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Deuteronomio 28:1-25

Deuteronomio 28:1-25 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)

Si realmente escuchas al SEÑOR tu Dios y cumples fielmente todos estos mandamientos que hoy te ordeno, el SEÑOR tu Dios te pondrá por encima de todas las naciones de la tierra. Si obedeces al SEÑOR tu Dios, todas estas bendiciones vendrán sobre ti y te acompañarán siempre: Bendito serás en la ciudad y bendito en el campo. Benditos serán el fruto de tu vientre, tus cosechas, las crías de tu ganado, los terneritos de tus manadas y los corderitos de tus rebaños. Benditas serán tu canasta y tu bandeja de amasar. Bendito serás en el hogar y bendito en el camino. El SEÑOR te concederá la victoria sobre tus enemigos. Avanzarán contra ti por un camino y huirán de ti por siete caminos. El SEÑOR bendecirá tus graneros y todo el trabajo de tus manos. El SEÑOR tu Dios te bendecirá en la tierra que te ha dado. El SEÑOR te establecerá como su pueblo santo, conforme a su juramento, si cumples sus mandamientos y andas en sus caminos. Todas las naciones de la tierra te temerán al reconocerte como el pueblo del SEÑOR. El SEÑOR te concederá abundancia de bienes: multiplicará tus hijos, tu ganado y tus cosechas en la tierra que a tus antepasados juró que te daría. El SEÑOR abrirá los cielos, su generoso tesoro, para derramar a su debido tiempo la lluvia sobre la tierra y para bendecir todo el trabajo de tus manos. Tú prestarás a muchas naciones, pero no tomarás prestado de nadie. El SEÑOR te pondrá a la cabeza, nunca en la cola. Siempre estarás en la cima, nunca en el fondo, con tal de que prestes atención a los mandamientos del SEÑOR tu Dios que hoy te ordeno y los obedezcas con cuidado. Jamás te apartes, ni a la derecha ni a la izquierda, de ninguna de las palabras que hoy te ordeno, para seguir y servir a otros dioses. Pero debes saber que, si no obedeces al SEÑOR tu Dios ni cumples fielmente todos sus mandamientos y estatutos que hoy te ordeno, vendrán sobre ti y te alcanzarán todas estas maldiciones: Maldito serás en la ciudad y maldito en el campo. Malditas serán tu canasta y tu bandeja de amasar. Malditos serán el fruto de tu vientre, tus cosechas, los terneritos de tus manadas y los corderitos de tus rebaños. Maldito serás en el hogar y maldito en el camino. El SEÑOR enviará contra ti maldición, confusión y reprensión en toda la obra de tus manos, hasta que en un abrir y cerrar de ojos quedes arruinado y exterminado por tu mala conducta y por haberme abandonado. El SEÑOR te infestará de plagas, hasta acabar contigo en la tierra de la que vas a tomar posesión. El SEÑOR te castigará con epidemias mortales, fiebres malignas e inflamaciones, con calor sofocante y sequía, y con plagas y pestes sobre tus cultivos. Te hostigará hasta que perezcas. Sobre tu cabeza, el cielo será como bronce; bajo tus pies, la tierra será como hierro. En lugar de lluvia, el SEÑOR enviará sobre tus campos polvo y arena; del cielo lloverá ceniza, hasta que seas aniquilado. El SEÑOR hará que te derroten tus enemigos. Avanzarás contra ellos por un camino y huirás de ellos por siete caminos. Todos los reinos de la tierra sentirán horror al verte.

