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Salmos 19:1-14

Salmos 19:1-14 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)

Los cielos cuentan la gloria de Dios; la expansión proclama la obra de sus manos. Un día transmite el mensaje al otro día; una noche a la otra comparte sabiduría. Sin palabras, sin lenguaje, sin una voz perceptible, por toda la tierra resuena su eco; sus palabras llegan hasta los confines del mundo. Dios ha establecido en los cielos un hogar para el sol. Y este, como novio que sale de la cámara nupcial, se regocija, cual poderoso guerrero, al recorrer su camino. Sale de un extremo de los cielos y, en su recorrido, llega al otro extremo, sin que nada se libre de su calor. La Ley del SEÑOR es perfecta: infunde nuevo aliento. El mandato del SEÑOR es digno de confianza: da sabiduría al sencillo. Los preceptos del SEÑOR son rectos: traen alegría al corazón. El mandamiento del SEÑOR es claro: da luz a los ojos. El temor del SEÑOR es puro: permanece para siempre. Las ordenanzas del SEÑOR son verdaderas: todas ellas son justas. Son más deseables que el oro, más que mucho oro refinado; son más dulces que la miel, la miel que destila del panal. Por ellas queda advertido tu siervo; quien las obedece recibe una gran recompensa. ¿Quién está consciente de sus propios errores? ¡Perdóname aquellos de los que no estoy consciente! Libra, además, a tu siervo de pecar a sabiendas; no permitas que tales pecados me dominen. Entonces seré íntegro, inocente de un gran pecado. Sean, pues, aceptables ante ti mis palabras y mis meditaciones oh SEÑOR, mi roca y mi redentor.

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Salmos 19:1-14 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)

1 (2) El cielo azul nos habla de la grandeza de Dios y de todo lo que ha hecho. 2 (3) Los días y las noches lo comentan entre sí. 3 (4) Aunque no hablan ni dicen nada, ni se oye un solo sonido, 4 (5) sus palabras recorren toda la tierra y llegan hasta el fin del mundo. En el cielo Dios ha puesto una casa para el sol. 5 (6) Y sale el sol de su casa feliz como un novio; alegre como un atleta, se dispone a recorrer su camino. 6 (7) Sale por un lado y se oculta por el otro, sin que nada ni nadie se libre de su calor. 7 (8) La ley de Dios es perfecta, y nos da nueva vida. Sus mandatos son dignos de confianza, pues dan sabiduría a los jóvenes. 8 (9) Las normas de Dios son rectas y alegran el corazón. Sus mandamientos son puros y nos dan sabiduría. 9 (10) La palabra de Dios es limpia y siempre se mantiene firme. Sus decisiones son al mismo tiempo verdaderas y justas. 10 (11) Yo prefiero sus decisiones más que montones de oro, me endulzan la vida más que la miel del panal. 11 (12) Me sirven de advertencia; el premio es grande si uno cumple con ellas. 12 (13) Nadie parece darse cuenta de los errores que comete. ¡Perdóname, Dios mío, los pecados que cometo sin darme cuenta! 13 (14) ¡Líbrame del orgullo! ¡No dejes que me domine! ¡Líbrame de la desobediencia para no pecar contra ti! 14 (15) ¡Tú eres mi Dios y mi protector! ¡Tú eres quien me defiende! ¡Recibe, pues, con agrado lo que digo y lo que pienso!

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Salmos 19:1-14 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)

