La bendición de lo ordinarioMuestra

Fanáticos fieles

Ojalá el escritor de Hebreos hubiese incluido una vista tras escenas de estos héroes de la fe luego de que ejecutaron sus famosos actos...

Moisés estuvo frente al Mar Rojo y se dividió, pero después tuvo que ser el niñero de un millón de quejones por cuarenta años en el desierto...

Gedeón pasó de ser nadie a liberar el pueblo de Dios, pero luego tuvo que lidiar con un orgullo idólatra...

Noé construyó el arca por décadas, soportó el diluvio y luego se avergonzó a sí mismo ante Dios y su familia...

María crió a Jesús solo para ver a su hijo falsamente acusado por sus líderes religiosos y torturado hasta la muerte por el imperio romano...

Quizás tener una vida familiar "ordinaria" podría significar que no tengas nunca que matar a un Goliat, pero también significa que no tendrás que escapar de un rey asesino viviendo en una cueva. No obstante, lo más grande a darte cuenta es que: Realizar un "gran acto" para Dios no significa que has "llegado" a la parada final de tu fe.

Siempre habrá más, y más siempre incluirá lo cotidiano. El escritor de Hebreos dice que todas estas cosas fueron vividas por fe y cuando murieron ninguno de ellos recibió lo que se le había prometido. El mensaje de Hebreos 11 y 12 es "SEGUIR ADELANTE", no "HAZ ALGO ASOMBROSO".

Cualquier sentido de llegada a un destino final en nuestro viaje de la fe es una ilusión: no hay llegada, solo continuidad, y no seguimos solo como un medio para el fin—la continuidad es ambos el medio y el fin. Seguimos a Jesús un fiel paso tras otro fiel paso, creciendo en amor y en conocimiento.

La vida fiel de la que hablo es la carrera diseñada solo para TI. Solo hubo un David, una Rahab, y hay un solo TÚ. No puedes enfocarte en la carrera que otros están corriendo o qué tan rápido parecen ir; tienes que fijar tus ojos en Jesús y Su gracia para ti en tu próximo paso, lo cual probablemente será una muy pequeña acción que podrías repetir innumerables veces.

Y cuando estás exhausto y necesitas un refuerzo para cumplir con una simple tarea, recuerda la gran nube de testigos, llena de esos que culminaron la carrera, que ahora te rodean y animan...

Imagina a David sosteniendo un cartel que dice "¡Pan y Queso!" y María ondeando un baner que dice: "¡Solo sé Fiel!".