La bendición de lo ordinarioMuestra

Bien hecho

Este plan de lectura no se trata de devaluar los grandes actos de fe sino de expandir el círculo de gran fe que incluye actos ordinarios de todos los humanos en todos los espectros, no solo la gente en la delantera. Dios no está pidiéndote que seas famoso, Dios te está pidiendo ser fiel...antes de grandes actos, luego de grandes actos o sin grandes actos.

En Mateo 25 cuando Jesús regresa a ver en qué hemos estado, no parece estar muy preocupado por nuestros logros en el mundo, sino que parece estar interesado más bien en lo que hemos hecho con lo que se nos fue dado, aún cuando es "solo" trabajar en el "campo" o "moliendo el grano". Las palabras que debemos esperar escuchar son "Bien hecho mi buen siervo y fiel", no "Bien hecho, mi buen siervo y exitoso".

El desagrado del Amo con el sirviente de la parábola no es por la falta de dividendos, sino por las razones tras la falta de dividendos. Si contamos la parábola nuevamente el día de hoy, creo que una frase exacta de la excusa del Tipo del Talento sonaría así: "No fue mucho en comparación a todos los demás, así que no hice nada con eso".

En los Evangelios aprendemos del negocio del Amo. Es llevar fruto mientras permanecemos en Jesús al amar como Jesús amó. ¿Cómo puedes amar a los demás en tu ámbito con los dones únicos que Dios te ha dado? ¿Puedes ser fiel en eso?

Fidelidad no es que nunca te canses o que no has cometido algunos errores, significa que estás buscando ser fiel a lo que sabes que es verdadero del corazón del Amo. Cuando metes la pata, no entierres el error como el Tipo del Talento. Sabes que el Amo quiere que lo asumas, así que confiesa y recibe gracia.

Y a veces la fidelidad no significa seguir adelante, sino que significa decir no, tomar un descanso o pedir ayuda. La fidelidad es un maratón, no una carrera de velocidad. Es una carrera, mas no una competencia.

Mañana cerraremos nuestros pensamientos con un concepto final que ubica la fidelidad en el carácter de Dios y el contexto de cada día.