Dios en nuestras oracionesMuestra

Seguimos con la oración de Jonás. Recordemos que Jonás está dentro del gran pez, no hay esperanza, cómo crees que saldrá de ahí. Así llegamos nosotros a esas circunstancias de la vida que no tienen una salida humana. Pero es que cuando no hay salida humana, viene el rescate divino.

Créeme, viene, nunca te dejará tirada o tirado donde estas, si acudes a Él, rescatará tu vida de donde estés. Pero debes acudir a Él. Como dice Jonás en su oración, “Cuando dentro de mí desfallecía mi alma, me acordé de ti”, es que hasta que los horrores de nuestros caminos nos llevan al punto de desfallecer, es ahí cuando nos acordamos de Dios; recordamos que Él esta ahí, que nos oye aun cuando seamos tan necios, aun cuando nos damos unas pequeñas “vacaciones en la obediencia” para portarnos mal. Él está ahí, solo tenemos que acordarnos.

Como lo dice en Miqueas 3.8 “El Señor ya te ha dicho, oh hombre, en qué consiste lo bueno y qué es lo que él espera de ti…”.  Acuérdate de Dios, es el momento de acudir a Él con la seguridad de que nuestras oraciones llegan hasta su presencia.