Cuando llegaron a Jerusalén, Jesús entró en el templo y empezó a sacar de allí a los que estaban vendiendo y comprando. Derribó las mesas de los que cambiaban dinero de otros países por dinero del templo, y también derribó los cajones de los que vendían palomas. Y Jesús no dejaba que nadie anduviera por el templo llevando cosas. Luego se puso a enseñar a la gente y le dijo: «Dios dice en la Biblia: “Mi casa será llamada ‘Casa de oración para todos los pueblos’.” Pero ustedes la han convertido en cueva de ladrones.» Cuando los sacerdotes principales y los maestros de la Ley escucharon a Jesús, empezaron a buscar la forma de matarlo. Y es que le tenían miedo, pues toda la gente estaba asombrada por lo que enseñaba. Al llegar la noche, Jesús y sus discípulos salieron de la ciudad. A la mañana siguiente, Jesús y sus discípulos pasaron junto a la higuera, y vieron que se había secado hasta la raíz. Pedro recordó lo que había pasado el día anterior, y le dijo a Jesús: —Maestro, ¡mira! El árbol que maldijiste está seco. Jesús les dijo: —Confíen en Dios. Les aseguro que, si tienen confianza y no dudan del poder de Dios, todo lo que pidan en sus oraciones sucederá. Si le dijeran a esta montaña: “Quítate de aquí y échate en el mar”, así sucedería. Solo deben creer que ya está hecho lo que han pedido. »Cuando oren, perdonen todo lo malo que otra persona les haya hecho. Así Dios, su Padre que está en el cielo, les perdonará a ustedes todos sus pecados. Después volvieron a entrar en Jerusalén. Y mientras Jesús caminaba por el templo, se le acercaron los sacerdotes principales, los maestros de la Ley y los líderes del país, para preguntarle: —¿Quién te dio autoridad para hacer todo esto? Jesús les dijo: —Yo también voy a preguntarles algo: ¿Quién le dio autoridad a Juan el Bautista para bautizar? ¿Dios, o alguna otra persona? Si me contestan eso, yo les diré quién me dio autoridad para hacer todo lo que han visto. Ellos comenzaron a discutir, y se decían unos a otros: «Si contestamos que Dios le dio autoridad a Juan, Jesús nos preguntará por qué no le creímos. Pero tampoco podemos decir que fue un ser humano quien se la dio.» No querían decir eso, porque tenían miedo de la gente; pues todos creían que Juan era un profeta enviado por Dios. Por eso le respondieron a Jesús
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7 Dias
El plan de lectura de esta Semana Santa invita a los lectores a apreciar la última semana de la vida de Jesús. Comenzando con la entrada triunfante a Jerusalén, Marcos relata de primera mano los eventos de esta semana, culminando con la crucifixión y resurrección de Jesús. Experimenta la última semana de Jesús en la tierra con este plan de lectura basado en video de 7 días, y permite que revolucione tu forma de emplear la Palabra de Dios.
7 dias
A través de la práctica de Lectio divina aprenderás del mensaje de Jesucristo presentado en el Evangelio de Marcos a través de los ojos de Pedro, uno de sus primeros discípulos.
Creer en Dios, es saber que es poderoso, que es bueno y que quiere lo mejor para nosotros. Tener fe en Dios es tener la certeza de que responde nuestras oraciones e interviene en nuestras vidas cuando se lo pedimos. Tener fe en Dios incluye no creer algunas cosas, por ejemplo, que él mandó a la enfermedad o la pobreza, eso no fue parte de su plan.
Nos hemos preguntado, qué ocurrió en la última semana de Jesús. Con bases bíblicas descubriremos lo que sucedió con aquel Mesías que entregó su vida como sacrificio.
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