Deuteronomio 28:1-26 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)

Moisés continuó diciendo: «Si ustedes obedecen todos los mandamientos de Dios que hoy les he dado, serán su pueblo favorito en toda la tierra, y recibirán siempre estas bendiciones: »Dios los bendecirá dondequiera que vivan, sea en el campo o en la ciudad. »Dios bendecirá a sus hijos, y a sus cosechas y ganados. »Dios los bendecirá en sus hogares, en sus viajes, y en todo lo que hagan. Siempre serán muy felices en el país que Dios les dará. Nunca les faltarán alimentos y siempre tendrán pan en la mesa. »Dios les dará a ustedes la victoria sobre sus enemigos. Podrán venir contra ustedes ejércitos en orden de batalla, pero tendrán que huir en completo desorden. »Si obedecen a Dios en todo, él cumplirá su promesa y ustedes serán su pueblo especial. Entonces todos los pueblos verán que ustedes son el pueblo de Dios, y les tendrán miedo. »Cuando ya estén ustedes en la tierra que Dios prometió dar a sus antepasados, él los tratará con bondad. Les permitirá tener muchos hijos, y hará que sus ganados se multipliquen. »Todo lo que ustedes siembren producirá abundantes cosechas, pues Dios abrirá los cielos, donde guarda la lluvia, y regará los sembrados de ustedes. En todo lo que ustedes hagan, siempre les irá bien. Nunca tendrán que pedir prestado nada; al contrario, ustedes tendrán de sobra para prestarles a otros países. »Si ustedes obedecen los mandamientos de Dios y nunca lo desobedecen ni adoran a dioses falsos, siempre serán el país más importante del mundo. »Pero si no obedecen los mandamientos de Dios, que hoy les he dado, serán castigados y caerán sobre ustedes las siguientes maldiciones: »Maldito será todo lo que hagan en la ciudad o en el campo. »Malditas serán las uvas y el trigo que cosechen, y el lugar donde hagan el pan. »Malditos serán sus hijos, y sus cosechas, y las crías de sus vacas y ovejas. »Malditos serán en todo lo que hagan. »Si se portan mal y se apartan de Dios, él los maldecirá y los hará sufrir, a tal grado que ustedes no sabrán qué hacer. Muy pronto serán destruidos. Dios enviará enfermedades terribles que acabarán con todo el país, y ustedes se verán atacados por la fiebre y las inflamaciones. Nada de lo que siembren cosecharán, pues los saltamontes acabarán con todo. Será tanto el calor que todos sus sembrados se secarán, pues Dios no dejará que llueva. En vez de lluvia, Dios enviará polvo y arena hasta destruirlo todo. »Cuando sus enemigos vengan a atacarlos, ustedes ordenarán su ejército para responder al ataque, pero acabarán huyendo en desorden y serán derrotados por completo. Sus cadáveres quedarán tendidos por el suelo, y nadie podrá impedir que sean devorados por las fieras y los buitres. Al ver esto, los demás países se espantarán.

Deuteronomio 28:1-25 Reina Valera Contemporánea (RVC)

