Señor, me siento muy afligido; ¡dame vida, conforme a tu promesa! Acepta, Señor, las ofrendas de mis labios, y enséñame tus decretos. Siempre estoy en peligro de muerte, pero no me olvido de tu enseñanza. Los malvados me ponen trampas, pero no me aparto de tus preceptos.
Leer Salmos 119
Compartir
Comparar todas las versiones: Salmos 119:107-110
¡Guarda versículos, lee sin conexión, mira videos didácticos y más!
YouVersion utiliza cookies para personalizar su experiencia. Al usar nuestro sitio web, acepta nuestro uso de cookies como se describe en nuestra Política de privacidad
Inicio
Biblia
Planes
Videos