JOSUÉ 13:32-33
JOSUÉ 13:32-33 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
Esta es la herencia que Moisés repartió cuando se encontraba en las llanuras de Moab, al otro lado del río Jordán, al este de Jericó. Sin embargo, a la tribu de Leví Moisés no le dio tierras por herencia, porque el SEÑOR, Dios de Israel, es su herencia, tal como él se lo había prometido.
JOSUÉ 13:32-33 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
De esta manera repartió Moisés el territorio de Moab en el valle del río Jordán, al este de Jericó. Pero a la tribu de Leví no le dio ningún territorio, pues Dios mismo les daría todo lo necesario.
JOSUÉ 13:32-33 Reina Valera Contemporánea (RVC)
Moisés repartió estas tierras en los llanos de Moab, al otro lado de Jericó, en la ribera oriental del Jordán. A la tribu de Leví no le dio Moisés ninguna herencia, porque su herencia es el Señor, el Dios de Israel, tal y como él se lo había dicho.
JOSUÉ 13:32-33 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
Estas son las tierras que Moisés les dio en propiedad en los llanos de Moab, al este del río Jordán, frente a Jericó. Pero a los de la tribu de Leví no les dio tierras en propiedad, sino que les dijo: «El Señor y Dios de Israel es su herencia.»
JOSUÉ 13:32-33 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
Esto es lo que Moisés repartió en heredad en los llanos de Moab, al otro lado del Jordán de Jericó, al oriente. Mas a la tribu de Leví no dio Moisés heredad; Jehová Dios de Israel es la heredad de ellos, como él les había dicho.
JOSUÉ 13:32-33 La Biblia de las Américas (LBLA)
Estos son los territorios que Moisés repartió por heredad en las llanuras de Moab, al otro lado del Jordán, al oriente de Jericó. Pero a la tribu de Leví, Moisés no le dio heredad; el SEÑOR, Dios de Israel, es su heredad, como Él les había prometido.
JOSUÉ 13:32-33 Nueva Traducción Viviente (NTV)
Esa fue la asignación de tierras que Moisés había hecho mientras estaba en las llanuras de Moab, al otro lado del río Jordán, al oriente de Jericó. Sin embargo, Moisés no dio ninguna porción de tierra a la tribu de Leví, porque el SEÑOR, Dios de Israel, había prometido que él mismo sería su porción.