Eclesiastés 11:4

No podemos detener nuestra siembra porque el tiempo aparenta ser malo, si ni siquiera podemos entender el rumbo del viento. Ve tras aquello para lo cual Dios te ha diseñado.

En un mundo lleno de afán y desesperación, en Su Palabra encuentra esa paz que sobrepasa todo entendimiento, el amor de Jesús echa fuera toda ansiedad, todo temor.

Ahora que han pasado 6 meses del año puede sucedernos que nos llenamos de pensamientos de satisfacción o de culpabilidad, porque cumplimos algunas metas o porque las dejamos en el camino. Descubramos en este plan, algunas opciones.

El capítulo 11 de Eclesiastés fomenta la audacia y la prudencia al emprender e invertir, así como al actuar con generosidad. ¿Cómo equilibrar el riesgo y la precaución en la vida? Este alentador texto nos exhorta a ser generosos, emprendedores y disfrutar de nuestra juventud, siempre atentos al juicio divino. El capítulo aborda temas como la incertidumbre del futuro, la importancia de diversificar esfuerzos y la alegría de vivir. Eclesiastés 11 nos inspira a vivir plenamente, confiando en la providencia de Dios.