ZACARÍAS 11:4-5
ZACARÍAS 11:4-5 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
Así dice el SEÑOR mi Dios: «Cuida de las ovejas destinadas al matadero. Quienes las compran las matan impunemente y quienes las venden dicen: “¡Bendito sea el SEÑOR, porque me he enriquecido!”. Ni sus propios pastores se compadecen de ellas.
ZACARÍAS 11:4-5 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
El Dios todopoderoso me dio este mensaje: «Ve y cuida de las ovejas que serán llevadas al matadero. Los que las compran las matan sin ninguna compasión; los que las venden dicen “¡Gracias a Dios ya soy rico!”; y ni siquiera sus propios pastores se compadecen de ellas.
ZACARÍAS 11:4-5 Reina Valera Contemporánea (RVC)
Así me dijo el Señor mi Dios: «Cuida de las ovejas que van al matadero, a las que ni sus pastores compadecen; a las que sus compradores matan sin sentirse culpables, y quienes las venden, exclaman: “¡Bendito sea el Señor, pues ahora soy rico!”
ZACARÍAS 11:4-5 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
Esto me dijo el Señor mi Dios: «Cuida las ovejas destinadas al matadero. Los compradores las matan sin sentirse culpables, y los vendedores dicen: “¡Gracias al Señor, ya soy rico!” Ni siquiera sus propios pastores tienen compasión de ellas.
ZACARÍAS 11:4-5 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
Así ha dicho Jehová mi Dios: Apacienta las ovejas de la matanza, a las cuales matan sus compradores, y no se tienen por culpables; y el que las vende, dice: Bendito sea Jehová, porque he enriquecido; ni sus pastores tienen piedad de ellas.
ZACARÍAS 11:4-5 La Biblia de las Américas (LBLA)
Así dice el SEÑOR mi Dios: Apacienta las ovejas destinadas para la matanza. Los que las compran las matan y salen impunes, y el que las vende dice: «¡Bendito sea el SEÑOR, porque me he enriquecido!»; y ni sus propios pastores se compadecen de ellas.
ZACARÍAS 11:4-5 Nueva Traducción Viviente (NTV)
El SEÑOR mi Dios dice: «Ve y cuida del rebaño que está destinado para el matadero. Los compradores matan a las ovejas sin remordimiento. Los vendedores dicen: “¡Gloria al SEÑOR! ¡Ahora soy rico!”. Ni siquiera los pastores tienen compasión de las ovejas.