Cierto día, algunos padres llevaron a sus niños a Jesús para que pusiera sus manos sobre ellos y orara por ellos. Pero los discípulos regañaron a los padres por molestar a Jesús. Pero Jesús les dijo: «Dejen que los niños vengan a mí. ¡No los detengan! Pues el reino del cielo pertenece a los que son como estos niños». Entonces les puso las manos sobre la cabeza y los bendijo antes de irse. Alguien se acercó a Jesús con la siguiente pregunta: —Maestro, ¿qué buena acción tengo que hacer para tener la vida eterna? —¿Por qué me preguntas a mí sobre lo que es bueno? —respondió Jesús—. Solo hay Uno que es bueno; pero para contestar a tu pregunta, si deseas recibir la vida eterna, cumple los mandamientos. —¿Cuáles? —preguntó el hombre. Y Jesús le contestó: —“No cometas asesinato; no cometas adulterio; no robes; no des falso testimonio; honra a tu padre y a tu madre; ama a tu prójimo como a ti mismo”. —He obedecido todos esos mandamientos —respondió el joven—. ¿Qué más debo hacer? Jesús le dijo: —Si deseas ser perfecto, anda, vende todas tus posesiones y entrega el dinero a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo. Después ven y sígueme. Cuando el joven escuchó lo que Jesús le dijo, se fue triste porque tenía muchas posesiones. Entonces Jesús dijo a sus discípulos: «Les digo la verdad, es muy difícil que una persona rica entre en el reino del cielo. Lo repito: es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja que un rico entre en el reino de Dios». Los discípulos quedaron atónitos. —Entonces, ¿quién podrá ser salvo? —preguntaron. Jesús los miró y les dijo: —Humanamente hablando es imposible, pero para Dios todo es posible. Entonces Pedro le dijo: —Nosotros hemos dejado todo para seguirte. ¿Qué recibiremos a cambio? Jesús contestó: —Les aseguro que cuando el mundo se renueve y el Hijo del Hombre se siente sobre su trono glorioso, ustedes que han sido mis seguidores también se sentarán en doce tronos para juzgar a las doce tribus de Israel. Y todo el que haya dejado casas o hermanos o hermanas o padre o madre o hijos o bienes por mi causa recibirá cien veces más a cambio y heredará la vida eterna. Pero muchos que ahora son los más importantes en ese día serán los menos importantes, y aquellos que ahora parecen menos importantes en ese día serán los más importantes.
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7 Dias
Convertirte en padre es una gran responsabilidad, y más aún ser un padre cristiano. La Palabra de Dios tiene algunas instrucciones especiales para guiarte a través de uno de los roles más importantes que jamás tendrás. Escrito por Stephen Binz basado en las enseñanzas del obispo Thomas Olmstead de la Diócesis Católica de Phoenix.
Cuando tenemos un verdadero encuentro con Jesús, nuestra vida nunca vuelve a ser igual. Todo nuestro ser es transformado en algo nuevo, algo inexplicable. Todo pensamiento viejo, prácticas, todo pasa; y ahora todas las cosas son hechas nuevas. “No os acordéis de las cosas pasadas, ni traigáis a memoria las cosas antiguas” (Isaías 43:18). Cuando llega Jesús, todo cambia y se transforma. ¿Estás listo para una transformación?
14 Days
Too much stuff. Too many activities. Too much exhaustion. Too much stress. How can we sift through the busyness, the mess, and the stress to uncover the abundant life God offers? Start a journey from a life of stress, stuff, and burnout to one of peace, space, and fulfillment. You'll learn tips for paring down your possessions, simplifying your schedule, and practicing the ancient art of Sabbath.
21 Dias
Únete a Carlos Annacondia, Daniela Freidzon, Robert Barriger, y muchos más, mientras nos guían en devocionales diarios que nos llevarán a amar la Palabra de Dios aún más y a vivirla con mayor intensidad y propósito.
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