»Si tú escuchas con atención la voz del Señor tu Dios, y cumples y pones en práctica todos los mandamientos que hoy te mando cumplir, el Señor tu Dios te exaltará sobre todas las naciones de la tierra. Si escuchas la voz del Señor tu Dios, todas estas bendiciones vendrán sobre ti, y te alcanzarán: »Bendito serás tú en la ciudad, y bendito en el campo. »Bendito será el fruto de tu vientre, el fruto de tu tierra, el fruto de tus bestias, y las crías de tus vacas y los rebaños de tus ovejas. »Benditas serán tu canasta y tu artesa de amasar. »Bendito serás cuando entres, y bendito cuando salgas. »El Señor derrotará a tus enemigos que se levanten contra ti. Por un camino saldrán contra ti, y por siete caminos huirán de ti. »El Señor enviará su bendición sobre tus graneros y sobre todo aquello en que pongas tu mano, y te bendecirá en la tierra que el Señor tu Dios te da. »El Señor te confirmará como su pueblo santo, tal y como te lo ha jurado, siempre y cuando cumplas los mandamientos del Señor tu Dios, y sigas sus caminos. Todos los pueblos de la tierra verán que el nombre del Señor es invocado sobre ti, y te temerán. »En el país que el Señor juró a tus padres que te daría, el Señor hará que sobreabundes en bienes, y en el fruto de tu vientre, y en el fruto de tus animales, y en el fruto de tu tierra. »El Señor te abrirá su tesoro de bondad, que es el cielo, y en su tiempo te enviará la lluvia a tu tierra, y bendecirá todo lo que hagas con tus manos. Harás préstamos a muchas naciones, pero tú no pedirás prestado nada. »El Señor te pondrá por cabeza, no por cola. Estarás por encima de todo, nunca por debajo, siempre y cuando obedezcas y cumplas los mandamientos del Señor tu Dios, que hoy te ordeno cumplir, y siempre y cuando no te apartes ni a diestra ni a siniestra de todas las palabras que hoy te mando cumplir, ni vayas en pos de dioses ajenos y les sirvas. »Si no oyes la voz del Señor tu Dios ni procuras cumplir todos los mandamientos y estatutos que hoy te mando cumplir, vendrán sobre ti, y te alcanzarán, todas estas maldiciones: »Maldito serás tú en la ciudad, y maldito en el campo. »Maldita será tu canasta, y tu tabla de amasar. »Maldito será el fruto de tu vientre, el fruto de tu tierra, las crías de tus vacas y los rebaños de tus ovejas. »Maldito serás cuando entres, y maldito serás cuando salgas. »El Señor enviará contra ti maldición, quebranto y asombro en todo lo que emprendas, hasta que de pronto seas destruido y perezcas por causa de la maldad de tus obras, por las cuales lo hayas dejado. »El Señor traerá sobre ti mortandad hasta consumirte en la tierra de la cual vas a tomar posesión. »El Señor te herirá con tisis y con fiebre, con inflamación y ardores, con sequía y calamidad repentina, y con hongos, los cuales te perseguirán hasta que perezcas. Los cielos que cubren tu cabeza serán como el bronce, y la tierra que pisas será como el hierro. En vez de lluvia, el Señor enviará polvo y ceniza a tu tierra, y desde los cielos caerán sobre ti hasta que perezcas. »El Señor hará que seas derrotado delante de tus enemigos. Por un camino saldrás contra ellos, y por siete caminos huirás de ellos, y todos los reinos de la tierra te humillarán.

Deuteronomio 28:1-25 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)

»Si de veras obedeces al Señor tu Dios, y pones en práctica todos sus mandamientos que yo te ordeno hoy, entonces el Señor te pondrá por encima de todos los pueblos de la tierra. Además, todas estas bendiciones vendrán sobre ti y te alcanzarán por haber obedecido al Señor tu Dios. Serás bendito en la ciudad y en el campo. Serán benditos tus hijos y tus cosechas, y las crías de tus vacas, de tus ovejas y de todos tus animales. Serán benditos tu cesta y el lugar donde amasas la harina, y tú serás bendito en todo lo que hagas. »El Señor pondrá en tus manos a tus enemigos cuando te ataquen. Avanzarán contra ti en formación ordenada, pero huirán de ti en completo desorden. »El Señor enviará su bendición sobre tus graneros y sobre todo lo que hagas, y te hará vivir feliz en el país que va a darte. »Si cumples sus mandamientos y sigues sus caminos, el Señor tu Dios te mantendrá como pueblo consagrado a él, tal como te lo ha jurado. Entonces todos los pueblos de la tierra verán que sobre ti se invoca el nombre del Señor, y te tendrán miedo. El Señor te mostrará su bondad dándote muchos hijos, muchas crías de tus ganados y abundantes cosechas en la tierra que a tus antepasados juró que te daría. Y te abrirá su rico tesoro, que es el cielo, para darle a tu tierra la lluvia que necesite; y hará prosperar todo tu trabajo. Podrás prestar a muchas naciones, pero tú no tendrás que pedir prestado a nadie. El Señor te pondrá en el primer lugar, y no en el último; siempre estarás por encima de los demás, y nunca por debajo, con tal de que atiendas a los mandamientos del Señor tu Dios, que yo te ordeno hoy, y los pongas en práctica, sin apartarte de ellos por seguir a otros dioses y rendirles culto. »Pero si no obedeces al Señor tu Dios, ni pones en práctica todos sus mandamientos y leyes que yo te he ordenado hoy, vendrán sobre ti y te alcanzarán todas estas maldiciones: Serás maldito en la ciudad y en el campo. Serán malditos tu cesta y el lugar donde amasas la harina. Serán malditos tus hijos y tus cosechas, y las crías de tus vacas, de tus ovejas y de todos tus animales. Y maldito serás tú en todo lo que hagas. »El Señor te enviará maldición, confusión y angustia en todo lo que hagas, y en muy poco tiempo te destruirán por completo, por haberlo abandonado con tus malas acciones. El Señor te enviará una peste que acabará contigo en el país que vas a ocupar. También te enviará epidemias mortales, fiebres malignas, inflamaciones, calor sofocante, sequía y plagas sobre tus trigales, epidemias que te perseguirán hasta destruirte. Allá arriba, el cielo te negará su lluvia; y aquí abajo, la tierra te negará sus frutos. El Señor hará caer sobre ti polvo y arena en vez de lluvia, hasta que seas destruido y aplastado por tus enemigos. Avanzarás contra ellos en formación ordenada, pero huirás de ellos en completo desorden, y serás motivo de espanto para todos los reinos de la tierra.

