Días grisesMuestra

Muchos lo definen como un pasaje oscuro, un pasaje que se vuelve interminable donde no hay colores, donde no hay risa ni caricia que te levante. 

He aprendido que la depresión es una enfermedad, como un cáncer que puede tornarse más grande y esparcirse en tu cuerpo. Los daños no se ven físicamente, pero si emocionalmente. Te ves entero por fuera, pero por dentro estás destrozado, con el alma partida. 

Entiendo que no le encuentres colores a los días ni sabor a la vida. Entiendo que a pesar de que caminas a plena luz del día siempre sientes que en ti todo es de noche y que ese vacío te desgarre el alma. ¡Cómo no voy a entenderte! Sé que sientes un tedio insoportable donde la angustia se siente densa y gritas como lo hizo David: “¡Dios mío, porque me abandonaste!”. Sientes que no puedes más, que ya no puedes seguir porque haces intentos en vano. Intentos que no resultan en nada y, en vez de sentirte lleno, te sientes más vacío.

La voz de Dios sigue siendo la misma, las palabras de Dios siguen siendo las mismas para ti y, en medio de ese ruido y de esa tormenta donde la lluvia es intensa (en medio de esas veces que no escuchas nada), Dios te dice: No te he abandonado, ¡¡No te rindas!!

No es casualidad que estés leyendo esto. Este día deseo que sientas algo mucho mejor que cualquier ministración de hombre, quiero que sientas el abrazo del Padre, ese abrazo que te vuelve a armar y con un susurro al oído te dice: "¡Te amo! y te lo vuelve a decir para que no te quede duda: ¡Te amo!".

No tengo idea de cómo te sientes: a lo mejor llevas años lidiando con eso, pero créeme, no existen las casualidades. Amigo(a) no te rindas, hay mejores días y saldrás de esta. Te lo aseguro. Hay un propósito mayor en tu vida: aunque todo lo veas nublado, aunque no veas nada, Dios dice: “Yo pensé en ti antes de la fundación del mundo”. ¿No te parece increíble que Aquel que creó el universo, que le dio forma a la creación, ahora te diga que pensó en ti?

¡Él piensa en ti! No lo olvides.