2 CORINTIOS 11:25-28

Personajes como David, Pablo de Tarso, Job, Rut y Noemí pudieron crecer en medio de la adversidad e incluso salieron más fortalecidos después de experimentar muchos tiempos de tensión y angustia. Resiliencia es el término ideal para describir la capacidad que Dios le ha otorgado al ser humano para resistir durante largos periodos de tensión y seguir adelante, y aún resurgir después de largos tiempos de crisis.

Un soldado debe ser capacitado intelectual y físicamente, pasando pruebas rigurosas y manteniendo una estricta disciplina, con características como lealtad, fidelidad, valor y compromiso. Pablo le dice a Timoteo que un buen soldado de Jesús debe ser fuerte en la gracia de Jesucristo y discipular a otros. Al llegar a Cristo, seguimos disciplinas espirituales que forman nuestro carácter y nos preparan para enfrentar tribulaciones diarias, defendiendo el mensaje del Evangelio.

Las experiencias de vida, traen consigo decepciones, pérdidas, angustias, batallas, entre otras tantas cosas; y éstas terminan dejándonos totalmente debilitados. Y nos encontramos cayendo en la amargura, la tristeza y la apatía. En fin, hemos determinado llamarle a todo esto, "nuestra cruz"; pero ¿habrá algo más allá de la cruz que nos tocó llevar? A través de este plan, podrás descubrir el poder detrás de la debilidad de tu cruz.

"A veces Dios nos somete a la disciplina de las tinieblas para enseñarnos a prestarle atención. A los pájaros cantores se les enseña a cantar en la oscuridad, y somos puestos a la sombra de la mano de Dios hasta que aprendemos a escucharlo..." (Oswald Chambers).