Hageo 2:12
Hageo 2:12 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
—Supongamos que alguien aparta un trozo de carne para presentarlo como ofrenda a Dios. Luego lo pone en su manto para llevarlo al templo. Supongamos también que la capa de esa persona toca sin querer algún otro alimento. ¿Bastará eso para que también ese alimento sea considerado una ofrenda para Dios? Todos los sacerdotes contestaron: —¡Por supuesto que no!
Hageo 2:12 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
—Supongamos que alguien lleva carne consagrada en la falda de su vestido y sucede que la falda toca el pan, el guiso, el vino, aceite o cualquier otro alimento; ¿quedarán también consagrados? —¡No! —contestaron los sacerdotes.
Hageo 2:12 Reina Valera Contemporánea (RVC)
“Si alguien lleva carne santificada en la falda de su ropa, y con el vuelo de ella toca pan, comida, vino, aceite, o cualquier otro alimento, ¿la carne queda santificada?” Y los sacerdotes respondieron: “¡Por supuesto que no!”
Hageo 2:12 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
«Supongamos que un hombre lleva carne consagrada envuelta en su capa, y que el borde de la capa toca pan, guiso, vino, aceite o cualquier otra comida: ¿quedará por eso consagrada la comida?» Los sacerdotes contestaron que no.
Hageo 2:12 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
Si alguno llevare carne santificada en la falda de su ropa, y con el vuelo de ella tocare pan, o vianda, o vino, o aceite, o cualquier otra comida, ¿será santificada? Y respondieron los sacerdotes y dijeron: No.
Hageo 2:12 La Biblia de las Américas (LBLA)
“Si alguno lleva carne consagrada en la falda de su vestidura, y toca con su falda pan, alimento cocido, vino, aceite o cualquier otro alimento, ¿quedará este consagrado?” ». Y los sacerdotes respondieron, y dijeron: No.
Hageo 2:12 Nueva Traducción Viviente (NTV)
“Si alguno de ustedes trae entre sus vestiduras sacerdotales carne de un sacrificio consagrado y sucede que las vestiduras rozan con algún pan o guiso, vino o aceite de oliva o alguna otra clase de alimento, ¿quedará el alimento también consagrado?”». Entonces los sacerdotes contestaron: —No.