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Ser parte de una familia puede ser difícil. Ya sea por pelear con tu hermano o por discutir con tus padres, puede ser fácil guardar rencor o estar enojado con los más cercanos a ti. Pero en el versículo de hoy, Pablo nos recuerda que aunque ser parte de una familia puede ser difícil, también requiere lo mejor de nosotros. Lo que quiere decir es que aunque tu familia te frustre, puedes elegir renunciar a vengarte de los demás y en su lugar, puedes elegir el perdón. Hacerlo le mostrará a tu familia cómo es poner tu fe en acción, incluso cuando sea difícil. ¿Hay alguien en tu familia que te frustre? Ora que Dios te ayude a elegir la paz y el perdón con ellos esta semana.