SALMOS 92:10-12
SALMOS 92:10-12 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
Me has dado las fuerzas de un toro salvaje; me has ungido con el mejor aceite. Me has hecho ver la caída de mis adversarios y oír la derrota de mis malvados enemigos. Como palmeras florecen los justos; como cedros del Líbano crecen.
SALMOS 92:10-13 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
10 (11) Tú has llenado mi vida de poder; de ti he recibido un trato especial, 11 (12) y he podido presenciar la derrota de mis enemigos. 12-13 (13-14) Dios nuestro, en tu presencia la gente buena crece y prospera como palmeras bien plantadas, ¡como los cedros del Líbano!
SALMOS 92:10-12 Reina Valera Contemporánea (RVC)
Pero tú me darás las fuerzas del búfalo, y me ungirás con aceite fresco. Mis ojos verán la derrota de mis enemigos; ¡mis oídos oirán los gritos de angustia de mis adversarios! Los justos florecerán como las palmeras; crecerán como los cedros del Líbano.
SALMOS 92:10-12 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
10 (11) Tú aumentas mis fuerzas como las fuerzas de un toro, y viertes perfume sobre mi cabeza. 11 (12) He de ver cómo caen mis enemigos; ¡he de oír las quejas de esos malvados! 12 (13) Los buenos florecen como las palmas y crecen como los cedros del Líbano.
SALMOS 92:10-12 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
Pero tú aumentarás mis fuerzas como las del búfalo; Seré ungido con aceite fresco. Y mirarán mis ojos sobre mis enemigos; Oirán mis oídos de los que se levantaron contra mí, de los malignos. El justo florecerá como la palmera; Crecerá como cedro en el Líbano.
SALMOS 92:10-12 La Biblia de las Américas (LBLA)
¶Pero tú has exaltado mi poder como el del búfalo; he sido ungido con aceite fresco. Mis ojos satisfechos han mirado a los que me acechaban, y oyen mis oídos de los malhechores que se levantan contra mí. El justo florecerá como la palma, crecerá como cedro en el Líbano.
SALMOS 92:10-12 Nueva Traducción Viviente (NTV)
Pero tú me has hecho fuerte como un buey salvaje; me has ungido con el mejor aceite. Mis ojos vieron la caída de mis enemigos; mis oídos escucharon la derrota de mis perversos oponentes. Pero los justos florecerán como palmeras y se harán fuertes como los cedros del Líbano