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Deuteronomio 14:8-29

Deuteronomio 14:8-29 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)

El cerdo es también impuro porque, aunque tiene la pezuña partida, no es rumiante. No podrás comer su carne ni tocar su cadáver. De todos los animales que viven en el agua podrás comer los que tienen aletas y escamas, pero no podrás comer los que no tienen aletas ni escamas, sino que los tendrás por animales impuros. Podrás comer cualquier ave que sea pura, pero no podrás comer águila, quebrantahuesos, buitre negro, gallinazo, ni especie alguna de milanos ni de halcones, ni especie alguna de cuervos, ni avestruz, lechuza o gaviota, ninguna clase de gavilán, ni búho, ibis, lechuza nocturna, búho del desierto, águila pescadora, cormorán o cigüeña, ni especie alguna de garzas, ni abubilla ni murciélago. A los insectos voladores los tendrás por impuros, así que no los comas. Pero sí podrás comer cualquier animal alado que sea puro. No comas nada que encuentres ya muerto. Podrás dárselo al extranjero que viva en cualquiera de tus ciudades; él sí podrá comérselo o vendérselo a un forastero. Pero tú eres un pueblo consagrado al SEÑOR tu Dios. No cocines el cabrito en la leche de su madre. Cada año, sin falta, apartarás la décima parte de todo lo que produzcan tus campos. En la presencia del SEÑOR tu Dios comerás la décima parte de tu trigo, tu vino nuevo y tu aceite, y de los primogénitos de tus vacas y ovejas; lo harás en el lugar que él escoja como residencia de su Nombre. Así aprenderás a temer siempre al SEÑOR tu Dios. Pero si el SEÑOR tu Dios te ha bendecido y el lugar donde ha puesto su Nombre está demasiado distante, de modo que no puedes transportar tu diezmo hasta allá, entonces lo venderás y te presentarás con el dinero en el lugar que el SEÑOR tu Dios haya elegido. Con ese dinero podrás comprar lo que prefieras o más te guste: vacas, ovejas, vino u otra bebida fermentada, y allí, en presencia del SEÑOR tu Dios, tú y tu familia comerán y se regocijarán. Pero no abandones a los levitas que vivan en tus ciudades. Recuerda que, a diferencia de ti, ellos no tienen patrimonio alguno. Cada tres años reunirás los diezmos de todos tus productos de ese año y los almacenarás en tus ciudades. Así los levitas que no tienen patrimonio alguno, los extranjeros, los huérfanos y las viudas que viven en tus ciudades podrán comer y quedar satisfechos. Entonces el SEÑOR tu Dios bendecirá todo el trabajo de tus manos.

Deuteronomio 14:8-29 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)

Tampoco deben comer carne de cerdo, pues aunque tiene partidas las pezuñas, no es rumiante. ¡Ni se les ocurra tocar un cerdo muerto! »Pueden comer cualquier pescado que tenga escamas y aletas, pero Dios les prohíbe comer de cualquier animal que viva en el agua y no tenga aletas ni escamas, pues son animales impuros. »Pueden comer cualquier tipo de ave que no sea impura. Las aves que Dios ha prohibido comer, son las siguientes: el águila, el quebrantahuesos, el águila marina, el milano, el avestruz, la lechuza, la gaviota, el búho, el ibis, el cisne, el pelícano, el buitre, la cigüeña, la garza, la abubilla, el murciélago, toda clase de halcones, todo tipo de cuervos, toda clase de gavilanes. »No podrán comer insectos que tengan alas y vivan en enjambres, pues para Dios son impuros. En cambio, podrán comer toda clase de grillos y saltamontes, pues son considerados puros. »Si un animal se muere, no coman de su carne, pues ustedes son un pueblo que pertenece a Dios y él así lo ha ordenado. Sin embargo, pueden darle la carne a cualquier extranjero que viva entre ustedes, o venderla a un extranjero que esté de visita en el pueblo. »Tampoco les está permitido cocinar un cabrito hirviéndolo en la leche de su madre. »Cada año deberán entregarle a Dios la décima parte de todo lo que ustedes cosechen y produzcan. ¡No fallen ni una sola vez! Entregarán la décima parte del grano que cosechen, y la décima parte del vino y el aceite que preparen. También le darán a Dios todas las primeras crías que hayan tenido sus vacas y ovejas. »Luego, en una ceremonia especial, ustedes comerán de esos productos. Por medio de esa ceremonia todos aprenderán a respetar y amar a Dios en todo momento. Celebrarán la ceremonia en el lugar que Dios elija para poner su santuario. »Pero si el santuario les queda muy lejos, y no pueden llevar la décima parte de todo lo que Dios les ha dado, harán lo siguiente: venderán esa parte y llevarán el dinero al santuario. Cuando ustedes y sus familias lleguen allá, comprarán con ese dinero toda la comida que necesiten: vacas, ovejas, vino, cerveza, y cualquier otra cosa. Entonces celebrarán una gran fiesta en honor de nuestro Dios. »No se olviden de compartir sus productos con los de la tribu de Leví que viven en su ciudad, pues a ellos no se les dieron tierras para cultivar y a ustedes sí. »Cada tres años apartarán la décima parte de todo lo que cosechen durante el año, y la guardarán en la ciudad. Así, los de la tribu de Leví tendrán el alimento que necesiten. No solo ellos podrán tomar alimentos de allí, sino también los huérfanos, las viudas y los refugiados que vivan en la ciudad. Si obedecen estas instrucciones, Dios los bendecirá y todo les saldrá bien».

