Cómo enfrentar el futuro con DiosMuestra

Mirar al futuro

Hay cosas en la vida que son seguras. La muerte y los impuestos son dos de ellas. En el verano de la Florida hay otra cosa que es segura. Lluvias a las 2 p. m. Sucede cada día. Puedes configurar tu reloj con los aguaceros. Sin embargo, a pesar de esta certeza puntual, el meteorólogo dice cada día que hay un cincuenta por ciento de probabilidad de lluvia por las tardes. Quizás el meteorólogo es empleado de la cámara de comercio. Tal vez es solo un cobarde. Uno no necesita un título en meteorología para saber que va a llover cada tarde en la Florida durante el verano. 

Los fariseos en los tiempos de Jesús eran mejores meteorólogos que los de la Florida. Jesús los elogió por su capacidad astuta para pronosticar las señales del cielo. Ellos sabían lo que sabe todo alumno pequeño: «Sol poniente en cielo grana, buen tiempo por la mañana; cielo grana en la alborada, cuidado que el tiempo se enfada».

Pero los fariseos no podían leer las señales de los tiempos. Eran buenos con el clima, pero no vieron la venida del Mesías. Pasaron por alto el cumplimiento del tiempo a pesar de que tenían literalmente miles de profecías bíblicas que convergían en la persona de Cristo. El clero, los teólogos y eruditos profesionales, fueron los más hostiles hacia Jesús.

Jesús le dijo a Sus discípulos que regresaría. Nos advirtió que estuviéramos alerta y vigilantes a las señales de los tiempos. Debemos mirar más allá del cielo grana y buscar el cielo dorado, un cielo que resplandece con la gloria del Rey en Su regreso.

Coram Deo: vivir delante del rostro de Dios

¿Dónde está tu enfoque hoy? ¿Está en las circunstancias temporales de esta vida o en la gloriosa esperanza de la venida de Jesucristo?