SALMOS 30:6-10
SALMOS 30:6-10 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
Cuando me sentí seguro, exclamé: «Jamás caeré». Tú, SEÑOR, en tu buena voluntad, me exaltaste como monte poderoso; pero cuando escondiste tu rostro, yo quedé angustiado. A ti clamo, SEÑOR Soberano; a ti me vuelvo suplicante. ¿Qué ganas tú con que yo muera, con que descienda yo al sepulcro? ¿Acaso el polvo te alabará o proclamará tu verdad? Oye, SEÑOR; compadécete de mí. ¡Sé tú, SEÑOR, mi ayuda!
SALMOS 30:6-10 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
6 (7) Yo vivía tan tranquilo que hasta llegué a pensar que jamás fracasaría. 7 (8) Tú, mi Dios, en tu bondad, me habías puesto en lugar seguro, pero me diste la espalda y me quedé lleno de espanto. 8 (9) Dios mío, te estoy llamando; escucha mis ruegos. 9 (10) ¡Nada ganas con mi muerte! ¡Nada ganas con verme en la tumba! ¡Los muertos no pueden alabarte ni hablar de tu verdad! 10 (11) Mi Señor y Dios, ¡escúchame y tenme compasión! ¡No me niegues tu ayuda!
SALMOS 30:6-10 Reina Valera Contemporánea (RVC)
En mi prosperidad llegué a pensar que nunca conocería la derrota. Y es que tú, Señor, con tu bondad, me mantenías firme como un baluarte. Pero me diste la espalda, y quedé aterrado. A ti, Señor, seguiré clamando, y jamás dejaré de suplicarte. ¿Qué ganas con que yo muera, con que baje yo al sepulcro? ¿Acaso el polvo podrá alabarte? ¿Acaso el polvo proclamará tu verdad? ¡Escúchame, Señor, y tenme compasión! ¡Nunca dejes, Señor, de ayudarme!
SALMOS 30:6-10 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
6 (7) Yo me sentí seguro, y pensé: «Nada me hará caer jamás.» 7 (8) Pero tú, Señor, en tu bondad me habías afirmado en lugar seguro, y apenas me negaste tu ayuda el miedo me dejó confundido. 8 (9) A ti, Señor, clamo; a ti, Señor, suplico: 9 (10) ¿Qué se gana con que yo muera, con que sea llevado al sepulcro? ¡El polvo no puede alabarte ni hablar de tu fidelidad! 10 (11) Señor, óyeme y ten compasión de mí; Señor, ¡ayúdame!
SALMOS 30:6-10 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
En mi prosperidad dije yo: No seré jamás conmovido, Porque tú, Jehová, con tu favor me afirmaste como monte fuerte. Escondiste tu rostro, fui turbado. A ti, oh Jehová, clamaré, Y al Señor suplicaré. ¿Qué provecho hay en mi muerte cuando descienda a la sepultura? ¿Te alabará el polvo? ¿Anunciará tu verdad? Oye, oh Jehová, y ten misericordia de mí; Jehová, sé tú mi ayudador.
SALMOS 30:6-10 La Biblia de las Américas (LBLA)
¶Y en mi prosperidad yo dije: Jamás seré conmovido. Oh SEÑOR, con tu favor has hecho que mi monte permanezca fuerte; tú escondiste tu rostro, fui conturbado. A ti, oh SEÑOR, clamé, y al Señor dirigí mi súplica: ¿Qué provecho hay en mi sangre si desciendo al sepulcro? ¿Acaso te alabará el polvo? ¿Anunciará tu fidelidad? ¶Escucha, oh SEÑOR, y ten piedad de mí; oh SEÑOR, sé tú mi socorro.
SALMOS 30:6-10 Nueva Traducción Viviente (NTV)
Cuando yo tenía prosperidad, decía: «¡Ahora nada puede detenerme!». Tu favor, oh SEÑOR, me hizo tan firme como una montaña; después te apartaste de mí, y quedé destrozado. A ti clamé, oh SEÑOR. Le supliqué al Señor que tuviera misericordia, diciéndole: «¿Qué ganarás si me muero, si me hundo en la tumba? ¿Acaso podrá mi polvo alabarte? ¿Podrá hablar de tu fidelidad? Escúchame, SEÑOR, y ten misericordia de mí; ayúdame, oh SEÑOR».