Punto de encuentroMuestra

VIAJAR LIVIANO

Principio 2

“No todo peso es pecado, pero sí todo pecado es un peso”

El versículo de Hebreos 12:1 hace una diferencia entre peso y pecado, es evidente que el pecado nos hace tropezar en la carrera, pero el peso nos hace ir más lento y obviamente nos cansa sin razón. 

Sería bueno meditar en aquellas cosas que quizás no son pecado, pero sí se han convertido en un gran peso en tu vida. Quizás en este punto de tu carrera te sientas frustrado porque te ves como en una caminadora, haciendo mucho esfuerzo, pero sin ir a ningún lado. Hacer una lista de aquellas cosas que sientes que son un peso innecesario para esta carrera te ayudará a identificarlas y permitirte trabajar en ellas, junto con el Espíritu Santo. 

El apóstol Pablo lo puso de esta manera: “todo me es lícito, pero no todo me conviene, todo me es lícito, pero no todo me edifica” 1 Corintios 10:23 RVR1960. Precisamente ese es el punto: aprender a tomar decisiones, no por las cosas que son o no pecado, sino por aquellas cosas que edifican nuestra vida. 

En lo personal, tuve que liberarme de varios pesos que no contribuían en mi carrera: películas, música, relaciones, conversaciones que simplemente no formaban parte de la edificación de la imagen de Cristo en mi vida. 

Consejos prácticos: 

1- Pídele al Espíritu Santo que examine tu corazón, te ayude a identificar todo peso que te está impidiendo avanzar a la velocidad que deberías estar avanzando. Decide deshacerte de todo peso innecesario, viaja liviano.

2- Toma como parámetro de decisión la edificación. No te preguntes si algo es o no pecado, mejor pregúntate: “¿esto me edifica o no?”

Menny Escobar