Salmos 130:4

Aprender desde nuestra juventud que debemos soportar el sufrimiento, no podemos tapar el sol con un dedo, las condiciones para generar sufrimiento y dolor estarán allí, pero más grande que eso estará nuestro Dios con su amor y misericordia.

A veces en silencio cargamos con pensamientos que duelen, con tristezas que pesan, con enojos que no entendemos y errores que avergüenzan. Callamos por miedo… miedo a ser juzgados, a no ser comprendidos, a que nos miren distinto. Pero si Dios ya conoce cada rincón de nuestro corazón, cada herida, cada tropiezo… y aun así no deja de amarnos, ¿por qué temer lo que puedan pensar los demás? He fallado. He ocultado partes de mí por miedo a no ser suficiente. Muchas veces me puse filtros para no mostrar mi fragilidad. Hoy, con el alma en la mano, decido quitarlos.

Este plan devocional es parte de la serie «El amor de Dios por nosotros», de American Bible Society. Veremos sobre el gran amor de Dios y el consuelo de la Palabra de Dios para los que cuidan a personas con enfermedades debilitantes y terminales. Dios está contigo también en esos días difíciles y de angustia. El cuidado al ser querido es la extensión del ministerio de compasión de Jesús.

Este plan devocional es la tercer parte de la serie «Dichosos los que sufren», de American Bible Society. Nos enfocaremos en el estudio de la aparente contradicción de la dicha en el dolor. Observaremos de cerca el duelo, las etapas y los sentimientos por los que pasamos, en especial a la culpa y al dolor por los remordimientos de no haber hecho más.