AgridulceMuestra

Escrito por Ella, 16 años de Georgetown, Texas

Las peleas nunca son divertidas. Tensan y dañan las relaciones, hacen que todos los involucrados se sientan muy mal y que las personas a veces digan cosas que normalmente nunca dirían. El problema es que, en el momento, puede sentirse muy bien gritar las palabras que sabes que harán que la persona con la que estás enfadado se sienta tan mal como tú. Pero una vez que las palabras se han dicho, ya no podemos retractarnos, y el daño está hecho. Puede parecer que nunca nos perdonarán y que la relación está dañada para siempre. Y sí, durante un tiempo, las cosas no podrán ser las mismas debido a la dureza de nuestras palabras. Pero eso es lo que hace a Dios tan bueno. Dios siempre está dispuesto a perdonar. Dios nunca guarda rencor.  

Dios está lleno de gracia y misericordia, y siempre está dispuesto a darnos un nuevo comienzo sin importar lo que hayamos dicho o hecho. 

Hoy, dedica un tiempo a darle gracias a Dios por la misericordia, la gracia y las segundas oportunidades.