Deuteronomio 28:1-25 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)

Acontecerá que si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, para guardar y poner por obra todos sus mandamientos que yo te prescribo hoy, también Jehová tu Dios te exaltará sobre todas las naciones de la tierra. Y vendrán sobre ti todas estas bendiciones, y te alcanzarán, si oyeres la voz de Jehová tu Dios. Bendito serás tú en la ciudad, y bendito tú en el campo. Bendito el fruto de tu vientre, el fruto de tu tierra, el fruto de tus bestias, la cría de tus vacas y los rebaños de tus ovejas. Benditas serán tu canasta y tu artesa de amasar. Bendito serás en tu entrar, y bendito en tu salir. Jehová derrotará a tus enemigos que se levantaren contra ti; por un camino saldrán contra ti, y por siete caminos huirán de delante de ti. Jehová te enviará su bendición sobre tus graneros, y sobre todo aquello en que pusieres tu mano; y te bendecirá en la tierra que Jehová tu Dios te da. Te confirmará Jehová por pueblo santo suyo, como te lo ha jurado, cuando guardares los mandamientos de Jehová tu Dios, y anduvieres en sus caminos. Y verán todos los pueblos de la tierra que el nombre de Jehová es invocado sobre ti, y te temerán. Y te hará Jehová sobreabundar en bienes, en el fruto de tu vientre, en el fruto de tu bestia, y en el fruto de tu tierra, en el país que Jehová juró a tus padres que te había de dar. Te abrirá Jehová su buen tesoro, el cielo, para enviar la lluvia a tu tierra en su tiempo, y para bendecir toda obra de tus manos. Y prestarás a muchas naciones, y tú no pedirás prestado. Te pondrá Jehová por cabeza, y no por cola; y estarás encima solamente, y no estarás debajo, si obedecieres los mandamientos de Jehová tu Dios, que yo te ordeno hoy, para que los guardes y cumplas, y si no te apartares de todas las palabras que yo te mando hoy, ni a diestra ni a siniestra, para ir tras dioses ajenos y servirles. Pero acontecerá, si no oyeres la voz de Jehová tu Dios, para procurar cumplir todos sus mandamientos y sus estatutos que yo te intimo hoy, que vendrán sobre ti todas estas maldiciones, y te alcanzarán. Maldito serás tú en la ciudad, y maldito en el campo. Maldita tu canasta, y tu artesa de amasar. Maldito el fruto de tu vientre, el fruto de tu tierra, la cría de tus vacas, y los rebaños de tus ovejas. Maldito serás en tu entrar, y maldito en tu salir. Y Jehová enviará contra ti la maldición, quebranto y asombro en todo cuanto pusieres mano e hicieres, hasta que seas destruido, y perezcas pronto a causa de la maldad de tus obras por las cuales me habrás dejado. Jehová traerá sobre ti mortandad, hasta que te consuma de la tierra a la cual entras para tomar posesión de ella. Jehová te herirá de tisis, de fiebre, de inflamación y de ardor, con sequía, con calamidad repentina y con añublo; y te perseguirán hasta que perezcas. Y los cielos que están sobre tu cabeza serán de bronce, y la tierra que está debajo de ti, de hierro. Dará Jehová por lluvia a tu tierra polvo y ceniza; de los cielos descenderán sobre ti hasta que perezcas. Jehová te entregará derrotado delante de tus enemigos; por un camino saldrás contra ellos, y por siete caminos huirás delante de ellos; y serás vejado por todos los reinos de la tierra.

