ECLESIASTÉS 7:1-6
ECLESIASTÉS 7:1-6 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
Es mejor el buen nombre que el buen perfume. Es mejor el día en que se muere que el día en que se nace. Es mejor ir a un funeral que a una casa de fiestas. Pues la muerte es el fin de todo ser humano, y los que viven debieran tenerlo presente. Es mejor llorar que reír; porque un rostro triste le hace bien al corazón. El sabio tiene presente la muerte; el necio solo piensa en la diversión. Es mejor la reprensión de sabios que el canto de necios. Pues las carcajadas de los necios son como el crepitar de las espinas bajo la olla. ¡Y también esto es vanidad!
ECLESIASTÉS 7:1-6 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
Más vale ser respetado que andar bien perfumado. Más vale el día en que morimos que el día en que nacemos. Más vale ir a un entierro que a una fiesta, pues nos hace bien recordar que algún día moriremos. Más vale llorar que reír; el llanto nos hace madurar. En un funeral los sabios saben cómo portarse, pero los tontos solo se ríen y hacen chistes. Más vale una reprensión de sabios que una alabanza de tontos. Qué hueca es la risa del tonto, pronto se apaga, como la paja en el fuego.
ECLESIASTÉS 7:1-6 Reina Valera Contemporánea (RVC)
Es mejor gozar de buena fama que gozar de un buen perfume. Es mejor el día en que se muere que el día en que se nace. Es mejor asistir a un funeral que presentarse en un banquete, pues nuestra vida termina con la muerte y los que vivimos debemos recordarlo. Es mejor estar triste que estar alegre; un rostro triste le viene bien al corazón. Los sabios tienen presente la muerte; los necios solo piensan en divertirse. Es mejor oír la reprensión de los sabios que oír las alabanzas de los necios. Espinos que crepitan bajo una olla en el fuego: ¡así resuenan las carcajadas de los necios! ¡Y también esto es vanidad!
ECLESIASTÉS 7:1-6 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
Vale más la buena fama que el buen perfume. Vale más el día en que se muere que el día en que se nace. Vale más ir a un funeral que ir a divertirse; pues la muerte es el fin de todo hombre, y los que viven debieran recordarlo. Vale más llorar que reír, pues podrá hacerle mal al semblante pero le hace bien al corazón. El sabio piensa en la muerte, pero el necio, en ir a divertirse. Vale más oír reprensiones de sabios que alabanzas de necios. Las risas del necio se parecen al crujir de las zarzas en el fuego, y también son vana ilusión.
ECLESIASTÉS 7:1-6 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
Mejor es la buena fama que el buen ungüento; y mejor el día de la muerte que el día del nacimiento. Mejor es ir a la casa del luto que a la casa del banquete; porque aquello es el fin de todos los hombres, y el que vive lo pondrá en su corazón. Mejor es el pesar que la risa; porque con la tristeza del rostro se enmendará el corazón. El corazón de los sabios está en la casa del luto; mas el corazón de los insensatos, en la casa en que hay alegría. Mejor es oír la reprensión del sabio que la canción de los necios. Porque la risa del necio es como el estrépito de los espinos debajo de la olla. Y también esto es vanidad.
ECLESIASTÉS 7:1-6 La Biblia de las Américas (LBLA)
Mejor es el buen nombre que el buen ungüento, y el día de la muerte que el día del nacimiento. Mejor es ir a una casa de luto que ir a una casa de banquete, porque aquello es el fin de todo hombre, y al que vive lo hará reflexionar en su corazón. Mejor es la tristeza que la risa, porque cuando el rostro está triste el corazón puede estar contento. El corazón de los sabios está en la casa del luto, mientras que el corazón de los necios está en la casa del placer. Mejor es oír la reprensión del sabio que oír la canción de los necios. Porque como crepitar de espinos bajo la olla, así es la risa del necio. Y también esto es vanidad.
ECLESIASTÉS 7:1-6 Nueva Traducción Viviente (NTV)
Vale más una buena reputación que un perfume costoso. Y el día que morimos es mejor que el día que nacemos. Vale más pasar el tiempo en funerales que en festejos. Al fin y al cabo, todos morimos, así que los que viven deberían tenerlo muy presente. Es mejor el llanto que la risa, porque la tristeza tiende a pulirnos. El que es sabio piensa mucho en la muerte, mientras que el necio solo piensa en divertirse. Es mejor ser criticado por un sabio que alabado por un necio. La risa del necio se apaga enseguida, como los espinos que crepitan en el fuego. Eso tampoco tiene sentido.