Apocalipsis 3:10-11
Apocalipsis 3:10-11 Reina Valera Contemporánea (RVC)
Por cuanto has obedecido mi mandamiento de ser perseverante, yo también te protegeré a la hora de la prueba, la cual vendrá sobre el mundo entero para poner a prueba a cuantos habitan en la tierra. Ya pronto vengo. Lo que tienes, no lo sueltes, y nadie te quitará tu corona.
Apocalipsis 3:10-11 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
Has cumplido mi mandamiento de ser constante, y por eso yo te protegeré de la hora de prueba que va a venir sobre el mundo entero para poner a prueba a todos los que viven en la tierra. Vengo pronto. Conserva lo que tienes, para que nadie te arrebate tu premio.
Apocalipsis 3:10-11 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
Por cuanto has guardado la palabra de mi paciencia, yo también te guardaré de la hora de la prueba que ha de venir sobre el mundo entero, para probar a los que moran sobre la tierra. He aquí, yo vengo pronto; retén lo que tienes, para que ninguno tome tu corona.
Apocalipsis 3:10-11 La Biblia de las Américas (LBLA)
Porque has guardado la palabra de mi perseverancia, yo también te guardaré de la hora de la prueba, esa hora que está por venir sobre todo el mundo para poner a prueba a los que habitan sobre la tierra. Vengo pronto; retén firme lo que tienes, para que nadie tome tu corona.
Apocalipsis 3:10-11 Nueva Traducción Viviente (NTV)
»Dado que has obedecido mi mandato de perseverar, yo te protegeré del gran tiempo de prueba que vendrá sobre el mundo entero para probar a los que pertenecen a este mundo. Yo vengo pronto. Aférrate a lo que tienes, para que nadie te quite tu corona.
Apocalipsis 3:10-11 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
Ya que has guardado mi mandato de ser constante, yo por mi parte te guardaré de la hora de prueba, que vendrá sobre el mundo entero para poner a prueba a los que viven en la tierra. »Vengo pronto. Aférrate a lo que tienes, para que nadie te quite la corona.
Apocalipsis 3:10-11 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
’Todos en el mundo tendrán dificultades y sufrimientos. Pero a ti te protegeré, porque tú me obedeciste cuando te ordené que no dejaras de confiar en mí. Pronto regresaré. Sigue creyendo fielmente en mí, y así nadie te quitará tu premio.