LAMENTACIONES 2:1-6
LAMENTACIONES 2:1-6 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
¡Ay, el Señor cubrió a la hija de Sión con la nube de su furor! Desde el cielo echó por tierra el esplendor de Israel; en el día de su ira se olvidó del estrado de sus pies. Sin compasión el Señor ha devorado todas las moradas de Jacob; en su furor ha derribado los baluartes de la hija de Judá y ha puesto su honra por los suelos, al humillar al reino y a sus príncipes. Dio rienda suelta a su furor y deshizo todo el poder de Israel. Nos vimos frente al enemigo y el Señor nos negó su ayuda. Ardió en Jacob como un fuego encendido que consumía cuanto le rodeaba. Como enemigo, tensó el arco; lista estaba su mano derecha. Como enemigo, eliminó lo placentero a la vista. Como fuego, derramó su ira sobre las tiendas de la hija de Sión. El Señor se porta como enemigo: ha devorado a Israel. Ha devorado todos sus palacios y destruido sus baluartes. Ha multiplicado el luto y los lamentos por la hija de Judá. Ha destrozado su morada como a un jardín; ha derribado su lugar de reunión. El SEÑOR ha hecho que Sión olvide sus fiestas solemnes y sus sábados; en el ardor de su ira rechazó al rey y al sacerdote.
LAMENTACIONES 2:1-6 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
¡ P obrecita de ti, Jerusalén! Cuando Dios se enojó contigo, derribó tu templo y acabó con tu belleza. Ni siquiera se acordó de tu reino en este mundo. O fendido y enojado, Dios destruyó por completo todas las casas de Israel. Derribó las fortalezas de Judá; quitó al rey de su trono, y puso en vergüenza a sus capitanes. B orró Dios nuestro poder cuando se enojó con nosotros. Nos enfrentamos al enemigo, pero Dios nos retiró su ayuda. ¡Todo Israel arde en llamas! ¡Todo lo destruye el fuego! R ompió en mil pedazos las casas de Jerusalén, y acabó con nuestros seres queridos. Como si fuera nuestro enemigo, decidió quitarnos la vida; su enojo fue como un fuego que nos destruyó por completo. E l llanto por los muertos se oye por todo Judá. Dios parece nuestro enemigo, pues ha acabado con nosotros. ¡Todas sus fortalezas y palacios han quedado en ruinas! C omo quien derriba una choza, Dios destruyó su templo. Ya nadie en Jerusalén celebra los sábados ni los días de fiesta. Dio rienda suelta a su enojo contra el rey y los sacerdotes.
LAMENTACIONES 2:1-6 Reina Valera Contemporánea (RVC)
El Señor, en su furor, hundió a Sión en profunda oscuridad. Derribó del cielo la hermosura de Israel; la hizo caer por tierra; en el día de su furor no se acordó del estrado de sus pies. El Señor destruyó, y no perdonó; destruyó, en su furor, todas las tiendas de Jacob; derribó las fortalezas de la capital de Judá; humilló al rey y a sus príncipes. En el ardor de su ira, puso fin al poderío de Israel; le retiró su apoyo cuando se enfrentó al enemigo; se encendió en Jacob un fuego que todo lo devoró. Cual enemigo, cual adversario, el Señor tensó su arco; afirmó su diestra y destruyó todo lo bello; ¡en las calles de la hermosa Sión cundió su enojo como fuego! El Señor se volvió nuestro enemigo y destruyó a Israel; destruyó todos sus palacios, derribó sus fortalezas, y aumentó la tristeza y el lamento de Judá. Como quien deshace la enramada de un huerto, dejó en ruinas la sede principal de sus festividades; en Sión, el Señor echó al olvido las fiestas y los días de reposo; en el ardor de su ira desechó al rey y al sacerdote.
LAMENTACIONES 2:1-6 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
¡Tan grande ha sido el enojo del Señor, que ha oscurecido a la bella Sión! Ha derribado la hermosura de Israel, como del cielo a la tierra; ni siquiera se acordó, en su enojo, del estrado de sus pies. El Señor no ha dejado en pie ni una sola de las casas de Jacob; en un momento de furor ha destruido las fortalezas de la bella Judá; ha echado por tierra, humillados, al reino y sus gobernantes. Al encenderse su enojo, cortó de un tajo todo el poder de Israel. Nos retiró el apoyo de su poder al enfrentarnos con el enemigo; ¡ha prendido en Jacob un fuego que devora todo lo que encuentra! El Señor, como un enemigo, tensó el arco, afirmó el brazo; igual que un adversario, destrozó lo que era agradable a la vista; como un fuego, lanzó su enojo sobre el campamento de la bella Sión. El Señor actuó como un enemigo: destruyó por completo a Israel; derrumbó todos sus palacios, derribó sus fortalezas, colmó a la bella Judá de aflicción tras aflicción. Como un ladrón, hizo violencia a su santuario; destruyó el lugar de las reuniones. El Señor hizo que en Sión se olvidaran las fiestas y los sábados. En el ardor de su enojo, rechazó al rey y al sacerdote.
