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Amós 5:10-24

Amós 5:10-24 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)

Ustedes odian al que defiende la justicia en el tribunal y detestan al que dice la verdad. Por eso, como oprimen a los pobres y les exigen un impuesto sobre el grano, no vivirán en las casas de piedra labrada que han construido ni beberán del vino de los selectos viñedos que han plantado. ¡Yo sé cuán numerosos son sus delitos, cuán grandes sus pecados! Ustedes oprimen al justo, exigen soborno y en los tribunales atropellan al necesitado. Por eso en circunstancias como estas guarda silencio el prudente, porque estos tiempos son malos. Busquen el bien y no el mal, y vivirán; y así estará con ustedes el SEÑOR Dios de los Ejércitos, tal como ustedes lo afirman. ¡Odien el mal y amen el bien! Establezcan la justicia en los tribunales; tal vez así el SEÑOR, el Dios de los Ejércitos, tenga compasión del remanente de José. Por eso, así dice el SEÑOR y Dios, el Dios de los Ejércitos: «En todas las plazas se escucharán lamentos y gritos de angustia en todas las calles. Llamarán a duelo a los agricultores y a los llorones profesionales para hacer lamentación. Se escucharán lamentos en todos los viñedos cuando yo pase en medio de ti», dice el SEÑOR. SEÑOR ¡Ay de los que suspiran por el día del SEÑOR! ¿De qué les servirá ese día si va a ser de oscuridad y no de luz? Será como cuando alguien huye de un león y se le viene encima un oso, o como cuando al llegar a su casa, apoya la mano en la pared y lo muerde una serpiente. ¿No será el día del SEÑOR de oscuridad y no de luz? ¡Será por cierto sombrío y sin resplandor! «Detesto y aborrezco sus fiestas religiosas; no me agradan sus cultos solemnes. Aunque me traigan holocaustos y ofrendas de cereal, no los aceptaré; no prestaré atención a los sacrificios de comunión de novillos cebados. Aleja de mí el bullicio de tus canciones; no quiero oír la música de tus liras. Pero ¡que fluya el derecho como las aguas y la justicia como arroyo inagotable!

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Amós 5:10-24 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)

»Ustedes desprecian al que lucha por la justicia y al que dice la verdad; ustedes humillan a los pobres y les quitan el pan de la boca al cobrarles altos impuestos. Por eso no podrán disfrutar de las lujosas casas que construyeron, ni tampoco beberán el vino de los hermosos viñedos que plantaron. »Yo conozco todos sus pecados; conozco sus muchas maldades. Sé que los jueces aceptan dinero para juzgar a favor de los malvados y en contra de la gente inocente. Por eso el juicio lo ganan los ricos y lo pierden los pobres. ¡Hay tanta maldad hoy en día que los sabios prefieren callarse! »Ustedes dicen estar seguros de que yo vivo entre ustedes. Si en verdad quieren que así sea, dejen de hacer lo malo, empiecen a hacer lo bueno y traten a todos con justicia. Puede ser que entonces yo, el Dios todopoderoso, viva entre ustedes y les dé vida. Puede ser que entonces yo, el Dios todopoderoso, bendiga a los pocos de ustedes que hayan quedado con vida». Nuestro Dios, el poderoso Dios de Israel, ha dicho: «Cuando yo venga a castigarlos, el llanto se oirá por todas partes. Se llorará en las calles, se llorará en los mercados, se llorará en los viñedos, se llorará en los campos, ¡y también en los velorios! ¡Qué mal les va a ir a ustedes, los que esperan con ansias el día de mi llegada! ¡No saben lo que les espera! ¡No será un día de luz, sino un día de terrible oscuridad! Ese día sabrán lo que sienten los que huyen de un león y se encuentran con un oso. Ese día sabrán lo que sienten los que entran en su casa y los muerde una serpiente al apoyarse en la pared. »En verdad, así será el día de mi llegada: ¡no será un día de felicidad, sino un día de terrible tristeza! »¡Yo aborrezco sus fiestas religiosas! ¡No soporto sus cultos de adoración! Ustedes se acercan a mí trayendo toda clase de ofrendas, pero yo no quiero ni mirarlas. ¡Vayan a cantar a otra parte! ¡No quiero oír esa música de arpa! Mejor traten con justicia a los demás y sean justos como yo lo soy. ¡Que abunden sus buenas acciones como abundan las aguas de un río caudaloso!

