GÉNESIS 42:17-24
GÉNESIS 42:17-24 Reina Valera Contemporánea (RVC)
Y José los puso a todos en la cárcel durante tres días. Al tercer día, les dijo: «Yo temo a Dios. Hagan esto y vivirán: Si son gente honrada, dejen preso a uno de sus hermanos en la cárcel donde ahora están, y ustedes vayan y lleven alimento a su casa para mitigar el hambre. Pero tráiganme a su hermano menor para probar sus palabras, y no morirán.» Y ellos lo hicieron así, pero se decían el uno al otro: «Realmente hemos pecado contra nuestro hermano, pues lo vimos angustiarse y rogarnos, y no le hicimos caso. Por eso nos ha sobrevenido esta angustia.» Rubén les respondió, y dijo: «¿Acaso no les decía yo, que no pecaran contra el niño? ¡Pero ustedes no me hicieron caso! ¡Y ahora también se nos demanda su sangre!» Pero ellos no sabían que José los entendía, porque entre ellos había un intérprete. Y José se apartó de ellos, y lloró. Después volvió para hablar con ellos, y de entre ellos tomó a Simeón y ante sus ojos lo aprisionó.
GÉNESIS 42:17-24 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
José los encerró en la cárcel durante tres días. Al tercer día les dijo: —Yo soy un hombre temeroso de Dios. Hagan lo siguiente y salvarán su vida. Si en verdad son honrados, quédese uno de ustedes bajo custodia, y vayan los demás y lleven alimento para calmar el hambre de sus familias. Pero tráiganme a su hermano menor y pruébenme que dicen la verdad. Así no morirán. Ellos aceptaron la propuesta, pero se decían unos a otros: —Sin duda estamos sufriendo las consecuencias de lo que hicimos con nuestro hermano. Aunque vimos su angustia cuando nos suplicaba que le tuviéramos compasión, no le hicimos caso. Por eso ahora nos vemos en aprietos. Entonces habló Rubén: —Yo les advertí que no le hicieran daño al muchacho, pero no me hicieron caso. ¡Ahora tenemos que pagar el precio de su sangre! Como José les hablaba por medio de un intérprete, ellos no sabían que él entendía todo lo que estaban diciendo. José se apartó de ellos y se echó a llorar. Luego volvió y habló con ellos, apartó a Simeón y ordenó que lo ataran en presencia de ellos.
GÉNESIS 42:17-24 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
Y así, José los puso a todos bajo vigilancia durante tres días. Pasado ese tiempo, les dijo: «Yo creo en Dios. Si ustedes realmente son gente honrada y quieren seguir con vida, hagan lo siguiente: dejen aquí a uno de ustedes, y vayan los demás a llevarles trigo a sus familiares, pues deben estar muriéndose de hambre. Pero tienen que traerme a su hermano menor. Así veré si es cierto lo que dicen». Ellos aceptaron lo que José les propuso, pero se decían los unos a los otros: «Seguramente estamos recibiendo nuestro merecido por lo que le hicimos a nuestro hermano. Cuando nos rogaba que le perdonáramos la vida, no le hicimos caso, aunque podíamos ver su miedo. Ahora estamos pagando las consecuencias». Entonces dijo Rubén: «¿Acaso no les decía yo que no le hicieran daño al muchacho? ¡Pero ustedes no me hicieron caso! ¡Por eso ahora recibimos este castigo!» Como José estaba hablando con ellos por medio de un traductor, no se dieron cuenta de que él les podía entender. Sin embargo, José se apartó de ellos y se echó a llorar. Luego regresó a donde estaban y ordenó que tomaran preso a Simeón, y que lo encadenaran.
GÉNESIS 42:17-24 Reina Valera Contemporánea (RVC)
Y José los puso a todos en la cárcel durante tres días. Al tercer día, les dijo: «Yo temo a Dios. Hagan esto y vivirán: Si son gente honrada, dejen preso a uno de sus hermanos en la cárcel donde ahora están, y ustedes vayan y lleven alimento a su casa para mitigar el hambre. Pero tráiganme a su hermano menor para probar sus palabras, y no morirán.» Y ellos lo hicieron así, pero se decían el uno al otro: «Realmente hemos pecado contra nuestro hermano, pues lo vimos angustiarse y rogarnos, y no le hicimos caso. Por eso nos ha sobrevenido esta angustia.» Rubén les respondió, y dijo: «¿Acaso no les decía yo, que no pecaran contra el niño? ¡Pero ustedes no me hicieron caso! ¡Y ahora también se nos demanda su sangre!» Pero ellos no sabían que José los entendía, porque entre ellos había un intérprete. Y José se apartó de ellos, y lloró. Después volvió para hablar con ellos, y de entre ellos tomó a Simeón y ante sus ojos lo aprisionó.
