Eclesiastés 9:5-6
Eclesiastés 9:5-6 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
Porque los vivos saben que han de morir, pero los muertos no saben nada; tampoco tienen recompensa, pues su memoria cae en el olvido. Sus amores, odios y pasiones llegan a su fin; nunca más vuelven a tener parte en nada de lo que se hace bajo el sol.
Eclesiastés 9:5-6 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
Los que aún vivimos sabemos que un día habremos de morir, pero los muertos ya no saben nada ni esperan nada, y muy pronto son olvidados. Con la muerte se acaban sus amores, sus odios, sus pasiones y su participación en todo lo que se hace en esta vida.
Eclesiastés 9:5-6 Reina Valera Contemporánea (RVC)
Ciertamente, los que viven saben que un día morirán; pero los muertos nada saben ni nada esperan, porque su memoria queda en el olvido. También mueren con ellos sus amores, sus odios y sus envidias, y jamás vuelven a participar en nada de lo que se hace bajo el sol.
Eclesiastés 9:5-6 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
Además, los que viven saben que han de morir, pero los muertos ni saben nada ni ganan nada, porque se les echa al olvido. Allí terminan su amor, su odio y sus pasiones, y nunca más vuelven a tomar parte en nada de lo que se hace en este mundo.
Eclesiastés 9:5-6 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
Porque los que viven saben que han de morir; pero los muertos nada saben, ni tienen más paga; porque su memoria es puesta en olvido. También su amor y su odio y su envidia fenecieron ya; y nunca más tendrán parte en todo lo que se hace debajo del sol.
Eclesiastés 9:5-6 La Biblia de las Américas (LBLA)
Porque los que viven saben que han de morir, pero los muertos no saben nada, ni tienen ya ninguna recompensa, porque su memoria está olvidada. En verdad, su amor, su odio y su celo ya han perecido, y nunca más tendrán parte en todo lo que se hace bajo el sol.
Eclesiastés 9:5-6 Nueva Traducción Viviente (NTV)
Los que están vivos al menos saben que un día van a morir, pero los muertos no saben nada. Ya no reciben más recompensas, y nadie los recuerda. Lo que hayan hecho en su vida —amar, odiar, envidiar— pasó ya hace mucho. Ya no son parte de nada en este mundo.