Deuteronomio 14:8-29 Reina Valera Contemporánea (RVC)

Tampoco podrán comer cerdo, porque este tiene la pezuña hendida, pero no rumia. Deberán considerarlo un animal impuro. No comerán la carne de estos animales, ni tocarán sus cadáveres. »Podrán comer, de todo lo que hay en el agua, todo lo que tenga aletas y escamas. Pero no podrán comer nada que no tenga aletas ni escamas; lo considerarán impuro. »Podrán comer toda ave limpia, pero las aves que no podrán comer son las siguientes: el águila, el quebrantahuesos, el azor, el gallinazo, ninguna especie de milano, ninguna especie de cuervo, el avestruz, la lechuza, la gaviota, ninguna especie de gavilán, el búho, el ibis, el calamón, el pelícano, el buitre, el somormujo, la cigüeña, ninguna especie de garza, la abubilla y el murciélago. No comerán ningún insecto alado; lo considerarán impuro. Pero podrán comer toda ave limpia. »No comerán ningún animal que encuentren muerto, porque ustedes son un pueblo consagrado al Señor su Dios. Podrán dárselo o vendérselo a los extranjeros que vivan en sus ciudades; ellos sí podrán comerlo. »No guisarás el cabrito en la leche de su madre. »Cada año deberás presentar, sin falta, la décima parte de todo el grano que tu campo produzca. Y esa décima parte de tu grano, de tu vino y de tu aceite, y las primicias de tus rebaños y ganados las comerás delante del Señor tu Dios, en el lugar que él escoja como residencia de su nombre, para que aprendas a temer siempre al Señor tu Dios. Si el Señor tu Dios te bendice, pero el camino es demasiado largo y te queda lejos llevar esa décima parte hasta el lugar donde el Señor tu Dios escogió como residencia de su nombre, entonces venderás esa décima parte y, con el dinero en la mano, te presentarás en el lugar que el Señor tu Dios ha escogido. Con ese dinero podrás también comprar todo lo que desees: vacas, ovejas, vino, sidra, o cualquier otra cosa que tú desees, y lo comerás delante del Señor tu Dios, y tú y tu familia se regocijarán. »No desampares al levita que habite en tus ciudades, pues ellos no comparten contigo ninguna propiedad. »Cada tres años cumplidos sacarás todo el diezmo de tus productos de aquel año, y lo almacenarás en tus ciudades. Como los levitas no comparten contigo ninguna propiedad, podrán entonces venir y comer hasta quedar satisfechos, lo mismo que los extranjeros, los huérfanos y las viudas que haya en tus ciudades. Así el Señor tu Dios te bendecirá en todo lo que hagas.

Deuteronomio 14:8-29 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)

»El cerdo, porque tiene pezuñas partidas pero no es rumiante. Deben considerarlo impuro. No coman la carne de estos animales ni toquen sus cuerpos muertos. »De los animales que viven en el agua podrán comer de los que tienen aletas y escamas, pero no coman de los que no tienen aletas y escamas; deben considerarlos animales impuros. »Pueden comer de toda ave pura, pero hay algunas de las cuales no deben comer: el águila, el quebrantahuesos, el águila marina, el milano, y toda clase de halcones, toda clase de cuervos, el avestruz, la lechuza, la gaviota, toda clase de gavilanes, el búho, el ibis, el cisne, el pelícano, el buitre, el cormorán, la cigüeña, la abubilla y el murciélago. »Todo insecto con alas será considerado impuro. No deberán comerlo. Pero las aves consideradas puras sí podrán comerlas. »No coman ningún animal que muera por sí solo, pues ustedes son un pueblo consagrado al Señor su Dios; pero se lo podrán dar al extranjero que viva en las ciudades de ustedes; él sí puede comerlo. Y también pueden vendérselo al extranjero que esté de paso. »No cocinen cabritos en la leche de su madre. »Cada año, sin falta, deberán ustedes apartar la décima parte de todo el grano que cosechen. De esa décima parte de trigo, de vino y de aceite, y de las primeras crías de sus vacas y ovejas, comerán ustedes delante del Señor su Dios, en el lugar que él escoja como residencia de su nombre, para que aprendan a reverenciar siempre al Señor. Y si el Señor los bendice, pero ustedes tienen que hacer un largo viaje para llevar esa décima parte por vivir muy lejos del lugar que el Señor ha escogido para poner allí su nombre, entonces venderán ustedes esa décima parte y el dinero de la venta lo llevarán al lugar que el Señor haya escogido. Con ese dinero comprarán allí lo que crean más conveniente: bueyes, ovejas, vino o cualquier bebida fermentada; en fin, lo que ustedes quieran, y lo comerán allí, delante del Señor su Dios, y harán fiesta junto con su familia. »No desamparen nunca a los levitas que vivan en su población, ya que a ellos no les ha tocado tener su propia tierra como a ustedes. »Cada tres años deberán ustedes apartar la décima parte de su cosecha del año, y almacenarla en su ciudad, para que cuando vengan los levitas, a quienes no les ha tocado tener su propia tierra, o los extranjeros que viven entre ustedes, o los huérfanos y las viudas, puedan comer hasta quedar satisfechos. Así el Señor su Dios los bendecirá en todo lo que hagan.