GÉNESIS 42:17-24 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
José los tuvo presos a todos ellos durante tres días, pero al tercer día les dijo: —Yo tengo temor de Dios. Hagan esto y se les perdonará la vida: si son de veras honrados, dejen en la cárcel a uno de sus hermanos, y los demás vayan y lleven trigo para que coman sus familias. Tráiganme luego a su hermano menor, y veremos si han dicho la verdad. Si no, morirán. Ellos aceptaron, pero se decían el uno al otro: —Verdaderamente nos portamos muy mal con nuestro hermano, pues no le hicimos caso cuando nos rogaba que le tuviéramos compasión, aunque veíamos que estaba afligido. Por eso ahora nos ha venido esta aflicción. Y Rubén les contestó: —Yo les dije que no le hicieran daño al muchacho; pero no me hicieron caso, y ahora tenemos que responder por su muerte. Ellos no sabían que José les entendía, porque él había estado hablándoles por medio de un intérprete. José se apartó de ellos y se puso a llorar. Cuando regresó a donde ellos estaban y pudo hablarles, apartó a Simeón y, a la vista de ellos, hizo que lo ataran.
GÉNESIS 42:17-24 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
Entonces los puso juntos en la cárcel por tres días. Y al tercer día les dijo José: Haced esto, y vivid: Yo temo a Dios. Si sois hombres honrados, quede preso en la casa de vuestra cárcel uno de vuestros hermanos, y vosotros id y llevad el alimento para el hambre de vuestra casa. Pero traeréis a vuestro hermano menor, y serán verificadas vuestras palabras, y no moriréis. Y ellos lo hicieron así. Y decían el uno al otro: Verdaderamente hemos pecado contra nuestro hermano, pues vimos la angustia de su alma cuando nos rogaba, y no le escuchamos; por eso ha venido sobre nosotros esta angustia. Entonces Rubén les respondió, diciendo: ¿No os hablé yo y dije: No pequéis contra el joven, y no escuchasteis? He aquí también se nos demanda su sangre. Pero ellos no sabían que los entendía José, porque había intérprete entre ellos. Y se apartó José de ellos, y lloró; después volvió a ellos, y les habló, y tomó de entre ellos a Simeón, y lo aprisionó a vista de ellos.
GÉNESIS 42:17-24 La Biblia de las Américas (LBLA)
Y los puso a todos juntos bajo custodia por tres días. Y José les dijo al tercer día: Haced esto y viviréis, pues yo temo a Dios: si sois hombres honrados, que uno de vuestros hermanos quede encarcelado en vuestra prisión; y el resto de vosotros, id, llevad grano para el hambre de vuestras casas; y traedme a vuestro hermano menor, para que vuestras palabras sean verificadas, y no moriréis. Y así lo hicieron. Entonces se dijeron el uno al otro: Verdaderamente somos culpables en cuanto a nuestro hermano, porque vimos la angustia de su alma cuando nos rogaba, y no lo escuchamos, por eso ha venido sobre nosotros esta angustia. Y Rubén les respondió, diciendo: ¿No os dije yo: «No pequéis contra el muchacho» y no me escuchasteis? Ahora hay que rendir cuentas por su sangre. Ellos, sin embargo, no sabían que José los entendía, porque había un intérprete entre él y ellos. Y se apartó José de su lado y lloró. Y cuando volvió a ellos y les habló, tomó de entre ellos a Simeón, y lo ató a la vista de sus hermanos.
GÉNESIS 42:17-24 Nueva Traducción Viviente (NTV)
Entonces José los metió en la cárcel por tres días. Al tercer día, José les dijo: —Yo soy un hombre temeroso de Dios. Si hacen lo que les digo, vivirán. Si de verdad son hombres honrados, escojan a uno de sus hermanos para que se quede en la cárcel. Los demás podrán regresar a casa con el grano para sus familias que mueren de hambre. Pero deben traerme a su hermano menor. Eso demostrará que dicen la verdad, y no morirán. Ellos estuvieron de acuerdo. Y hablando entre ellos, dijeron: «Es obvio que estamos pagando por lo que le hicimos hace tiempo a José. Vimos su angustia cuando rogaba por su vida, pero no quisimos escucharlo. Por eso ahora tenemos este problema». «¿No les dije yo que no pecaran contra el muchacho? —preguntó Rubén—. Pero ustedes no me hicieron caso, ¡y ahora tenemos que responder por su sangre!». Obviamente ellos no sabían que José entendía lo que decían, pues él les hablaba mediante un intérprete. Entonces José se apartó de ellos y comenzó a llorar. Cuando recuperó la compostura, volvió a hablarles. Entonces escogió a Simeón e hizo que lo ataran a la vista de los demás hermanos.