GenerosidadMuestra

Anhelando un corazón generoso como el de Jesús

La generosidad es el hábito de dar o compartir con los demás sin recibir nada a cambio. La generosidad es una actitud del corazón y podemos aplicarla con diferentes recursos, como nuestro tiempo personal, el dinero o el trabajo.

Quiero compartirte una historia que nos contaba mi abuelita, Leola Spyker. Su papá, es decir, mi tatarabuelo y sus hermanos emigraron de Suecia hacia Estados Unidos en los años 1800. En esa época, estaban poblando el este y medio oeste de Estados Unidos, por lo que a la gente que llegaba a los puertos para pedir ciudadanía o simplemente entrar al país, les eran dadas tierras en estos dos lugares.

A los cinco hermanos les dieron tierras en Michigan y se dividieron la tierra en cinco partes y mi tatarabuelo dijo: “Yo quiero que la iglesia esté en mi terreno”. Como apenas estaban plantando y trabajando la tierra, desarrollaron un sistema para seguir honrando a Dios con lo que ellos tenían para construir la iglesia y, en esa iglesia, años después, mi abuela fue llamada a las misiones: la enviaron y apoyaron cuando vino por primera vez a Michoacán a predicar la Palabra de Dios.

En la historia de mis tatarabuelos, ellos pusieron a Dios primero al levantar la iglesia, fueron generosos con lo que tenían y, gracias a eso, ahora tenemos un lugar para reunirnos como familia.

Jesús fue generoso al entregar su vida para darnos libertad y salvación y amó a los que sabía que lo negarían o se alejarían. Cuando tengo esa revelación, se vuelve posible dar sin esperar a cambio porque tengo a Jesús en mí, se vuelve deseable dar porque quiero un corazón como el de Jesús.

Jesús fue generoso al darlo todo por nosotros en la cruz, así como mis tatarabuelos dieron su esfuerzo al construir una iglesia misionera. Más Vida existe porque cinco suecos fueron justos, fueron generosos.

Quiero animarte a que, durante los próximos días, veamos cómo podemos ser generosos con los demás en diferentes formas en medio de estos tiempos de incertidumbre.

Oración

Señor, gracias por este nuevo día que me has dado, gracias porque sé que estoy protegido por ti. Te pido que me ayudes a entender que el justo es generoso, que la generosidad no siempre se trata de temas económicos y que me enseñes las diferentes maneras en las que puedo practicar la justicia y la generosidad. Gracias por tu amor inigualable y por lo que has hecho en mi vida. En el nombre de tu hijo Jesús, amén.