Deuteronomio 14:8-29 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)

ni cerdo, porque tiene pezuña hendida, mas no rumia; os será inmundo. De la carne de estos no comeréis, ni tocaréis sus cuerpos muertos. De todo lo que está en el agua, de estos podréis comer: todo lo que tiene aleta y escama. Mas todo lo que no tiene aleta y escama, no comeréis; inmundo será. Toda ave limpia podréis comer. Y estas son de las que no podréis comer: el águila, el quebrantahuesos, el azor, el gallinazo, el milano según su especie, todo cuervo según su especie, el avestruz, la lechuza, la gaviota y el gavilán según sus especies, el búho, el ibis, el calamón, el pelícano, el buitre, el somormujo, la cigüeña, la garza según su especie, la abubilla y el murciélago. Todo insecto alado será inmundo; no se comerá. Toda ave limpia podréis comer. Ninguna cosa mortecina comeréis; al extranjero que está en tus poblaciones la darás, y él podrá comerla; o véndela a un extranjero, porque tú eres pueblo santo a Jehová tu Dios. No cocerás el cabrito en la leche de su madre. Indefectiblemente diezmarás todo el producto del grano que rindiere tu campo cada año. Y comerás delante de Jehová tu Dios en el lugar que él escogiere para poner allí su nombre, el diezmo de tu grano, de tu vino y de tu aceite, y las primicias de tus manadas y de tus ganados, para que aprendas a temer a Jehová tu Dios todos los días. Y si el camino fuere tan largo que no puedas llevarlo, por estar lejos de ti el lugar que Jehová tu Dios hubiere escogido para poner en él su nombre, cuando Jehová tu Dios te bendijere, entonces lo venderás y guardarás el dinero en tu mano, y vendrás al lugar que Jehová tu Dios escogiere; y darás el dinero por todo lo que deseas, por vacas, por ovejas, por vino, por sidra, o por cualquier cosa que tú deseares; y comerás allí delante de Jehová tu Dios, y te alegrarás tú y tu familia. Y no desampararás al levita que habitare en tus poblaciones; porque no tiene parte ni heredad contigo. Al fin de cada tres años sacarás todo el diezmo de tus productos de aquel año, y lo guardarás en tus ciudades. Y vendrá el levita, que no tiene parte ni heredad contigo, y el extranjero, el huérfano y la viuda que hubiere en tus poblaciones, y comerán y serán saciados; para que Jehová tu Dios te bendiga en toda obra que tus manos hicieren.

Deuteronomio 14:8-29 La Biblia de las Américas (LBLA)

