La Esencia De La OraciónMuestra

Recuerdo bien el momento en que la oración era para mí algo repetitivo y en oportunidades hasta sin sentido. El problema principal era que este tipo de oraciones no reflejaban lo que realmente había en mi corazón. Intenté leer oraciones escritas de otras personas, pero al final seguía desvinculado de lo que realmente sentía y necesitaba en ese instante. Por momentos tuve la impresión de que mis oraciones entraban en una especie de vacío donde permanecían sin respuesta. 

El ambiente de la iglesia con la música y la adoración me ayudaron a tranquilizarme por momentos, pero seguía buscando. ¡Deseaba que Dios respondiera a mis oraciones! No comprendía que la oración era una conversación continua; orar en el espíritu incluía toda forma de oración, ya sea agradecimientos, adoración, o intercesión, no solo peticiones a Dios. 

Me estaba perdiendo algo que no lograba entender en ese momento, a saber, la conciencia de que la oración es un momento de encuentro personal con Dios. Orar era mucho más que hablar de forma unilateral, la oración era una conversación de doble vía. Al orar podía confiar en que el Señor me respondiera a través de las escrituras, gracias a la intervención del Espíritu Santo en mi vida.

¿Te ha pasado algo similar en algún momento?