Salmos 17:8-15
Salmos 17:8-15 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
Protégeme como a la niña de tus ojos, escóndeme bajo la sombra de tus alas de los malvados que me atacan, de los enemigos que me han cercado. Han cerrado su insensible corazón y profieren insolencias con su boca. Vigilan de cerca mis pasos, prestos a derribarme. Parecen leones ávidos de presa, leones que yacen al acecho. ¡Levántate, SEÑOR, enfréntate a ellos! ¡Derrótalos! ¡Con tu espada rescátame de los malvados! ¡Con tu mano, SEÑOR, sálvame de estos mortales que no tienen más herencia que esta vida! Con tus tesoros les has llenado el vientre, sus hijos han tenido abundancia y hasta ha sobrado para sus descendientes. Pero yo en justicia veré tu rostro; cuando despierte, estaré satisfecho al contemplar tu semejanza.
Salmos 17:8-15 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
Cuídame como a tus propios ojos, pues me atacan los malvados; escóndeme bajo tus alas, pues los que quieren matarme ya me tienen rodeado. No tienen sentimientos, hablan solo para ofenderme. Me siguen muy de cerca, no dejan de vigilarme, quieren hacerme caer. Parecen leones en su escondite, en espera de su presa. ¡Vamos, Dios mío! ¡Enfréntate a ellos y derrótalos! ¡Echa mano a la espada y sálvame de esos malvados! ¡Sálvame con tu poder! ¡Sálvame de esta gente que todo lo tiene! Mándales todos los castigos que les tienes reservados, pero castiga también a sus hijos y a sus nietos. Yo, por mi parte, he de quedar satisfecho cuando me declares inocente. ¡Despertar y verme en tu presencia será mi mayor alegría!
Salmos 17:8-15 Reina Valera Contemporánea (RVC)
¡Cuídame como a la niña de tus ojos! ¡Escóndeme bajo la sombra de tus alas! ¡No dejes que me vean mis malvados enemigos, los opresores que quieren quitarme la vida! Se regodean en su soberbia, y profieren palabras insolentes. Me tienen rodeado por completo, y solo esperan verme caer por tierra. Parecen leones que esperan a su presa; parecen cachorros, echados en su escondite. ¡Reacciona, Señor! ¡Enfréntate a ellos, y ponlos en vergüenza! ¡Con tu espada, ponme a salvo de esos malvados! ¡Con tu mano, Señor, sálvame de estos malvados que viven obsesionados con los bienes de este mundo! ¡Ya los has saciado con tus riquezas, y hasta les sobra para sus hijos más pequeños! A mí me bastará con ver tu rostro de justicia; ¡satisfecho estaré al despertar y contemplarte!
Salmos 17:8-15 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
Cuídame como a la niña de tus ojos; protégeme bajo la sombra de tus alas de los malvados que me atacan, ¡de los enemigos mortales que me rodean! Son engreídos, hablan con altanería; han seguido de cerca mis pasos esperando el momento de echarme por tierra. Parecen leones, feroces leones que agazapados en su escondite esperan con ansias dar el zarpazo. Levántate, Señor, ¡enfréntate con ellos! ¡Hazles doblar las rodillas! Con tu espada, ponme a salvo del malvado; con tu poder, Señor, líbrame de ellos; ¡arrójalos de este mundo, que es su herencia en esta vida! Deja que ellos se llenen de riquezas, que sus hijos coman hasta que revienten, y que aún sobre para sus nietos. Pero yo, en verdad, quedaré satisfecho con mirarte cara a cara, ¡con verme ante ti cuando despierte!
Salmos 17:8-15 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
Guárdame como a la niña de tus ojos; Escóndeme bajo la sombra de tus alas, De la vista de los malos que me oprimen, De mis enemigos que buscan mi vida. Envueltos están con su grosura; Con su boca hablan arrogantemente. Han cercado ahora nuestros pasos; Tienen puestos sus ojos para echarnos por tierra. Son como león que desea hacer presa, Y como leoncillo que está en su escondite. Levántate, oh Jehová; Sal a su encuentro, póstrales; Libra mi alma de los malos con tu espada, De los hombres con tu mano, oh Jehová, De los hombres mundanos, cuya porción la tienen en esta vida, Y cuyo vientre está lleno de tu tesoro. Sacian a sus hijos, Y aun sobra para sus pequeñuelos. En cuanto a mí, veré tu rostro en justicia; Estaré satisfecho cuando despierte a tu semejanza.
Salmos 17:8-15 La Biblia de las Américas (LBLA)
Guárdame como a la niña de tus ojos; escóndeme a la sombra de tus alas de los impíos que me despojan, de mis enemigos mortales que me rodean. Han cerrado su insensible corazón; hablan arrogantemente con su boca. Ahora nos han cercado en nuestros pasos; fijan sus ojos para echarnos por tierra, como león que ansía despedazar, como leoncillo que acecha en los escondrijos. Levántate, SEÑOR, sal a su encuentro, derríbalo; con tu espada libra mi alma del impío, de los hombres, con tu mano, oh SEÑOR, de los hombres del mundo, cuya porción está en esta vida, y cuyo vientre llenas de tu tesoro; se llenan de hijos, y dejan lo que les sobra a sus pequeños. En cuanto a mí, en justicia contemplaré tu rostro; al despertar, me saciaré cuando contemple tu imagen.
Salmos 17:8-15 Nueva Traducción Viviente (NTV)
Cuídame como cuidarías tus propios ojos; escóndeme bajo la sombra de tus alas. Protégeme de los perversos que me atacan, del enemigo mortal que me rodea. No tienen compasión; ¡escucha cómo se jactan! Me rastrean y me rodean, a la espera de cualquier oportunidad para tirarme al suelo. Son como leones hambrientos, deseosos por despedazarme; como leones jóvenes, escondidos en emboscada. ¡Levántate, oh SEÑOR! ¡Enfréntalos y haz que caigan de rodillas! ¡Con tu espada rescátame de los perversos! Con el poder de tu mano, oh SEÑOR, destruye a los que buscan su recompensa en este mundo; pero sacia el hambre de los que son tu tesoro. Que sus hijos tengan abundancia y dejen herencia a sus descendientes. Porque soy recto, te veré; cuando despierte, te veré cara a cara y quedaré satisfecho.