Deuteronomio 28:1-25 La Biblia de las Américas (LBLA)

Y sucederá que si obedeces diligentemente al SEÑOR tu Dios, cuidando de cumplir todos sus mandamientos que yo te mando hoy, el SEÑOR tu Dios te pondrá en alto sobre todas las naciones de la tierra. Y todas estas bendiciones vendrán sobre ti y te alcanzarán, si obedeces al SEÑOR tu Dios: Bendito serás en la ciudad, y bendito serás en el campo. Bendito el fruto de tu vientre, el producto de tu suelo, el fruto de tu ganado, el aumento de tus vacas y las crías de tus ovejas. Benditas serán tu canasta y tu artesa. Bendito serás cuando entres, y bendito serás cuando salgas. El SEÑOR hará que los enemigos que se levanten contra ti sean derrotados delante de ti; saldrán contra ti por un camino y huirán delante de ti por siete caminos. El SEÑOR mandará que la bendición sea contigo en tus graneros y en todo aquello en que pongas tu mano, y te bendecirá en la tierra que el SEÑOR tu Dios te da. Te establecerá el SEÑOR como pueblo santo para sí, como te juró, si guardas los mandamientos del SEÑOR tu Dios y andas en sus caminos. Entonces verán todos los pueblos de la tierra que sobre ti es invocado el nombre del SEÑOR; y te temerán. Y el SEÑOR te hará abundar en bienes, en el fruto de tu vientre, en el fruto de tu ganado y en el producto de tu suelo, en la tierra que el SEÑOR juró a tus padres que te daría. Abrirá el SEÑOR para ti su buen tesoro, los cielos, para dar lluvia a tu tierra a su tiempo y para bendecir toda la obra de tu mano; y tú prestarás a muchas naciones, pero no tomarás prestado. Y te pondrá el SEÑOR a la cabeza y no a la cola, solo estarás encima y nunca estarás debajo, si escuchas los mandamientos del SEÑOR tu Dios que te ordeno hoy, para que los guardes cuidadosamente; no te desvíes de ninguna de las palabras que te ordeno hoy, ni a la derecha ni a la izquierda, para ir tras otros dioses y servirles. Pero sucederá que si no obedeces al SEÑOR tu Dios, guardando todos sus mandamientos y estatutos que te ordeno hoy, vendrán sobre ti todas estas maldiciones y te alcanzarán: Maldito serás en la ciudad, y maldito serás en el campo. Malditas serán tu canasta y tu artesa. Maldito el fruto de tu vientre y el producto de tu suelo, el aumento de tu ganado y las crías de tu rebaño. Maldito serás cuando entres y maldito serás cuando salgas. Enviará el SEÑOR sobre ti maldición, confusión y censura en todo lo que emprendas, hasta que seas destruido y hasta que perezcas rápidamente, a causa de la maldad de tus hechos, porque me has abandonado. El SEÑOR hará que la peste se te pegue hasta que te haya consumido de sobre la tierra adonde vas a entrar para poseerla. Te herirá el SEÑOR de tisis, de fiebre, de inflamación y de gran ardor, con la espada, con tizón y con añublo; y te perseguirán hasta que perezcas. Y el cielo que está encima de tu cabeza será de bronce, y la tierra que está debajo de ti, de hierro. Y el SEÑOR hará que la lluvia de tu tierra sea polvo y ceniza; descenderá del cielo sobre ti hasta que seas destruido. El SEÑOR hará que seas derrotado delante de tus enemigos; saldrás contra ellos por un camino, pero huirás por siete caminos delante de ellos, y serás ejemplo de terror para todos los reinos de la tierra.

