ÉXODO 1:15-22
ÉXODO 1:15-22 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
Y habló el rey de Egipto a las parteras de las hebreas, una de las cuales se llamaba Sifra, y otra Fúa, y les dijo: Cuando asistáis a las hebreas en sus partos, y veáis el sexo, si es hijo, matadlo; y si es hija, entonces viva. Pero las parteras temieron a Dios, y no hicieron como les mandó el rey de Egipto, sino que preservaron la vida a los niños. Y el rey de Egipto hizo llamar a las parteras y les dijo: ¿Por qué habéis hecho esto, que habéis preservado la vida a los niños? Y las parteras respondieron a Faraón: Porque las mujeres hebreas no son como las egipcias; pues son robustas, y dan a luz antes que la partera venga a ellas. Y Dios hizo bien a las parteras; y el pueblo se multiplicó y se fortaleció en gran manera. Y por haber las parteras temido a Dios, él prosperó sus familias. Entonces Faraón mandó a todo su pueblo, diciendo: Echad al río a todo hijo que nazca, y a toda hija preservad la vida.
ÉXODO 1:15-22 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
Había en Egipto dos mujeres que ayudaban a las madres israelitas cuando iban a tener un hijo. Una de ellas se llamaba Sifrá, y la otra se llamaba Puá. Las dos eran hebreas. El rey de Egipto las llamó y les dijo: —Cuando ustedes ayuden a las hebreas a tener sus hijos, fíjense si nace un niño o una niña. Si les nace una niña, déjenla vivir; si les nace un niño, ¡mátenlo! Pero Sifrá y Puá respetaban a Dios, así que no obedecieron las órdenes del rey. Entonces el rey las mandó a llamar y les preguntó: —¿Qué les pasa? ¿Por qué están dejando con vida a los niños? Las dos mujeres le respondieron: —Es que las mujeres israelitas no son como las egipcias. Al contrario, son tan fuertes y saludables que tienen sus hijos ellas solas, sin nuestra ayuda. Como Sifrá y Puá honraron a Dios, él las trató bien y les permitió tener muchos hijos. Y como los israelitas seguían haciéndose más numerosos, el rey de Egipto le ordenó a todo su pueblo: «¡Echen al río a todos los niños israelitas que nazcan, para que se ahoguen, pero dejen con vida a las niñas!»
ÉXODO 1:15-22 Nueva Traducción Viviente (NTV)
Después, el faraón, rey de Egipto, dio la siguiente orden a las parteras hebreas Sifra y Pua: «Cuando ayuden a las mujeres hebreas en el parto, presten mucha atención durante el alumbramiento. Si el bebé es niño, mátenlo; pero si es niña, déjenla vivir». Sin embargo, como las parteras temían a Dios, se negaron a obedecer las órdenes del rey, y también dejaron vivir a los varoncitos. Entonces el rey de Egipto mandó llamar a las parteras: —¿Por qué hicieron esto? —les preguntó—. ¿Por qué dejaron con vida a los varones? —Las mujeres hebreas no son como las egipcias —contestaron ellas—, son más vigorosas y dan a luz con tanta rapidez que siempre llegamos tarde. Por eso Dios fue bueno con las parteras, y los israelitas siguieron multiplicándose, y se hicieron cada vez más poderosos. Además, como las parteras temían a Dios, él les concedió su propia familia. Entonces el faraón dio la siguiente orden a todo su pueblo: «Tiren al río Nilo a todo niño hebreo recién nacido; pero a las niñas pueden dejarlas con vida».
ÉXODO 1:15-22 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
Había dos parteras de las hebreas, llamadas Sifrá y Fuvá, a las que el rey de Egipto ordenó: —Cuando ayuden a las hebreas en sus partos, fíjense en el sexo: si es niño, mátenlo; pero si es niña, déjenla con vida. Sin embargo, las parteras temían a Dios, así que no siguieron las órdenes del rey de Egipto, sino que dejaron con vida a los varones. Entonces el rey de Egipto mandó llamar a las parteras y les preguntó: —¿Por qué han hecho esto? ¿Por qué han dejado con vida a los varones? Las parteras respondieron: —Resulta que las hebreas no son como las egipcias, sino que están llenas de vida y dan a luz antes de que lleguemos. De este modo los israelitas se hicieron más numerosos y más fuertes. Además, Dios trató muy bien a las parteras y, por haberse mostrado temerosas de Dios, les concedió tener muchos hijos. El faraón, por su parte, dio esta orden a todo su pueblo: —¡Tiren al río a todos los niños hebreos que nazcan! A las niñas, déjenlas con vida.
ÉXODO 1:15-22 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
Había en Egipto dos mujeres que ayudaban a las madres israelitas cuando iban a tener un hijo. Una de ellas se llamaba Sifrá, y la otra se llamaba Puá. Las dos eran hebreas. El rey de Egipto las llamó y les dijo: —Cuando ustedes ayuden a las hebreas a tener sus hijos, fíjense si nace un niño o una niña. Si les nace una niña, déjenla vivir; si les nace un niño, ¡mátenlo! Pero Sifrá y Puá respetaban a Dios, así que no obedecieron las órdenes del rey. Entonces el rey las mandó a llamar y les preguntó: —¿Qué les pasa? ¿Por qué están dejando con vida a los niños? Las dos mujeres le respondieron: —Es que las mujeres israelitas no son como las egipcias. Al contrario, son tan fuertes y saludables que tienen sus hijos ellas solas, sin nuestra ayuda. Como Sifrá y Puá honraron a Dios, él las trató bien y les permitió tener muchos hijos. Y como los israelitas seguían haciéndose más numerosos, el rey de Egipto le ordenó a todo su pueblo: «¡Echen al río a todos los niños israelitas que nazcan, para que se ahoguen, pero dejen con vida a las niñas!»