1 (2) El cielo proclama la gloria de Dios; de su creación nos habla la bóveda celeste. 2 (3) Los días se lo cuentan entre sí; las noches hacen correr la voz. 3 (4) Aunque no se escuchan palabras ni se oye voz alguna, 4 (5) su mensaje llega a toda la tierra, hasta el último rincón del mundo. Allí Dios puso un lugar para el sol, 5 (6) y este sale como un novio de la habitación nupcial, y se alegra como un atleta al emprender su camino. 6 (7) Sale el sol por un lado del cielo y da la vuelta hasta llegar al otro, sin que nada pueda huir de su calor. 7 (8) La enseñanza del Señor es perfecta, porque da nueva vida. El mandato del Señor es fiel, porque hace sabio al hombre sencillo. 8 (9) Los preceptos del Señor son justos, porque traen alegría al corazón. El mandamiento del Señor es puro y llena los ojos de luz. 9 (10) El temor del Señor es limpio y permanece para siempre. Los decretos del Señor son verdaderos, todos ellos son justos, 10 (11) ¡son de más valor que el oro fino!, ¡son más dulces que la miel del panal! 11 (12) Son también advertencias a este siervo tuyo, y le es provechoso obedecerlas. 12 (13) ¿Quién se da cuenta de sus propios errores? ¡Perdona, Señor, mis faltas ocultas! 13 (14) Quítale el orgullo a tu siervo; no permitas que el orgullo me domine. Así seré un hombre sin tacha; estaré libre de gran pecado. 14 (15) Sean aceptables a tus ojos mis palabras y mis pensamientos, oh Señor, refugio y libertador mío.

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Salmos 19:1-14 La Biblia de las Américas (LBLA)

Los cielos proclaman la gloria de Dios, y la expansión anuncia la obra de sus manos. Un día transmite el mensaje al otro día, y una noche a la otra noche revela sabiduría. No hay mensaje, no hay palabras; no se oye su voz. Mas por toda la tierra salió su voz, y hasta los confines del mundo sus palabras. En ellos puso una tienda para el sol, y este, como un esposo que sale de su alcoba, se regocija cual hombre fuerte al correr su carrera. De un extremo de los cielos es su salida, y su curso hasta el otro extremo de ellos; y nada hay que se esconda de su calor. La ley del SEÑOR es perfecta, que restaura el alma; el testimonio del SEÑOR es seguro, que hace sabio al sencillo. Los preceptos del SEÑOR son rectos, que alegran el corazón; el mandamiento del SEÑOR es puro, que alumbra los ojos. El temor del SEÑOR es limpio, que permanece para siempre; los juicios del SEÑOR son verdaderos, todos ellos justos; deseables más que el oro; sí, más que mucho oro fino, más dulces que la miel y que el destilar del panal. Además, tu siervo es amonestado por ellos; en guardarlos hay gran recompensa. ¿Quién puede discernir sus propios errores? Absuélveme de los que me son ocultos. Guarda también a tu siervo de pecados de soberbia; que no se enseñoreen de mí. Entonces seré íntegro, y seré absuelto de gran transgresión. Sean gratas las palabras de mi boca y la meditación de mi corazón delante de ti, oh SEÑOR, roca mía y redentor mío.

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Salmos 19:1-14 Nueva Traducción Viviente (NTV)

Los cielos proclaman la gloria de Dios y el firmamento despliega la destreza de sus manos. Día tras día no cesan de hablar; noche tras noche lo dan a conocer. Hablan sin sonidos ni palabras; su voz jamás se oye. Sin embargo, su mensaje se ha difundido por toda la tierra y sus palabras, por todo el mundo. Dios preparó un hogar para el sol en los cielos, y este irrumpe como un novio radiante luego de su boda. Se alegra como un gran atleta, ansioso por correr la carrera. El sol sale de un extremo de los cielos y sigue su curso hasta llegar al otro extremo; nada puede ocultarse de su calor. Las enseñanzas del SEÑOR son perfectas; reavivan el alma. Los decretos del SEÑOR son confiables; hacen sabio al sencillo. Los mandamientos del SEÑOR son rectos; traen alegría al corazón. Los mandatos del SEÑOR son claros; dan buena percepción para vivir. La reverencia al SEÑOR es pura; permanece para siempre. Las leyes del SEÑOR son verdaderas; cada una de ellas es imparcial. Son más deseables que el oro, incluso que el oro más puro. Son más dulces que la miel, incluso que la miel que gotea del panal. Sirven de advertencia para tu siervo, una gran recompensa para quienes las obedecen. ¿Cómo puedo conocer todos los pecados escondidos en mi corazón? Límpiame de estas faltas ocultas. ¡Libra a tu siervo de pecar intencionalmente! No permitas que estos pecados me controlen. Entonces estaré libre de culpa y seré inocente de grandes pecados. Que las palabras de mi boca y la meditación de mi corazón sean de tu agrado, oh SEÑOR, mi roca y mi redentor.

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