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Nueva Versión Internacional, Edición de Audio

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 <div class="label">10</div><div class="s1">Divisi&#243;n del reino</div><div class="sr"> 10:1-11 &#8211; 1R 12:1-24</div><div class="p"> 1Robo&#225;n fue a Siqu&#233;n porque todos los israelitas se hab&#237;an reunido all&#237; para proclamarlo rey. 2De esto se enter&#243; Jerobo&#225;n, hijo de Nabat, as&#237; que volvi&#243; de Egipto, que es adonde hab&#237;a huido del rey Salom&#243;n. 3Cuando lo mandaron a buscar, &#233;l y todo Israel fueron a ver a Robo&#225;n y le dijeron:</div><div class="p"> 4&#8212;Su padre nos impuso un yugo pesado. Al&#237;vienos usted ahora el duro trabajo y el pesado yugo que &#233;l nos ech&#243; encima; as&#237; le serviremos a usted.</div><div class="p"> 5&#8212;V&#225;yanse por ahora &#8212;respondi&#243; Robo&#225;n&#8212;, pero vuelvan a verme dentro de tres d&#237;as.</div><div class="p">Cuando el pueblo se fue, 6el rey Robo&#225;n consult&#243; con los jefes que en vida de su padre Salom&#243;n hab&#237;an estado a su servicio.</div><div class="p">&#8212;&#191;Qu&#233; me aconsejan ustedes que responda a este pueblo? &#8212;pregunt&#243;.</div><div class="p"> 7Ellos respondieron:</div><div class="p">&#8212;Si usted trata con bondad a este pueblo, es condescendiente con ellos y les responde con amabilidad, ellos le servir&#225;n para siempre.</div><div class="p"> 8Pero Robo&#225;n rechaz&#243; el consejo que le dieron los jefes, y consult&#243; m&#225;s bien con los j&#243;venes que se hab&#237;an criado con &#233;l y que estaban a su servicio.</div><div class="p"> 9&#8212;&#191;Ustedes qu&#233; me aconsejan? &#8212;pregunt&#243;&#8212;. &#191;C&#243;mo debo responderle a este pueblo que me dice: &#8220;Al&#237;vienos el yugo que su padre nos ech&#243; encima&#8221;?</div><div class="p"> 10Aquellos j&#243;venes, que se hab&#237;an criado con &#233;l, contestaron:</div><div class="p">&#8212;El pueblo le ha dicho a usted: &#8220;Su padre nos impuso un yugo pesado; h&#225;galo usted m&#225;s ligero&#8221;. Pues bien, resp&#243;ndales de este modo: &#8220;Mi dedo me&#241;ique es m&#225;s grueso que la cintura de mi padre. 11Si &#233;l les impuso un yugo pesado, &#161;yo les aumentar&#233; la carga! Y, si &#233;l los castigaba a ustedes con una vara, &#161;yo lo har&#233; con un l&#225;tigo!&#8221;.#10:11 con una vara &#8230; con un l&#225;tigo. Lit. con azotes &#8230; con escorpiones; tambi&#233;n en v. 14.</div><div class="p"> 12Al tercer d&#237;a, en la fecha que el rey Robo&#225;n hab&#237;a indicado, Jerobo&#225;n regres&#243; con todo el pueblo para presentarse ante &#233;l. 13Pero el rey Robo&#225;n respondi&#243; con brusquedad: rechaz&#243; el consejo de los jefes 14y sigui&#243; m&#225;s bien el de los j&#243;venes. Entonces dijo: &#171;Si mi padre les impuso#10:14 Si mi padre les impuso (mss. hebreos y versiones antiguas); Yo les impondr&#233; (TM). un yugo pesado, &#161;yo les aumentar&#233; la carga! Si &#233;l los castigaba a ustedes con una vara, &#161;yo lo har&#233; con un l&#225;tigo!&#187;.</div><div class="p"> 15Y, como el rey no escuch&#243; al pueblo, las cosas tomaron este rumbo por voluntad de Dios. As&#237; se cumpli&#243; la palabra que el Se&#241;or hab&#237;a comunicado a Jerobo&#225;n, hijo de Nabat, por medio de Ah&#237;as el silonita.</div><div class="p"> 16Cuando se dieron cuenta de que el rey#10:16 Cuando &#8230; rey (mss. hebreos y versiones antiguas); Como el rey (TM). no iba a hacerles caso, todos los israelitas exclamaron a una:</div><div class="q1">&#171;&#161;Pueblo de Israel, todos a sus casas!