ISAÍAS 21:3-4
ISAÍAS 21:3-4 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
Por eso mi cuerpo se estremece de angustia, sufro de agudos dolores, como los de una parturienta; lo que oigo, me aturde; lo que veo, me desconcierta. Se estremece mi corazón, me hace temblar el terror; el crepúsculo tan anhelado se me ha vuelto un espanto.
ISAÍAS 21:3-4 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
»Cuando veo lo que Dios hace con Babilonia, me tiembla todo el cuerpo; me causa un terrible dolor, como el que siente una mujer cuando va a tener un hijo. El miedo y la angustia no me dejan ver ni oír nada. Tengo la mente confundida, estoy temblando de miedo. La frescura del atardecer, que tanto me gustaba, ahora se me ha vuelto insoportable.
ISAÍAS 21:3-4 Reina Valera Contemporánea (RVC)
Por eso me doblo de dolor y me lleno de angustia, como una parturienta; me agobia lo que oigo; me espanta lo que veo. Tengo pasmado el corazón; el miedo me domina; el crepúsculo que tanto amo, ahora me llena de espanto.
ISAÍAS 21:3-4 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
Mi cuerpo se estremece, me retuerzo de dolor como mujer de parto, la angustia no me deja oír, el terror me impide ver. Tengo la mente confundida, me estremezco de terror. El fresco del atardecer, que tanto me gustaba, se ha vuelto para mí algo terrible.
ISAÍAS 21:3-4 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
Por tanto, mis lomos se han llenado de dolor; angustias se apoderaron de mí, como angustias de mujer de parto; me agobié oyendo, y al ver me he espantado. Se pasmó mi corazón, el horror me ha intimidado; la noche de mi deseo se me volvió en espanto.
ISAÍAS 21:3-4 La Biblia de las Américas (LBLA)
Por esta razón mis lomos están llenos de angustia; dolores se han apoderado de mí como dolores de mujer de parto. Estoy tan confundido que no oigo, tan aterrado que no veo. Desvaría mi mente, el espanto me sobrecoge; el anochecer que anhelaba se me convirtió en terror.
ISAÍAS 21:3-4 Nueva Traducción Viviente (NTV)
El estómago me duele y me arde de dolor; me dominan agudas punzadas de angustia, como las de una mujer en parto. Me desmayo cuando oigo lo que Dios se propone hacer: tengo demasiado miedo para mirar. La cabeza me da vueltas y se me acelera el corazón; anhelaba que llegara la noche, pero ahora la oscuridad me da terror.