ROMANOS 9:13-16
ROMANOS 9:13-16 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
Y así está escrito: «Amé a Jacob, pero aborrecí a Esaú». ¿Qué concluiremos? ¿Acaso es Dios injusto? ¡De ninguna manera! Es un hecho que a Moisés le dice: «Tendré misericordia de quien quiera tenerla y seré compasivo con quien quiera serlo». Por lo tanto, la elección no depende del deseo ni del esfuerzo humano, sino de la misericordia de Dios.
ROMANOS 9:13-16 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
Como está escrito: A Jacob amé, mas a Esaú aborrecí. ¿Qué, pues, diremos? ¿Que hay injusticia en Dios? En ninguna manera. Pues a Moisés dice: Tendré misericordia del que yo tenga misericordia, y me compadeceré del que yo me compadezca. Así que no depende del que quiere, ni del que corre, sino de Dios que tiene misericordia.
ROMANOS 9:13-16 Nueva Traducción Viviente (NTV)
Como dicen las Escrituras: «Amé a Jacob, pero rechacé a Esaú». ¿Estamos diciendo, entonces, que Dios fue injusto? ¡Por supuesto que no! Pues Dios le dijo a Moisés: «Tendré misericordia de quien yo quiera y mostraré compasión con quien yo quiera». Por lo tanto, es Dios quien decide tener misericordia. No depende de nuestro deseo ni de nuestro esfuerzo.
ROMANOS 9:13-16 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
Y así está escrito: «Amé a Jacob, pero aborrecí a Esaú». ¿Qué concluiremos? ¿Acaso es Dios injusto? ¡De ninguna manera! Es un hecho que a Moisés le dice: «Tendré misericordia de quien quiera tenerla y seré compasivo con quien quiera serlo». Por lo tanto, la elección no depende del deseo ni del esfuerzo humano, sino de la misericordia de Dios.
ROMANOS 9:13-16 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
Como dice la Biblia: «Preferí a Jacob, y no a Esaú.» ¿Y por eso vamos a decir que Dios es injusto? ¡Claro que no! Porque Dios le dijo a Moisés: «Yo tendré compasión de quien yo quiera tenerla.» Así que la elección de Dios no depende de que alguien quiera ser elegido, o se esfuerce por serlo. Más bien, depende de que Dios le tenga compasión.
ROMANOS 9:13-16 Reina Valera Contemporánea (RVC)
Como está escrito: «A Jacob amé, pero a Esaú aborrecí.» Entonces, ¿qué diremos? ¿Que Dios es injusto? ¡De ninguna manera! Porque Dios dijo a Moisés: «Tendré misericordia del que yo quiera, y me compadeceré del que yo quiera.» Así pues, no depende de que el hombre quiera o se esfuerce, sino de que Dios tenga misericordia.
ROMANOS 9:11-16 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
y antes que ellos nacieran, cuando aún no habían hecho nada, ni bueno ni malo, Dios anunció a Rebeca: «El mayor será siervo del menor.» Lo cual también está de acuerdo con la Escritura que dice: «Amé a Jacob y aborrecí a Esaú.» Así quedó confirmado el derecho que Dios tiene de escoger, de acuerdo con su propósito, a los que quiere llamar, sin tomar en cuenta lo que hayan hecho. ¿Diremos por eso que Dios es injusto? ¡Claro que no! Porque Dios dijo a Moisés: «Tendré misericordia de quien yo quiera, y tendré compasión también de quien yo quiera.» Así pues, no depende de que el hombre quiera o se esfuerce, sino de que Dios tenga compasión.
ROMANOS 9:13-16 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
Como está escrito: A Jacob amé, mas a Esaú aborrecí. ¿Qué, pues, diremos? ¿Que hay injusticia en Dios? En ninguna manera. Pues a Moisés dice: Tendré misericordia del que yo tenga misericordia, y me compadeceré del que yo me compadezca. Así que no depende del que quiere, ni del que corre, sino de Dios que tiene misericordia.
ROMANOS 9:13-16 La Biblia de las Américas (LBLA)
Tal como está escrito: A JACOB AMé, PERO A ESAú ABORRECí. ¿Qué diremos entonces? ¿Que hay injusticia en Dios? ¡De ningún modo! Porque Él dice a Moisés: TENDRé MISERICORDIA DEL QUE YO TENGA MISERICORDIA, Y TENDRé COMPASIóN DEL QUE YO TENGA COMPASIóN. Así que no depende del que quiere ni del que corre, sino de Dios que tiene misericordia.
ROMANOS 9:13-16 Nueva Traducción Viviente (NTV)
Como dicen las Escrituras: «Amé a Jacob, pero rechacé a Esaú». ¿Estamos diciendo, entonces, que Dios fue injusto? ¡Por supuesto que no! Pues Dios le dijo a Moisés: «Tendré misericordia de quien yo quiera y mostraré compasión con quien yo quiera». Por lo tanto, es Dios quien decide tener misericordia. No depende de nuestro deseo ni de nuestro esfuerzo.