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Amós 5:10-24 Reina Valera Contemporánea (RVC)

Pero ustedes aborrecen a quienes los reprenden en las puertas de la ciudad; detestan a los que hablan con rectitud. Por lo tanto, y puesto que ustedes ultrajan a los pobres y le cobran impuestos por su trigo, jamás habitarán las casas de piedra labrada que han construido, ni beberán jamás el vino de las hermosas viñas que plantaron. Yo sé muy bien que ustedes son muy rebeldes, y que cometen grandes pecados; sé también que oprimen a la gente honrada, que reciben soborno, y que en los tribunales impiden que los pobres ganen sus pleitos. ¡Vivimos en tiempos tan corruptos, que la gente prudente prefiere callar! Busquen lo bueno, y no lo malo, y vivirán. Así el Señor, el Dios de los ejércitos, estará con ustedes, como dicen que está. Aborrezcan el mal; amen el bien. En los tribunales, impartan justicia. Tal vez entonces el Señor y Dios de los ejércitos tendrá piedad del remanente de José. Por lo tanto, así ha dicho el Señor y Dios de los ejércitos: «En todas las plazas habrá llanto, y en todas las calles se quejarán. Al labrador lo llamarán a guardar luto, y a los que sepan cantar endechas, a endechar. Cuando yo pase en medio de ustedes, en todas las viñas habrá llanto.» —Palabra del Señor. ¡Ay de los que anhelan que llegue el día del Señor! ¿Para qué quieren que llegue el día del Señor? Será un día de tinieblas, y no de luz. Será como cuando alguien huye de un león, y se topa con un oso. O como cuando alguien entra en su casa y, al apoyarse en la pared, una culebra le muerde la mano. El día del Señor no será de luz, sino de tinieblas. ¡Será un día sombrío, sin resplandor alguno! «Yo aborrezco sus fiestas solemnes. ¡No las soporto, ni me complacen sus reuniones! Cuando me ofrezcan sus ofrendas y holocaustos, no los recibiré, ni miraré los animales engordados que me presenten como ofrendas de paz. Alejen de mí la multitud de sus cantos. No quiero escuchar las melodías de sus liras. Prefiero que fluya la justicia como un río, y que el derecho mane como un impetuoso arroyo.

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Amós 5:10-24 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)

¡Ay de ustedes, que odian al defensor de la justicia y detestan al testigo honrado! Puesto que pisotean al pobre y le cobran impuestos de trigo, no podrán vivir en las casas de piedra que han construido, ni beberán el vino de los viñedos que han plantado. Yo conozco sus muchas maldades y sus pecados sin fin: oprimen al justo, reciben soborno y en los tribunales hacen que el pobre pierda su causa. Por eso el que es sabio se calla, porque el tiempo es malo. Busquen el bien y no el mal, y vivirán; así será verdad lo que ustedes dicen: que el Señor, el Dios todopoderoso, está con ustedes. ¡Odien el mal! ¡Amen el bien! Asegúrense de que en los tribunales se haga justicia; quizá entonces el Señor, el Dios todopoderoso, tendrá piedad de los sobrevivientes de Israel. Así dice el Señor, el Dios todopoderoso: «En todas las plazas habrá llanto, en todas las calles habrá gritos de dolor. Llamarán al duelo a los campesinos, y a los llorones profesionales al llanto. En todos los viñedos llorarán cuando yo venga a castigarlos.» Lo dice el Señor. ¡Ay de los que ansían que llegue el día del Señor! ¿Saben cómo va a ser para ustedes ese día? Será día de oscuridad, y no de luz. Será como cuando uno huye de un león y se topa con un oso, o como cuando uno entra en su casa, se apoya en la pared, y lo muerde una culebra. Sí, el día del Señor será de oscuridad, y no de luz; de densa oscuridad, sin claridad ninguna. «Odio y desprecio las fiestas religiosas que ustedes celebran; me disgustan sus reuniones solemnes. No quiero los holocaustos que ofrecen en mi honor, ni sus ofrendas de cereales; no aceptaré los gordos becerros de sus sacrificios de reconciliación. ¡Alejen de mí el ruido de sus cantos! ¡No quiero oír el sonido de sus arpas! Pero que fluya como agua la justicia, y la honradez como un manantial inagotable.

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Amós 5:10-24 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)

Ellos aborrecieron al reprensor en la puerta de la ciudad, y al que hablaba lo recto abominaron. Por tanto, puesto que vejáis al pobre y recibís de él carga de trigo, edificasteis casas de piedra labrada, mas no las habitaréis; plantasteis hermosas viñas, mas no beberéis el vino de ellas. Porque yo sé de vuestras muchas rebeliones, y de vuestros grandes pecados; sé que afligís al justo, y recibís cohecho, y en los tribunales hacéis perder su causa a los pobres. Por tanto, el prudente en tal tiempo calla, porque el tiempo es malo. Buscad lo bueno, y no lo malo, para que viváis; porque así Jehová Dios de los ejércitos estará con vosotros, como decís. Aborreced el mal, y amad el bien, y estableced la justicia en juicio; quizá Jehová Dios de los ejércitos tendrá piedad del remanente de José. Por tanto, así ha dicho Jehová, Dios de los ejércitos: En todas las plazas habrá llanto, y en todas las calles dirán: ¡Ay! ¡Ay!, y al labrador llamarán a lloro, y a endecha a los que sepan endechar. Y en todas las viñas habrá llanto; porque pasaré en medio de ti, dice Jehová. ¡Ay de los que desean el día de Jehová! ¿Para qué queréis este día de Jehová? Será de tinieblas, y no de luz; como el que huye de delante del león, y se encuentra con el oso; o como si entrare en casa y apoyare su mano en la pared, y le muerde una culebra. ¿No será el día de Jehová tinieblas, y no luz; oscuridad, que no tiene resplandor? Aborrecí, abominé vuestras solemnidades, y no me complaceré en vuestras asambleas. Y si me ofreciereis vuestros holocaustos y vuestras ofrendas, no los recibiré, ni miraré a las ofrendas de paz de vuestros animales engordados. Quita de mí la multitud de tus cantares, pues no escucharé las salmodias de tus instrumentos. Pero corra el juicio como las aguas, y la justicia como impetuoso arroyo.

