San Mateo 26:57-58

Dios hecho hombre, vino a esta tierra a salvar a su creación, consumada fue en la Cruz del calvario y con su resurrección la posibilidad que a través de creer en Jesús y su sacrificio, el hombre pudiera restaurar la relación con Dios que estaba perdida por el pecado. Aprendamos en estos 6 días lo que la palabra nos enseña sobre la pasión de Cristo.

¿Qué era tan importante para Jesús que voluntariamente renunció a una vida cómoda? ¿Un sentido de orgullo o importancia? ¿O una merecida revancha? Él no quería estas cosas como pudiéramos esperar. Pero cuanto más rechazaba el camino normal hacia el éxito, más crecía su impacto. Jesús no quería ninguna de estas cosas —en vez Él buscaba una forma diferente de vivir. Mejor que cualquier cosa que pudiéramos imaginar—.

De Dios a hombre, de Reino a pesebre, de Omnipotencia a humildad. Jesús, siendo semejante a nosotros, entregó su vida para que fuéramos salvados. Pero, ¿quién mató a Jesús? Existieron muchos personajes detrás de su muerte, ¿quién la ocasionó? ¿o todo fue un propósito de una profecía predicha?

Indudablemente, para entender todas las inescrutables riquezas de la gracia y gloria del Rey, como también las profundidades de la sabiduría y poder que pertenecen al reino de Dios, se requiere de la revelación dada por el Espíritu Santo al espíritu del creyente, ya que el reino se recibe por gracia pero se entiende por revelación. En este devocional de 7 días intentaremos abarcar los principales aspectos del reino.