Deuteronomio 28:1-25 Nueva Traducción Viviente (NTV)

»Si obedeces al SEÑOR tu Dios en todo y cumples cuidadosamente sus mandatos que te entrego hoy, el SEÑOR tu Dios te pondrá por encima de todas las demás naciones del mundo. Si obedeces al SEÑOR tu Dios, recibirás las siguientes bendiciones: Tus ciudades y tus campos serán benditos. Tus hijos y tus cosechas serán benditos. Las crías de tus rebaños y manadas serán benditas. Tus canastas de fruta y tus paneras serán benditas. Vayas donde vayas y en todo lo que hagas, serás bendito. »El SEÑOR vencerá a tus enemigos cuando te ataquen. ¡Saldrán a atacarte de una sola dirección, pero se dispersarán por siete! »El SEÑOR te asegurará bendición en todo lo que hagas y llenará tus depósitos con granos. El SEÑOR tu Dios te bendecirá en la tierra que te da. »Si obedeces los mandatos del SEÑOR tu Dios y andas en sus caminos, el SEÑOR te confirmará como su pueblo santo, tal como juró que haría. Entonces todas las naciones del mundo verán que eres el pueblo elegido por el SEÑOR y quedarán asombradas ante ti. »El SEÑOR te dará prosperidad en la tierra que les juró a tus antepasados que te daría, te bendecirá con muchos hijos, gran cantidad de animales y cosechas abundantes. El SEÑOR enviará lluvias en el tiempo oportuno desde su inagotable tesoro en los cielos y bendecirá todo tu trabajo. Tú prestarás a muchas naciones, pero jamás tendrás necesidad de pedirles prestado. Si escuchas los mandatos del SEÑOR tu Dios que te entrego hoy y los obedeces cuidadosamente, el SEÑOR te pondrá a la cabeza y no en la cola, y siempre estarás en la cima, nunca por debajo. No te apartes de ninguno de los mandatos que te entrego hoy, ni sigas a otros dioses ni les rindas culto. »Pero si te niegas a escuchar al SEÑOR tu Dios y no obedeces los mandatos y los decretos que te entrego hoy, caerán sobre ti las siguientes maldiciones y te abrumarán: Tus ciudades y tus campos serán malditos. Tus canastas y tus paneras serán malditas. Tus hijos y tus cosechas serán malditos. Las crías de tus rebaños y manadas serán malditas. Vayas donde vayas y en todo lo que hagas, serás maldito. »El propio SEÑOR te enviará maldiciones, desorden y frustración en todo lo que hagas, hasta que por fin quedes totalmente destruido por hacer lo malo y por abandonarme. El SEÑOR te afligirá con enfermedades hasta acabar contigo en la tierra donde estás a punto de entrar y que vas a poseer. El SEÑOR te castigará con enfermedades degenerativas, con fiebre e inflamaciones, con calor abrasador, con sequías y pestes en los cultivos. Esas calamidades te perseguirán hasta la muerte. Arriba, los cielos se pondrán rígidos como el bronce, y abajo, la tierra se volverá dura como el hierro. El SEÑOR convertirá en polvo la lluvia que riega tu tierra, y el polvo caerá del cielo hasta que quedes destruido. »El SEÑOR hará que tus enemigos te derroten. ¡Tú saldrás a atacarlos de una sola dirección, pero te dispersarás por siete! Serás un objeto de horror para todos los reinos de la tierra.

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