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Números 16:21-31

Números 16:21-31 Nueva Traducción Viviente (NTV)

—¡Aléjense de todas estas personas para que pueda destruirlas en el acto! Pero Moisés y Aarón cayeron rostro en tierra y rogaron: —¡Oh Dios, tú eres el Dios que da aliento a todas las criaturas! ¿Tienes que enojarte con todo el pueblo cuando solo un hombre peca? Y el SEÑOR le dijo a Moisés: —Entonces dile a todo el pueblo que se aleje de las carpas de Coré, Datán y Abiram. Así que Moisés se levantó y fue a toda prisa hasta las carpas de Datán y Abiram, seguido por los ancianos de Israel. «¡Rápido! —le dijo a la gente—, aléjense de las carpas de estos hombres perversos y no toquen ninguna de sus pertenencias. De lo contrario, serán destruidos por el pecado de ellos». Entonces todo el pueblo se alejó de las carpas de Coré, Datán y Abiram. Pero Datán y Abiram salieron y esperaron de pie a la entrada de sus carpas, junto con sus esposas, sus hijos y sus pequeños. Y Moisés les dijo: «Esta es la manera en que sabrán que el SEÑOR me ha enviado a realizar todas estas cosas, pues no las he hecho por mi propia cuenta. Si estos hombres mueren de muerte natural o si nada fuera de lo común les sucede, entonces el SEÑOR no me ha enviado; pero si el SEÑOR hace algo totalmente nuevo y la tierra abre su boca y se los traga con todas sus pertenencias y descienden vivos a la tumba, entonces ustedes sabrán que estos hombres mostraron desprecio por el SEÑOR». Apenas Moisés terminó de decir estas palabras, la tierra repentinamente se abrió debajo de ellos.

Números 16:21-31 Reina Valera Contemporánea (RVC)

«¡Apártense de esta congregación, que ahora mismo voy a consumirlos!» Ellos se postraron sobre sus rostros, y dijeron: «Dios, Dios de los espíritus de toda la humanidad, ¿por qué te enojas contra toda la congregación, si fue un solo hombre el que pecó?» Entonces el Señor le dijo a Moisés: «Habla con la congregación, y diles que se alejen de la tienda de Coré, Datán y Abirán, y de sus alrededores.» Entonces Moisés se levantó y fue a hablar con Datán y Abirán, y los ancianos de Israel lo siguieron. Y Moisés le dijo a la congregación: «Apártense de las tiendas de estos malvados, y no toquen nada que les pertenezca, para que no mueran por todos sus pecados.» La gente se apartó de las tiendas de Coré, Datán y Abirán, y de sus alrededores, y Datán y Abirán salieron y se pusieron a la entrada de sus tiendas, junto con sus mujeres y todos sus hijos. Entonces Moisés dijo: «Con esto sabrán que el Señor me ha enviado a hacer todo esto, y que no lo hago por mi propia voluntad. Si cuando estos hombres sean visitados, mueren como mueren todos los hombres, eso querrá decir que el Señor no me envió. Pero si el Señor hace algo diferente, y la tierra se abre y se los traga vivos, y bajan al sepulcro junto con todas sus cosas, entonces ustedes sabrán que estos hombres ofendieron al Señor.» Y en cuanto Moisés terminó de decir todo esto, ¡la tierra se abrió debajo de sus pies!

Números 16:21-31 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)

Apartaos de entre esta congregación, y los consumiré en un momento. Y ellos se postraron sobre sus rostros, y dijeron: Dios, Dios de los espíritus de toda carne, ¿no es un solo hombre el que pecó? ¿Por qué airarte contra toda la congregación? Entonces Jehová habló a Moisés, diciendo: Habla a la congregación y diles: Apartaos de en derredor de la tienda de Coré, Datán y Abiram. Entonces Moisés se levantó y fue a Datán y a Abiram, y los ancianos de Israel fueron en pos de él. Y él habló a la congregación, diciendo: Apartaos ahora de las tiendas de estos hombres impíos, y no toquéis ninguna cosa suya, para que no perezcáis en todos sus pecados. Y se apartaron de las tiendas de Coré, de Datán y de Abiram en derredor; y Datán y Abiram salieron y se pusieron a las puertas de sus tiendas, con sus mujeres, sus hijos y sus pequeñuelos. Y dijo Moisés: En esto conoceréis que Jehová me ha enviado para que hiciese todas estas cosas, y que no las hice de mi propia voluntad. Si como mueren todos los hombres murieren estos, o si ellos al ser visitados siguen la suerte de todos los hombres, Jehová no me envió. Mas si Jehová hiciere algo nuevo, y la tierra abriere su boca y los tragare con todas sus cosas, y descendieren vivos al Seol, entonces conoceréis que estos hombres irritaron a Jehová. Y aconteció que cuando cesó él de hablar todas estas palabras, se abrió la tierra que estaba debajo de ellos.

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