</div><div class="q2">&#161;Y t&#250;, David, oc&#250;pate de los tuyos!</div><div class="q1">&#191;Qu&#233; parte tenemos con David?</div><div class="q2">&#191;Qu&#233; herencia tenemos con el hijo de Isa&#237;?&#187;.</div><div class="m">As&#237; que todos los israelitas se fueron a su casa. 17Sin embargo, Robo&#225;n sigui&#243; reinando sobre los israelitas que viv&#237;an en las ciudades de Jud&#225;.</div><div class="p"> 18M&#225;s tarde, el rey Robo&#225;n envi&#243; a Adonir&#225;n#10:18 Adonir&#225;n. Lit. Hador&#225;n (variante de este nombre). para que supervisara el trabajo forzado, pero los israelitas lo mataron a pedradas. &#161;A duras penas logr&#243; el rey subir a su carro y escapar a Jerusal&#233;n! 19Desde entonces Israel ha estado en rebeli&#243;n contra la dinast&#237;a de David.</div>
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Roboán fue a Siquén porque todos los israelitas se habían reunido allí para proclamarlo rey. De esto se enteró Jeroboán, hijo de Nabat, así que volvió de Egipto, que es adonde había huido del rey Salomón. Cuando lo mandaron a buscar, él y todo Israel fueron a ver a Roboán y le dijeron:
—Su padre nos impuso un yugo pesado. Alívienos usted ahora el duro trabajo y el pesado yugo que él nos echó encima; así le serviremos a usted.
—Váyanse por ahora —respondió Roboán—, pero vuelvan a verme dentro de tres días.
Cuando el pueblo se fue, el rey Roboán consultó con los jefes que en vida de su padre Salomón habían estado a su servicio.
—¿Qué me aconsejan ustedes que responda a este pueblo? —preguntó.
Ellos respondieron:
—Si usted trata con bondad a este pueblo, es condescendiente con ellos y les responde con amabilidad, ellos le servirán para siempre.
Pero Roboán rechazó el consejo que le dieron los jefes, y consultó más bien con los jóvenes que se habían criado con él y que estaban a su servicio.
—¿Ustedes qué me aconsejan? —preguntó—. ¿Cómo debo responderle a este pueblo que me dice: “Alívienos el yugo que su padre nos echó encima”?
Aquellos jóvenes, que se habían criado con él, contestaron:
—El pueblo le ha dicho a usted: “Su padre nos impuso un yugo pesado; hágalo usted más ligero”. Pues bien, respóndales de este modo: “Mi dedo meñique es más grueso que la cintura de mi padre. Si él les impuso un yugo pesado, ¡yo les aumentaré la carga! Y, si él los castigaba a ustedes con una vara, ¡yo lo haré con un látigo!”.
Al tercer día, en la fecha que el rey Roboán había indicado, Jeroboán regresó con todo el pueblo para presentarse ante él. Pero el rey Roboán respondió con brusquedad: rechazó el consejo de los jefes y siguió más bien el de los jóvenes. Entonces dijo: «Si mi padre les impuso un yugo pesado, ¡yo les aumentaré la carga! Si él los castigaba a ustedes con una vara, ¡yo lo haré con un látigo!».
Y, como el rey no escuchó al pueblo, las cosas tomaron este rumbo por voluntad de Dios. Así se cumplió la palabra que el SEÑOR había comunicado a Jeroboán, hijo de Nabat, por medio de Ahías el silonita.
Cuando se dieron cuenta de que el rey no iba a hacerles caso, todos los israelitas exclamaron a una:
«¡Pueblo de Israel, todos a sus casas!
¡Y tú, David, ocúpate de los tuyos!
¿Qué parte tenemos con David?
¿Qué herencia tenemos con el hijo de Isaí?».
Así que todos los israelitas se fueron a su casa. Sin embargo, Roboán siguió reinando sobre los israelitas que vivían en las ciudades de Judá.
Más tarde, el rey Roboán envió a Adonirán para que supervisara el trabajo forzado, pero los israelitas lo mataron a pedradas. ¡A duras penas logró el rey subir a su carro y escapar a Jerusalén! Desde entonces Israel ha estado en rebelión contra la dinastía de David.

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