Para todo hay un tiempo oportuno. Hay tiempo para todo lo que se hace bajo el sol. Tiempo de nacer; Tiempo de morir; Tiempo de plantar; Tiempo de cosechar; Tiempo de matar; Tiempo de sanar; Tiempo de destruir; Tiempo de reedificar; Tiempo de llorar; Tiempo de reír; Tiempo de tener duelo; Tiempo de danzar; Tiempo de esparcir piedras; Tiempo de recoger piedras; Tiempo de abrazar; Tiempo de no abrazar; Tiempo de encontrar; Tiempo de perder; Tiempo de ahorrar; Tiempo de derrochar; Tiempo de romper; Tiempo de reparar; Tiempo de callar; Tiempo de hablar; Tiempo de amar; Tiempo de odiar; Tiempo de guerra; Tiempo de paz. Realmente, ¿qué se obtiene del mucho trabajar? He meditado esto en relación con las diversas clases de trabajo que Dios ha dado a los humanos. Todo está bien en su momento oportuno. Pero si bien Dios ha plantado la eternidad en el corazón de todo hombre y mujer, el ser humano es incapaz de una plena visión de la obra de Dios de principio a fin. Llego así a esta conclusión: primero, que no hay para el ser humano nada mejor que ser feliz y pasarla bien mientras pueda; segundo, que debe comer, beber y disfrutar del fruto de su trabajo, pues estos son dones de Dios. Y esto sé: que todo lo que Dios hace permanece para siempre; nada puede añadírsele ni quitársele; lo que Dios se propone es que el ser humano le tema. Lo que ahora existe ya existía, y lo que va a existir, existe ya. Dios hace que la historia se repita.
Leer Eclesiastés 3
Compartir
Comparar todas las versiones: Eclesiastés 3:1-15
¡Guarda versículos, lee sin conexión, mira videos didácticos y más!
YouVersion utiliza cookies para personalizar su experiencia. Al usar nuestro sitio web, acepta nuestro uso de cookies como se describe en nuestra Política de privacidad
Inicio
Biblia
Planes
Videos