PROVERBIOS 7:23-25
PROVERBIOS 7:23-25 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
hasta que una flecha le abre las entrañas; como el ave que se lanza contra la red, sin saber que en ello le va la vida. Así que, hijo mío, escúchame; presta atención a mis palabras. No desvíes tu corazón hacia sus sendas ni te extravíes por sus caminos
PROVERBIOS 7:23-25 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
cuando le clavan la flecha; cayó como los pájaros, que vuelan contra la red sin saber que perderán la vida. Querido jovencito: obedéceme; pon atención a lo que te digo. No pienses en esa mujer, ni pierdas por ella la cabeza.
PROVERBIOS 7:23-25 Reina Valera Contemporánea (RVC)
hasta que una flecha le parte el corazón; como el ave que vuela presurosa hacia la red, sin saber que eso le costará la vida. Hijos, por favor, ¡escúchenme! ¡Presten atención a mis declaraciones! No inclines tu corazón hacia sus caminos; no pierdas el rumbo por sus atajos.
PROVERBIOS 7:23-25 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
y al que luego una flecha le parte el corazón; como un ave que se lanza contra la red sin saber que eso le va a costar la vida. Así pues, hijo mío, escúchame; presta atención a mis palabras. No desvíes hacia esa mujer tus pensamientos; no te pierdas por ir tras ella
PROVERBIOS 7:23-25 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
Como el ave que se apresura a la red, Y no sabe que es contra su vida, Hasta que la saeta traspasa su corazón. Ahora pues, hijos, oídme, Y estad atentos a las razones de mi boca. No se aparte tu corazón a sus caminos; No yerres en sus veredas.
PROVERBIOS 7:23-25 La Biblia de las Américas (LBLA)
hasta que una flecha le traspasa el hígado; como el ave que se precipita en la trampa, y no sabe que esto le costará la vida. ¶Ahora pues, hijos míos, escuchadme, y prestad atención a las palabras de mi boca. No se desvíe tu corazón hacia sus caminos, no te extravíes en sus sendas.
PROVERBIOS 7:23-25 Nueva Traducción Viviente (NTV)
en espera de la flecha que le atravesaría el corazón. Era como un ave que vuela directo a la red, sin saber que le costará la vida. Por eso, hijos míos, escúchenme y presten atención a mis palabras. No dejen que el corazón se desvíe tras ella. No anden vagando por sus caminos descarriados.