Y el cerdo, aunque tiene la pezuña dividida, no rumia; será inmundo para vosotros. No comeréis de su carne ni tocaréis sus cadáveres. De todo lo que vive en el agua, estos podréis comer: todos los que tienen aletas y escamas, pero no comeréis nada que no tenga aletas ni escamas; será inmundo para vosotros. Toda ave limpia podréis comer. Pero estas no comeréis: el águila, el buitre y el buitre negro; el azor, el halcón y el milano según su especie; todo cuervo según su especie; el avestruz, la lechuza, la gaviota y el gavilán según su especie; el búho, el búho real, la lechuza blanca, el pelícano, el buitre, el somormujo, la cigüeña y la garza según su especie; la abubilla y el murciélago. Todo insecto alado será inmundo para vosotros; no se comerá. Toda ave limpia podréis comer. No comeréis ningún animal que se muera. Lo podrás dar al forastero que está en tus ciudades, para que lo coma, o lo podrás vender a un extranjero, porque tú eres un pueblo santo al SEÑOR tu Dios. No cocerás el cabrito en la leche de su madre. Diezmarás fielmente todo el producto de tu sementera, lo que rinde tu campo cada año. Y comerás en la presencia del SEÑOR tu Dios, en el lugar que Él escoja para poner allí su nombre, el diezmo de tu grano, de tu mosto y de tu aceite, y los primogénitos de tus vacas y de tus ovejas, para que aprendas a temer siempre al SEÑOR tu Dios. Mas si el camino es tan largo para ti, que seas incapaz de llevar el diezmo por estar lejos el lugar donde el SEÑOR tu Dios escoja para poner allí su nombre, cuando el SEÑOR tu Dios te haya bendecido, entonces lo cambiarás por dinero, y atarás el dinero en tu mano e irás al lugar que el SEÑOR tu Dios escoja. Y podrás gastar el dinero en todo lo que tu corazón apetezca: en vacas u ovejas, en vino o sidra, o en cualquier otra cosa que tu corazón desee; allí comerás en presencia del SEÑOR tu Dios, y te alegrarás tú y tu casa. Tampoco desampararás al levita que habite en tus ciudades, porque él no tiene parte ni heredad contigo. Al fin de cada tercer año, sacarás todo el diezmo de tus productos de aquel año y lo depositarás en tus ciudades. Y vendrá el levita, que no tiene parte ni herencia contigo, y el forastero, el huérfano y la viuda que habitan en tus ciudades, y comerán y se saciarán, para que el SEÑOR tu Dios te bendiga en toda obra que tu mano haga.

Deuteronomio 14:8-29 Nueva Traducción Viviente (NTV)

Tampoco comerás cerdo, pues tiene las pezuñas partidas pero no es un animal rumiante, así que es ceremonialmente impuro para ti. No comerás la carne de ninguno de los animales que acabo de mencionar, ni siquiera tocarás sus cuerpos muertos. »De todos los animales marinos, puedes comer los que tengan tanto aletas como escamas, pero no comerás de los que no tengan ni aletas ni escamas. Estos son ceremonialmente impuros para ti. »Puedes comer de cualquier ave que sea ceremonialmente pura, pero no comerás de las siguientes aves: el buitre grifón, el quebrantahuesos, el buitre de cabeza negra, el milano, el halcón, ningún tipo de ave carroñera, ni cuervos de ninguna clase, ni el búho real, ni la lechuza campestre, ni la gaviota, ni gavilanes de ninguna especie; tampoco mochuelos ni pequeños ni grandes, ni lechuzas comunes, ni lechuzas del desierto, ni el buitre egipcio, ni el cuervo marino, ni la cigüeña, ni garzas de ninguna especie, ni la abubilla, ni el murciélago. »Todos los insectos con alas que caminan por el suelo son ceremonialmente impuros para ti y no los comerás; pero sí puedes comer de las aves y de los insectos con alas que son ceremonialmente puros. »No comas nada que haya muerto de muerte natural. En todo caso, puedes dárselo a algún extranjero que viva en tu ciudad o vendérselo a un desconocido. Pero tú no lo comas, porque eres un pueblo santo, separado para el SEÑOR tu Dios. »No cocines a un cabrito en la leche de su madre. »Deberás separar el diezmo de tus cosechas, es decir, la décima parte de todo lo que coseches cada año. Lleva ese diezmo al lugar de adoración designado —el lugar que el SEÑOR tu Dios elija para que su nombre sea honrado— y cómelo allí, en su presencia. Lo harás así con el diezmo de tus granos, tu vino nuevo, tu aceite de oliva y los machos de las primeras crías de tus rebaños y manadas. Esta práctica te enseñará a temer siempre al SEÑOR tu Dios. »Ahora bien, cuando el SEÑOR tu Dios te bendiga con una buena cosecha, podría suceder que el lugar de adoración que él elija para que su nombre sea honrado te quede demasiado lejos para llevar tu diezmo. En ese caso, puedes vender esa décima parte de tus cosechas y manadas, poner el dinero en una bolsa y dirigirte al lugar que el SEÑOR tu Dios haya elegido. Cuando llegues, podrás usar el dinero para comprar cualquier clase de alimento que desees: ganado, ovejas, cabras, vino u otra bebida alcohólica. Luego comerás hasta quedar satisfecho en la presencia del SEÑOR tu Dios y celebrarás con todos los de tu casa. No descuides a los levitas de tu ciudad, porque ellos no van a recibir ninguna asignación de tierra como las demás tribus. »Al final de cada tercer año, lleva todo el diezmo de la cosecha de ese año a la ciudad más cercana y almacénalo allí. Dáselo a los levitas —quienes no recibirán ninguna asignación de tierra como las demás tribus— y también a los extranjeros que vivan en medio de ti, a los huérfanos y a las viudas de tus ciudades, para que coman y se sacien. Entonces el SEÑOR tu Dios te bendecirá en todo tu trabajo.

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