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Amós 5:10-24 La Biblia de las Américas (LBLA)

Ellos odian en la puerta al que reprende, y aborrecen al que habla con integridad. Por tanto, ya que imponéis fuertes impuestos sobre el pobre y exigís de él tributo de grano, las casas de piedra labrada que habéis edificado, no las habitaréis; habéis plantado viñas escogidas, pero no beberéis su vino. Pues yo sé que muchas son vuestras transgresiones y graves vuestros pecados: oprimís al justo, aceptáis soborno y rechazáis a los pobres en la puerta. Por tanto, el prudente se calla en ese tiempo, pues es tiempo malo. Buscad lo bueno y no lo malo, para que viváis; y así sea con vosotros el SEÑOR, Dios de los ejércitos, tal como habéis dicho. Aborreced el mal, amad el bien, y estableced la justicia en la puerta. Tal vez el SEÑOR, Dios de los ejércitos, sea misericordioso con el remanente de José. Por tanto, así dice el SEÑOR, el Señor Dios de los ejércitos: En todas las plazas hay llanto, y en todas las calles dicen: ¡Ay! ¡Ay! Llaman a duelo al labrador, y a lamentación a los que saben plañir. En todas las viñas habrá llanto, porque pasaré por en medio de ti —dice el SEÑOR. ¡Ay de los que ansían el día del SEÑOR! ¿De qué os servirá el día del SEÑOR? Será tinieblas, y no luz; como cuando uno huye de un león, y se encuentra con un oso, o va a casa, apoya la mano en la pared, y lo muerde una culebra. ¿No será tinieblas el día del SEÑOR, y no luz, oscuridad, y no resplandor? Aborrezco, desprecio vuestras fiestas, tampoco me agradan vuestras asambleas solemnes. Aunque me ofrezcáis holocaustos y vuestras ofrendas de grano, no los aceptaré; ni miraré a las ofrendas de paz de vuestros animales cebados. Aparta de mí el ruido de tus cánticos, pues no escucharé siquiera la música de tus arpas. Pero corra el juicio como las aguas y la justicia como corriente inagotable.

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Amós 5:10-24 Nueva Traducción Viviente (NTV)

¡Cómo odian ustedes a los jueces honestos! ¡Cómo desprecian a los que dicen la verdad! Pisotean a los pobres, robándoles el grano con impuestos y rentas injustas. Por lo tanto, aunque construyan hermosas casas de piedra, nunca vivirán en ellas. Aunque planten viñedos exuberantes, nunca beberán su vino. Pues yo conozco la enorme cantidad de sus pecados y la profundidad de sus rebeliones. Ustedes oprimen a los buenos al aceptar sobornos y privan al pobre de la justicia en los tribunales. Así que los que son listos permanecerán con la boca cerrada, porque es un tiempo malo. ¡Hagan lo bueno y huyan del mal para que vivan! Entonces el SEÑOR Dios de los Ejércitos Celestiales será su ayudador, así como ustedes han dicho. Odien lo malo y amen lo bueno; conviertan sus tribunales en verdaderas cortes de justicia. Quizás el SEÑOR Dios de los Ejércitos Celestiales todavía tenga compasión del remanente de su pueblo. Por lo tanto, esto es lo que dice el Señor, el SEÑOR Dios de los Ejércitos Celestiales: «Habrá llanto en todas las plazas públicas y lamentos en cada calle. Llamen a los campesinos para que lloren con ustedes y traigan a los que les pagan por lamentar. Habrá gemidos en cada viñedo, porque yo los destruiré a todos», dice el SEÑOR. Qué aflicción les espera a ustedes que dicen: «¡Si tan solo hoy fuera el día del SEÑOR!». No tienen la menor idea de lo que desean. Ese día no traerá luz, sino oscuridad. En ese día ustedes serán como un hombre que huye de un león, solo para encontrarse con un oso. Y, al escapar del oso, apoya su mano contra una pared en su casa y lo muerde una serpiente. Así es, el día del SEÑOR será oscuro y sin remedio, sin un rayo de alegría ni esperanza. «Odio todos sus grandes alardes y pretensiones, la hipocresía de sus festivales religiosos y asambleas solemnes. No aceptaré sus ofrendas quemadas ni sus ofrendas de grano. Ni siquiera prestaré atención a sus ofrendas selectas de paz. ¡Fuera de aquí con sus ruidosos himnos de alabanza! No escucharé la música de sus arpas. En cambio, quiero ver una tremenda inundación de justicia y un río inagotable de rectitud.

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