LAMENTACIONES 2:1-6 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
¡Cómo oscureció el Señor en su furor a la hija de Sion! Derribó del cielo a la tierra la hermosura de Israel, Y no se acordó del estrado de sus pies en el día de su furor. Destruyó el Señor, y no perdonó; Destruyó en su furor todas las tiendas de Jacob; Echó por tierra las fortalezas de la hija de Judá, Humilló al reino y a sus príncipes. Cortó con el ardor de su ira todo el poderío de Israel; Retiró de él su diestra frente al enemigo, Y se encendió en Jacob como llama de fuego que ha devorado alrededor. Entesó su arco como enemigo, afirmó su mano derecha como adversario, Y destruyó cuanto era hermoso. En la tienda de la hija de Sion derramó como fuego su enojo. El Señor llegó a ser como enemigo, destruyó a Israel; Destruyó todos sus palacios, derribó sus fortalezas, Y multiplicó en la hija de Judá la tristeza y el lamento. Quitó su tienda como enramada de huerto; Destruyó el lugar en donde se congregaban; Jehová ha hecho olvidar las fiestas solemnes y los días de reposo en Sion, Y en el ardor de su ira ha desechado al rey y al sacerdote.
LAMENTACIONES 2:1-6 La Biblia de las Américas (LBLA)
¡Cómo nubló, en su ira el Señor a la hija de Sión! Ha arrojado del cielo a la tierra la gloria de Israel, y no se ha acordado del estrado de sus pies en el día de su ira. El Señor ha devorado, no ha perdonado ninguna de las moradas de Jacob. Ha derribado en su furor las fortalezas de la hija de Judá, las ha echado por tierra; ha profanado al reino y a sus príncipes. Ha exterminado en el ardor de su ira todas las fuerzas de Israel; ha echado atrás su diestra en presencia del enemigo; y se ha encendido en Jacob como llamas de fuego devorando todo en derredor. Ha entesado su arco como enemigo, ha afirmado su diestra como adversario y ha matado todo lo que era agradable a la vista; en la tienda de la hija de Sión ha derramado su furor como fuego. Se ha vuelto el Señor como enemigo: ha devorado a Israel, ha devorado todos sus palacios, ha destruido sus fortalezas y ha multiplicado en la hija de Judá el lamento y el duelo. Y ha tratado con violencia a su tabernáculo, como a cabaña de huerto; ha destruido su lugar de reunión. El SEÑOR ha hecho olvidar en Sión la fiesta solemne y el día de reposo, y ha rechazado en el furor de su ira al rey y al sacerdote.
LAMENTACIONES 2:1-6 Nueva Traducción Viviente (NTV)
En su enojo el Señor cubrió de sombras a la bella Jerusalén. La más hermosa de las ciudades de Israel yace en el polvo, derrumbada desde las alturas del cielo. En su día de gran enojo el Señor no mostró misericordia ni siquiera con su templo. El Señor ha destruido sin misericordia todas las casas en Israel. En su enojo derribó las murallas protectoras de la bella Jerusalén. Las derrumbó hasta el suelo y deshonró al reino y a sus gobernantes. Toda la fuerza de Israel desaparece ante su ira feroz. El Señor ha retirado su protección durante el ataque del enemigo. Él consume toda la tierra de Israel como un fuego ardiente. Tensa el arco contra su pueblo como si él fuera su enemigo. Utiliza su fuerza contra ellos para matar a sus mejores jóvenes. Su furia se derrama como fuego sobre la bella Jerusalén. Así es, el Señor venció a Israel como lo hace un enemigo. Destruyó sus palacios y demolió sus fortalezas. Causó dolor y llanto interminable sobre la bella Jerusalén. Derribó su templo como si fuera apenas una choza en el jardín. El SEÑOR ha borrado todo recuerdo de los festivales sagrados y los días de descanso. Ante su ira feroz, reyes y sacerdotes caen juntos.