Jeremías 5:26-31

Hay entre mi pueblo hombres perversos que acechan víctimas como lo hace un cazador oculto. Arman trampas y redes con mucha habilidad. ¿Y qué es lo que atrapan? ¡Personas! Como gallinero lleno de pollos, sus hogares están llenos de perversas tramas. ¿Y el resultado? Ahora son grandes y ricos, bien alimentados y relucientes, y no hay límite para sus maldades. ¡Pero niegan la justicia a los huérfanos y sus derechos a los pobres! ¿He de estarme con los brazos cruzados tolerando esta situación?, pregunta el SEÑOR. ¿No he de castigar a un país que vive en esta situación? Algo espantoso ha ocurrido en este país: los profetas anunciando mentiras y los sacerdotes muy contentos apoyándolos. Y al pueblo parece que le gusta esta situación. ¡¿Dónde irá a parar toda esta locura?!