijo alzó a su hijo, lo levantó, lo abrazó, lo besó y lo estrechó contra su pecho. Es maravilloso sostener la mano de un padre, pero es incomparablemente mayor ser abrazado por él. Esta es una ilustración de la experiencia del amor de Dios.

*Sabemos* que Dios nos ama a través de la cruz: «Dios demuestra su amor por nosotros en esto: en que cuando todavía éramos pecadores, Cristo murió por nosotros» (Romanos 5:8). *Experimentamos* el amor de Dios a través del Espíritu Santo: «Dios ha derramado su amor en nuestro corazón por el Espíritu Santo que nos ha dado» (5:5).

«Toda la Biblia, observa S. Agustín, no hace más que narrar el amor de Dios» —escribe Raniero Cantalamessa— «Esta es la noticia que sostiene y explica todos las demás, \[…\]. El amor de Dios es la última respuesta a todos los porqués, el porqué del hombre y de la Biblia, porqué la Creación, porqué la Redención, porqué la Encarnación, porqué el sufrimiento humano. Si toda la Biblia, hermanos, se pudiera transformar de palabra escrita en palabra pronunciada, se convertiría en una única voz. Esta voz gritaría, más poderosa que el fragor del mar: DIOS OS AMA, el Padre os ama. Todo lo que Dios hace y dice en la Biblia es amor, incluso la cólera de Dios no es más que amor. Dios es amor, dice S. Juan».

Salmos 86:11-17



1. El amor de Dios es enorme y es personal


Cuando reconoces la grandeza del amor de Dios por ti, tu respuesta es la adoración: «Señor mi Dios, con todo el corazón te alabaré, y por siempre glorificaré tu nombre» (v.12).


David sabía qué era el amor de un Dios personal que cuida de cada individuo. Escribe: «Porque grande es tu amor por mí» (v.13a). Al igual que David, tú eres el «hijo de Dios amado y querido» (v.16, The Message).


La naturaleza de Dios es amar. «Pero tú, Señor, eres Dios clemente y compasivo, lento para la ira, y grande en amor y verdad» (v.15). David ora: «Dame una muestra de tu amor» (v.17). Pidió —a la luz del amor de Dios por él—, tener «integridad de corazón» (v.11b). Quería responder al amor de Dios por él, con un total compromiso de sí mismo hacia Dios.



Señor, eres clemente y compasivo, desbordante de amor y verdad (v.15). Gracias porque Tu amor por mí es tan grande y tan personal. Dame integridad de corazón.


Romanos 4:16-5:11



2. Dios demuestra y derrama Su amor


¿Crees que Dios realmente te ama? El amor de Dios nunca te decepcionará, Él nunca dejará de amarte. Su amor por ti es más grande que tus defectos y quiere que recibas Su amor por fe.


Contrariamente a aquello que mucha gente piensa, Dios te ama y quiere darte vida, Él da «vida a los muertos» (4:17). Dios resucitó a Jesús de entre los muertos: Un día todos los que han muerto, en Cristo, también recibirán vida de resurrección. Mientras tanto, Jesús dijo que él vino para que experimentes la vida y la vida en toda su abundancia (Juan 10:10).


Pablo continúa describiendo la fe de Abraham, quien creyó en la promesa de Dios respecto a que él y su esposa Sara tendrían un hijo, aunque ello ya no fuera humanamente posible.


Aprendemos de Abraham que «ante la promesa de Dios no vaciló como un incrédulo, sino que se reafirmó en su fe y dio gloria a Dios, plenamente convencido de que Dios tenía poder para cumplir lo que había prometido» (Romanos 4:20-21). En otras palabras, Pablo reitera que Abraham fue justificado por la fe.


Pero la justificación por fe no fue solo para Abraham, «sino también para nosotros. Dios tomará en cuenta nuestra fe como justicia, pues creemos en aquel que levantó de entre los muertos a Jesús nuestro Señor» (v.24). Tú también eres justificado por la fe. Jesús «fue entregado a la muerte por nuestros pecados, y resucitó para nuestra justificación» (v.25).


Pablo pasa a hablar de las asombrosas consecuencias de este hecho. Porque al ser «justificados mediante la fe», tenemos «paz con Dios», «tenemos acceso» a Su presencia (5:1-2). Puedes acercarte a Dios y hablar con Él cada día, sabiendo que ya no hay barrera entre tú y Él.


«También nos alegramos al enfrentar pruebas y dificultades» (v.3, NTV). Podemos regocijarnos en nuestros sufrimientos, «porque sabemos que el sufrimiento produce perseverancia; la perseverancia, entereza de carácter; la entereza de carácter, esperanza. Y esta esperanza no nos defrauda, porque Dios ha derramado su amor en nuestro corazón por el Espíritu Santo que nos ha dado» (vv.3-5).