ÉXODO 1:15-22 Reina Valera Contemporánea (RVC)
Además, el rey de Egipto habló con Sifra y Fúa, que eran las parteras de las hebreas, y les dijo: «Cuando ustedes ayuden a las hebreas en sus partos, fíjense en el sexo. Si es niño, mátenlo; si es niña, déjenla vivir.» Pero las parteras temieron a Dios, y no hicieron lo que el rey de Egipto les mandó, sino que les salvaron la vida a los niños. Entonces el rey de Egipto mandó a llamar a las parteras, y les dijo: «¿Por qué han hecho esto de salvarles la vida a los niños?» Y las parteras le respondieron: «Es que las hebreas no son como las egipcias. Son mujeres robustas, y dan a luz antes de que la partera llegue a ayudarlas.» Y Dios trató bien a las parteras, y el pueblo llegó a ser cada vez más numeroso y más fuerte. Y como las parteras tuvieron temor de Dios, él hizo que sus familias prosperaran. Pero el faraón ordenó a todo su pueblo: «Echen al río a todos los niños que nazcan, pero dejen con vida a todas las niñas.»
ÉXODO 1:15-22 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
Además, el rey de Egipto habló con Sifrá y Puá, que eran parteras de las hebreas, y les dijo: —Cuando atiendan a las hebreas en sus partos, fíjense en el sexo del recién nacido. Si es niña, déjenla vivir, pero si es niño, ¡mátenlo! Sin embargo, las parteras tuvieron temor de Dios y no hicieron lo que el rey de Egipto les había ordenado, sino que dejaron vivir a los niños. Entonces el rey de Egipto las mandó llamar y les dijo: —¿Por qué han dejado vivir a los niños? —Porque las mujeres hebreas no son como las egipcias —contestaron ellas—. Al contrario, son muy robustas y dan a luz antes de que nosotras lleguemos a atenderlas. De esta manera el pueblo israelita seguía creciendo en número, y cada vez se hacía más poderoso. Además, como las parteras tuvieron temor de Dios, él las favoreció y les concedió una familia numerosa. El faraón, por su parte, ordenó a todo su pueblo: «Echen al río a todos los niños hebreos que nazcan, pero a las niñas déjenlas vivir.»
ÉXODO 1:15-22 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
Y habló el rey de Egipto a las parteras de las hebreas, una de las cuales se llamaba Sifra, y otra Fúa, y les dijo: Cuando asistáis a las hebreas en sus partos, y veáis el sexo, si es hijo, matadlo; y si es hija, entonces viva. Pero las parteras temieron a Dios, y no hicieron como les mandó el rey de Egipto, sino que preservaron la vida a los niños. Y el rey de Egipto hizo llamar a las parteras y les dijo: ¿Por qué habéis hecho esto, que habéis preservado la vida a los niños? Y las parteras respondieron a Faraón: Porque las mujeres hebreas no son como las egipcias; pues son robustas, y dan a luz antes que la partera venga a ellas. Y Dios hizo bien a las parteras; y el pueblo se multiplicó y se fortaleció en gran manera. Y por haber las parteras temido a Dios, él prosperó sus familias. Entonces Faraón mandó a todo su pueblo, diciendo: Echad al río a todo hijo que nazca, y a toda hija preservad la vida.
ÉXODO 1:15-22 La Biblia de las Américas (LBLA)
Y el rey de Egipto habló a las parteras de las hebreas, una de las cuales se llamaba Sifra, y la otra Puá, y les dijo: Cuando estéis asistiendo a las hebreas a dar a luz, y las veáis sobre el lecho del parto, si es un hijo, le daréis muerte, pero si es una hija, entonces vivirá. Pero las parteras temían a Dios, y no hicieron como el rey de Egipto les había mandado, sino que dejaron con vida a los niños. El rey de Egipto hizo llamar a las parteras y les dijo: ¿Por qué habéis hecho esto, y habéis dejado con vida a los niños? Respondieron las parteras a Faraón: Porque las mujeres hebreas no son como las egipcias, pues son robustas y dan a luz antes que la partera llegue a ellas. Y Dios favoreció a las parteras; y el pueblo se multiplicó y llegó a ser muy poderoso. Y sucedió que por haber las parteras temido a Dios, Él prosperó sus familias. Entonces Faraón ordenó a todo su pueblo, diciendo: Todo hijo que nazca lo echaréis al Nilo, y a toda hija la dejaréis con vida.
ÉXODO 1:15-22 Nueva Traducción Viviente (NTV)
Después, el faraón, rey de Egipto, dio la siguiente orden a las parteras hebreas Sifra y Pua: «Cuando ayuden a las mujeres hebreas en el parto, presten mucha atención durante el alumbramiento. Si el bebé es niño, mátenlo; pero si es niña, déjenla vivir». Sin embargo, como las parteras temían a Dios, se negaron a obedecer las órdenes del rey, y también dejaron vivir a los varoncitos. Entonces el rey de Egipto mandó llamar a las parteras: —¿Por qué hicieron esto? —les preguntó—. ¿Por qué dejaron con vida a los varones? —Las mujeres hebreas no son como las egipcias —contestaron ellas—, son más vigorosas y dan a luz con tanta rapidez que siempre llegamos tarde. Por eso Dios fue bueno con las parteras, y los israelitas siguieron multiplicándose, y se hicieron cada vez más poderosos. Además, como las parteras temían a Dios, él les concedió su propia familia. Entonces el faraón dio la siguiente orden a todo su pueblo: «Tiren al río Nilo a todo niño hebreo recién nacido; pero a las niñas pueden dejarlas con vida».