El amor de Dios ha inundado lo más profundo de tu corazón. Esta experiencia del amor de Dios es profunda y abrumadora. Es el ministerio habitual del Espíritu Santo para ayudarte a sentir el amor de Dios. Si nunca has tenido la experiencia del Espíritu Santo llenando lo más profundo de tu corazón, te animaría simplemente a que le pidas a Dios que te llene en este momento.


Pablo tiene aún más que decir sobre el amor de Dios. Asegura que aun cuando estabas contra Dios, Él envió a Jesús a morir por ti. «Pero Dios demuestra su amor por nosotros en esto: en que cuando todavía éramos pecadores, Cristo murió por nosotros» (v.8).


Por ello es que sabes que Dios te ama. El Padre permitió que Su único Hijo fuera tomado de Su regazo y llevado a la cruz. Aunque no lo merecíamos —éramos pecadores impíos— Jesús murió por nosotros. Dios te ama tanto que no escatimó a su propio hijo.


Si Dios te ama tanto, puedes estar seguro de que tu futuro está asegurado. «Porque si, cuando éramos enemigos de Dios, fuimos reconciliados con él mediante la muerte de su Hijo, ¡con cuánta más razón, habiendo sido reconciliados, seremos salvados por su vida!» (v.10).



Señor, te doy gracias por haber muerto por mí. Gracias porque me amas tanto y por lo tanto puedo estar seguro de mi futuro. Te pido que vuelvas a derramar Tu amor en mi corazón por medio del Espíritu Santo, y que me ayudes a sentir Tu profundo amor por mí.


Amós 6:1-7:17



3. El amor de Dios y Su dolor


¿Sabes que la ira de Dios no es nada más que amor? Vemos un ejemplo de eso aquí. La ira de Dios está dirigida hacia los líderes que «llevan una vida fácil» (6:1, DHH):


«¡Ay de los que viven en el lujo!


Y esperan que todos los demás les sirvan!


¡Ay de los que solo viven el hoy,


Indiferentes al destino de los demás!


¡Ay de los hombres y mujeres de mundo,


Que piensan que la vida es una fiesta celebrada sola para ellos!


¡Ay de los adictos a sentirse bien: una vida sin dolor!


Los obsesionados con la buena apariencia: una vida sin arrugas!


Les tiene sin cuidado


que su país se va a arruinar» (vv.4-6, The Message).


El problema no es que disfruten de las cosas buenas de la vida, pues ninguna de ellas es pecaminosa en sí misma. El problema es que no les importa el estado del pueblo de Dios. Dios odia el orgullo y la arrogancia (vv.6,8) que no reconoce nuestra necesidad de Él y nos impide experimentar Su amor por nosotros y amar a los demás como Él los ama.


Si los líderes hubieran amado al pueblo de Dios como Dios los amaba, se habrían afligido porque su país iba a la ruina.


Amós fue un ejemplo de alguien que se preocupaba y que hacía algo, y por eso intercedió por el pueblo (7:1-6).


Amós era una persona del común: «Yo no soy profeta ni hijo de profeta, sino que cuido ovejas y cultivo higueras. Pero el Señor me sacó de detrás del rebaño y me dijo: “Ve y profetiza a mi pueblo Israel”» (vv.14-15). Dios no se contentó viendo simplemente cómo florecía la injusticia, pues amaba a su gente demasiado para aceptar eso; así que, erigió a Amós para advertirles de las consecuencias de lo que estaban haciendo y llamarlos para que volvieran a sus caminos.


Como Amós, queremos orar e interceder por nuestra nación:



«¡Señor mi Dios, te ruego que perdones!» (v.2). En Tu gran amor, ten piedad de nosotros. Gracias por amar a Tu iglesia y por que tienes el poder para dar vida a los muertos (Romanos 4:24). Señor, te rogamos que suscites más personas que oigan Tus palabras y las proclamen con valentía, poder y amor.


Pippa Adds



Amós 6:4a


«Ustedes que se acuestan en camas incrustadas de marfil y se arrellanan en divanes».


¡Tener ocasión de hacerlo sería muy elegante!



References



Nueva Versión Inernacional (NVI)

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Acerca de este Plan

La Biblia con Nicky y Pippa Gumbel 2022

¿Abrumado por la idea de leer la Biblia? Dedique un tiempo cada día a escuchar a Nicky y Pippa Gumbel mientras le explican toda la Biblia en 365 días. Cada día, se explora un tema diferente a través de una selecció...

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Nos gustaría agradecer a Nicky Gumbel por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://alpha.org

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